Rajoy agota los cartuchos y mira a Merkel

Todos los caminos conducen a Berl¨ªn. Al final de la peor semana de la historia reciente para la econom¨ªa espa?ola, con la prima de riesgo en 500 puntos por primera vez, en el Gobierno de Mariano Rajoy se ha instalado una mezcla de frustraci¨®n y autocomplacencia. Nada parece funcionar, pero ellos est¨¢n convencidos de estar haciendo lo correcto. ?Qu¨¦ falla entonces?

Para el equipo de Rajoy falla Europa, no Espa?a. Son sus instituciones, y en especial al BCE, a quien reclaman inyecci¨®n de liquidez a la banca y compra de deuda espa?ola, las ¨²nicas que pueden arreglar la situaci¨®n, dicen en La Moncloa. ?Y qui¨¦n se resiste a hacerlo? Sobre todo, Alemania.

Rajoy ha tenido hoy una cita clave con Angela Merkel en Chicago, en la reuni¨®n de la OTAN. El secretismo que rodea al presidente hace dif¨ªcil saber qu¨¦ le ha pedido. Pese a que el presidente ha afirmado al llegar a Chicago que no llevaba ruegos para la mandataria alemana -¡°Yo no voy a pedirle nada¡±, ha dicho-, todas las fuentes gubernamentales coinciden en la misma idea: Rajoy le habr¨¢ planteado con seguridad que el BCE debe actuar ya y ayudar a los pa¨ªses que, como Espa?a, hacen los deberes.

¡°Los alemanes tienen que entender que no le pueden pedir a ning¨²n socio que cada viernes, como nosotros, fastidie a sus ciudadanos, asuma el coste, y despu¨¦s eso no tenga ning¨²n resultado porque Europa sigue paralizada. Eso, al final, se vuelve contra la pol¨ªtica, contra Alemania, y contra todos. Estamos seguros de que lo entender¨¢n, trabajamos para lograrlo¡±, sentencia un miembro del Gobierno.

El presidente no quiere ir m¨¢s lejos, al menos de momento. Se niega a solicitar una inyecci¨®n de dinero del fondo de rescate europeo a los bancos espa?oles con problemas. Es una idea que plante¨® en la noche del viernes en Washington el presidente franc¨¦s, Fran?ois Hollande. Su sinceridad ¡ªdijo que lo apoyar¨ªa¡ª ha descolocado al Ejecutivo de Rajoy, que confiaba en mantener este asunto fuera del debate p¨²blico. De hecho, ayer el Gobierno renunci¨® a contestar a Hollande, aunque Rajoy lo ha hecho a su llegada a Chicago. Lo que s¨ª hizo fue moverse entre bambalinas, como sucedi¨® en el pasado cuando Mario Monti complic¨® la estrategia de silencio que siempre busca Rajoy, amante de la pol¨ªtica secretista de despacho. As¨ª consigui¨® que ayer Hollande se?alara que en realidad el asunto del rescate de los bancos espa?oles no se ha tratado en la reuni¨®n del G-8, en la que est¨¢n los cuatro grandes de Europa (Alemania, Francia, Reino Unido e Italia). El franc¨¦s echaba as¨ª una mano a Rajoy. Entre Gobiernos aliados, como son los de Espa?a y Francia, estos arreglos son habituales.

El Ejecutivo espa?ol sabe que esa opci¨®n est¨¢ encima de la mesa, y hay debate interno sobre el asunto, aunque la mayor¨ªa no la ve viable. El Gabinete cree que Merkel no la apoyar¨ªa. Rajoy la obvia, renuncia a hablar de ella, como hizo Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa en la conferencia de prensa tras el Consejo de Ministros del pasado viernes.

Luis de Guindos, ministro de Econom¨ªa, se?al¨® ayer en Canarias que ¨¦l apoya en esto la l¨ªnea de Herman van Rompuy, presidente del Consejo Europeo: Espa?a, se?alan ambos, puede salir de la crisis ¡°sin ayuda externa¡±.

