¡°Se podr¨ªa acelerar el repliegue de las tropas de Afganist¨¢n¡±

A juzgar por la ¨²ltima encuesta del CIS, podr¨ªa afirmarse que los espa?oles no tienen la mejor opini¨®n del ministro de Defensa, Pedro Moren¨¦s (3,74 sobre 10), pero ser¨ªa m¨¢s preciso decir que no tienen opini¨®n alguna sobre ¨¦l. El 70% ni siquiera lo conoce. Y no es extra?o, pues se trata de un hombre discreto, afable, poco dado a estridencias, que no tiene carn¨¦ de partido y nunca se ha presentado a unas elecciones. Y, sin embargo, cuenta con una dilatada carrera pol¨ªtica como secretario de Estado de Interior, Ciencia y Tecnolog¨ªa y Defensa, donde desde luego no es un desconocido. Y no solo por sus cuatro a?os como n¨²mero dos del departamento, sino tambi¨¦n por sus cargos en algunas empresas militares (Instalaza, MDBA), con las que, frente a los recelos de alg¨²n grupo de la oposici¨®n, asegura no tener ¡°ninguna hipoteca¡±.

En cualquier caso, no abundar¨¢n los contratos en la etapa que le ha tocado pilotar. Al contrario, su principal tarea ser¨¢ podar los gastos no imprescindibles y salvaguardar el esqueleto de las Fuerzas Armadas, aunque ¨¦l, como buen vasco (naci¨® en Las Arenas, en 1948) prefiere la met¨¢fora del ¨¢rbol. ¡°No me importa que no est¨¦ frondoso, ya crecer¨¢n las hojas cuando podamos volver a regarlo, lo importante es no equivocarnos de ¨¢rbol, si es roble o es manzano¡±. Antes de decidir, le gusta escuchar. Por eso, reuni¨® el pasado 16 de abril a los nueve exministros vivos de Defensa (seis socialistas). Hoy se estrena en Chicago, junto a Mariano Rajoy, en una cumbre de la OTAN, con un ojo puesto en los recortes presupuestarios y otro en la misi¨®n en Afganist¨¢n; a la que ¨¦l, rompiendo tab¨²es, ha calificado por su nombre: guerra.

¡°El anterior Gobierno no pact¨® ninguna contrapartida por el escudo antimisiles"

Pregunta. Usted ha repetido que en Afganist¨¢n entramos juntos y saldremos juntos, pero ha a?adido que, si alg¨²n aliado rompe este compromiso, Espa?a tomar¨¢ sus propias decisiones.

Respuesta. Es un principio de reciprocidad. Si alguien no respeta un acuerdo, los dem¨¢s se sentir¨¢n libres de seguir vinculados a ¨¦l, cosa que no creo que vaya a ocurrir...

P. El nuevo presidente franc¨¦s ha anunciado que sacar¨¢ este a?o sus tropas de combate...

R. Usted mismo lo ha matizado: las tropas de combate. Generalmente las tropas suelen ser de combate, aunque puedan cumplir otras tareas... En los cinco meses que llevo en el ministerio ha habido manifestaciones de Francia, Australia, incluso de EE UU. Cuando le pregunt¨¦ a Rasmussen [secretario general de la Alianza] por este tipo de declaraciones, me contest¨®: ¡°Una cosa es lo que se dice y otra lo que se hace¡±. Ya veremos.

P. Espa?a ha anunciado que este a?o reducir¨¢ en un 10% sus 1.500 soldados; otro 40% en 2013; y el resto en 2014. ?Se podr¨ªa acelerar ese calendario?

¡°Ser¨ªa mejor no dar de baja el portaviones, pero debemos elegir¡±

R. Se podr¨ªa acelerar. Depender¨¢ del ritmo de la transferencia de responsabilidad a las autoridades afganas y de que no se ponga en riesgo la seguridad de las tropas. Todo repliegue debe ser ordenado y con la tranquilidad de haber cumplido la misi¨®n.

P. ?Mantendr¨¢ Espa?a sus tropas de combate hasta el final?

R. En la medida en que sea necesario para el cumplimiento de la misi¨®n y para la seguridad del contingente, en un momento que puede ser especialmente delicado, desde luego que s¨ª.

P. ?Est¨¢ dispuesta Espa?a a participar en una misi¨®n en Afganist¨¢n despu¨¦s de 2014?

R. No hay una decisi¨®n tomada. Todo est¨¢ sujeto a la situaci¨®n econ¨®mico-financiera de Espa?a, que no es buena. Lo que s¨ª hay es la voluntad de seguir ayudando al pueblo afgano.

P. Se ha pedido a Espa?a que contribuya con 30 millones de euros al a?o a financiar a las fuerzas de seguridad afganas...

R. Se nos ha pedido una contribuci¨®n econ¨®mica, tenemos que ver si podemos hacerlo, cu¨¢les son nuestras posibilidades.

P. ?Que condiciones deben darse para mantener tropas en Afganist¨¢n despu¨¦s de 2014?

R. Un criterio ser¨¢ siempre la seguridad de los militares all¨ª destacados. Adem¨¢s, cualquier misi¨®n despu¨¦s de 2014 deber¨¢ ser en el marco de la OTAN y de la comunidad internacional. Es lo que analizaremos en Chicago.

P. ?Y qu¨¦ misi¨®n cumplir¨ªan?

R. B¨¢sicamente, de formaci¨®n y asesoramiento. Espa?a no se plantea en este momento un escenario de misiones de combate.

P. La segunda misi¨®n m¨¢s numerosa es L¨ªbano. Usted ha anunciado una reducci¨®n en 200 de los 1.050 efectivos y ha sugerido que no ser¨¢ la ¨²ltima...

R. La reducci¨®n este a?o puede ser de 191 militares. En 2013, con toda la prudencia que requiere el caso, podr¨ªamos reducir sustancialmente la presencia y quedarnos en algo menos del 50% de lo que tenemos ahora. Habr¨ªa que pactarlo con los socios europeos, Francia e Italia. Esta ¨²ltima, al mando de la operaci¨®n, no es muy partidaria [de recortes], pero comprende que la situaci¨®n es un poco de banco pintado, en el sentido de que se va prorrogando la misi¨®n sin tener en cuenta los cambios. Creo que ha llegado el momento de quitar el cartel [de banco pintado] para sentarnos c¨®modamente y, sobre todo, adecuadamente a la misi¨®n.

P. ?Est¨¢ dispuesta Espa?a a mandar observadores a Siria?

R. Exteriores lo est¨¢ estudiando. En Defensa no hemos sido requeridos formalmente y las ¨²ltimas situaciones que se han producido [con los observadores] no animan mucho.

P. Por vez primera, la Operaci¨®n Atalanta de la UE ha atacado una base pirata en la costa de Somalia. ?Particip¨® Espa?a?

R. Espa?a est¨¢ en la Operaci¨®n Atalanta... Se trata de una coalici¨®n y arrogarse la participaci¨®n en una acci¨®n es contraproducente y poco elegante.

P. Varios grupos han pedido que el Congreso vote la ampliaci¨®n de la misi¨®n para incluir los ataques a las bases piratas...

R. Este ministro no tiene nada que ocultar ni ninguna intenci¨®n de obviar al Congreso, pero tanto desde la UE como desde los servicios jur¨ªdicos de esta casa me dicen que no es otra operaci¨®n, sino la misma desarrollada y que, por tanto, no hay que ir al Parlamento. Es lo mismo atacar un esquife en la playa que en alta mar.

P. ?Qu¨¦ contrapartidas tendr¨¢ el despliegue en Rota del componente naval del escudo antimisiles? El anterior Gobierno anunci¨® puestos de trabajo y el mantenimiento de los cuatro destructores en astilleros de C¨¢diz.

¡°Queremos liderar el proyecto com¨²n de la OTAN sobre artefactos explosivos¡±

R. Lo que yo s¨¦ es que el actual Gobierno, entonces en la oposici¨®n, apoy¨® el escudo antimisiles y, por tanto, yo me siento solidario con esa decisi¨®n. Ahora bien, con todos los respetos, aqu¨ª no hay contrapartidas de ning¨²n tipo... Vamos a ser serios. No digo que no se consigan, digo que hasta que las cosas no est¨¢n firmadas no existen. Yo creo que estar vinculados al escudo antimisiles nos da una solidez y una credibilidad en la OTAN y con EE UU important¨ªsima para la defensa de Espa?a. Luego, hay beneficios derivados de la presencia en Rota de los destructores que tienen que ver con la log¨ªstica y con algunas reparaciones que hay que ver si pueden hacer nuestros astilleros. Y tambi¨¦n habr¨¢ obras de infraestructura en la base y formaci¨®n de nuestros marinos. Se han creado cuatro mesas para discutir estos temas, aunque es verdad que la negociaci¨®n es m¨¢s compleja cuando de principio t¨² ya has dado tu parte.

P. Esos buques formar¨¢n parte del escudo antimisiles, pero tambi¨¦n podr¨¢n cumplir misiones en ?frica u Oriente Medio. ?Se reservar¨¢ Espa?a el derecho de autorizarlas caso por caso?

R. Para la [misi¨®n de] defensa antimisiles tenemos que enmendar el convenio con EE UU y, dentro de ese convenio, ya est¨¢ regulado cu¨¢l es el r¨¦gimen de la operatividad de las unidades destacadas en Espa?a. No vamos a renegociar eso.

P. Rajoy anunci¨® que Espa?a podr¨ªa liderar alguno de los proyectos de la llamada Smart Defense [Defensa Inteligente], capacidades militares compartidas por los pa¨ªses de la OTAN.

R. Queremos liderar el de IED [Artefactos Explosivos Improvisados] y participar en otro de sanidad militar. Son campos donde tenemos mucho que aportar. Como ya dije, tambi¨¦n estaremos, aunque no como a m¨ª me gustar¨ªa, en el AGS [Sistema de Vigilancia del Terreno].

P. ?Qu¨¦ garant¨ªas hay de que Espa?a podr¨¢ usar esas capacidades ante una amenaza no compartida con sus socios?

¡°Haremos todo lo que haga falta para proteger en Gibraltar a los pescadores¡±

R. Ese es un tema clave. Hay dos preocupaciones: la soberan¨ªa industrial y la soberan¨ªa operativa. Desde luego, no habr¨¢ Smart Defense si no se clarifica la disponibilidad de esas capacidades. Y no es f¨¢cil, porque puede haber posiciones diferentes en los aliados ante un conflicto.

P. Defensa se enfrenta a un ajuste presupuestario sin precedentes y usted no ha descartado dar de baja el ¨²nico portaviones...

R. Espa?a est¨¢ pasando una crisis muy grave y la lucha contra el d¨¦ficit se ha convertido, por vez primera, en un objetivo estrat¨¦gico de la Defensa. Dentro de esa pol¨ªtica estamos revisando los sistemas de armas e infraestructuras m¨¢s pr¨®ximos a la obsolescencia. El portaeronaves Pr¨ªncipe de Asturias est¨¢ llegando al final de su vida operativa y adem¨¢s tiene un sustituto, el Juan Carlos I, que no hace exactamente lo mismo, pero s¨ª cosas parecidas. ?Claro que ser¨ªa mejor tener los dos! Pero debemos elegir. La disyuntiva era hibernar el portaeronaves o darlo de baja. Yo creo que todo lo que no sea remozar completamente el buque, lo que costar¨ªa casi tanto como uno nuevo, es agarrarse a una hip¨®tesis que al final acaba siendo muy cara y solo supone retrasar la decisi¨®n.

P. La austeridad afecta a los actos del D¨ªa de las Fuerzas Armadas, el pr¨®ximo 2 de junio en Valladolid.

R. No pod¨ªa ser de otro modo. En 2011, los actos costaron 1,3 millones y este a?o nos quedaremos en 400.000 euros. Pero habr¨¢ jornadas de puertas abiertas en todas las comunidades aut¨®nomas.

P. ?Tambi¨¦n en el Pa¨ªs Vasco?

R. En toda Espa?a, claro.

P. Si es necesario, ?apoyar¨¢ la Armada a la Guardia Civil en la protecci¨®n de los pescadores que faenan en Gibraltar?

R. El Gobierno va a emplear todas las medidas que considere necesarias para proteger a los pescadores espa?oles que, en su leg¨ªtimo derecho y en aguas de Espa?a, est¨¢n faenando.