Un apoyo europeo a los bancos ser¨ªa una especie de intervenci¨®n, lo que m¨¢s teme Rajoy, como antes Zapatero. No solo porque destruir¨ªa su prestigio pol¨ªtico, sino porque los costes para los espa?oles ser¨ªan enormes. No hay intervenci¨®n sin contrapartidas, y basta ver las consecuencias de estas en Grecia, Irlanda y Portugal para entender por qu¨¦ el Ejecutivo huye de esa medida.

Desde el punto de vista ideol¨®gico, pol¨ªtico y social, Rajoy no estar¨ªa pidiendo un rescate para los espa?oles sino para empresas con muy mala imagen: los bancos. Un c¨®ctel explosivo que La Moncloa quiere evitar. Si puede.

Rajoy y los suyos se han movido en Bruselas para recabar apoyos a su ¨²ltima reforma financiera, la segunda en tres meses. Los han logrado, y se aferran a ellos. Aunque nadie sabe bien qu¨¦ efecto puede tener la bomba lanzada por el ministerio de Hacienda el viernes al comunicar dos cifras distintas de d¨¦ficit en tres meses.

El Gobierno oficialmente no hace autocr¨ªtica y sigue convencido de que est¨¢ haciendo lo correcto en todo momento, pero algunos de sus miembros est¨¢n muy sorprendidos por la manera en que se ha anunciado una desviaci¨®n de cuatro d¨¦cimas: pasadas las diez de la noche, en una nota de prensa, sin haberlo explicado tras un Consejo de Ministros que en teor¨ªa analiz¨® un informe sobre el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal del que sali¨® esa cifra.

La noticia de que la UE enviar¨¢ una delegaci¨®n a Espa?a para comprobar in situ esas cifras de d¨¦ficit no hace sino aumentar esa preocupaci¨®n de algunos miembros del Gabinete. A¨²n as¨ª, todos ellos se conjuran para insistir en que lo m¨¢s importante es la buena imagen exterior que ha dado el pacto entre todas las autonom¨ªas y el Gobierno para reducir el d¨¦ficit p¨²blico. Era la primera buena noticia en mucho tiempo, pero la sepult¨® la enorme desviaci¨®n del d¨¦ficit sobre todo en Madrid y la Comunidad Valenciana, estandartes del PP.

El Ejecutivo vive as¨ª unos d¨ªas de enorme inquietud, pendiente de la agenda internacional de Rajoy, que culmina en la cumbre informal de la UE el pr¨®ximo mi¨¦rcoles en Bruselas. Ya nadie en el Gabinete disimula la sensaci¨®n de que Rajoy ha agotado sus cartuchos y espera una soluci¨®n externa, a trav¨¦s del BCE. El Consejo de Ministros del viernes, el primero sin grandes recortes ni sorpresas, remat¨® esa imagen.

El Gobierno insiste en que Bruselas y Berl¨ªn no pueden tener un solo motivo de queja de sus decisiones. Han hecho todo lo que les han pedido, casi al detalle, se?alan en privado. Rajoy ha pasado de reivindicar en marzo la fijaci¨®n del objetivo de d¨¦ficit como un ¡°acto de soberan¨ªa nacional¡±, algo que sent¨® fatal en Bruselas, a dar un giro de 180 grados para hacer todo lo que le piden.

Primero, rectific¨® sin rechistar el d¨¦ficit al 5,3%. Despu¨¦s, hizo los Presupuestos m¨¢s duros de la historia de Espa?a. Luego, se sac¨® de la manga un imprevisto recorte extra de 10.000 millones de euros en sanidad y educaci¨®n para calmar a los mercados.

Adem¨¢s, inspirado por el FMI y el BCE, ha nacionalizado Bankia y ha destituido a un mito del PP como es Rodrigo Rato. Tambi¨¦n ha hecho una reforma para recapitalizar los bancos que abre el camino a m¨¢s nacionalizaciones y rescates. Incluso ha planteado el banco malo que siempre rechaz¨®. Ha renunciado al valor de su palabra ¡ª¡°har¨¦ cualquier cosa que sea necesaria, aunque no me guste y aunque haya dicho que no lo iba a hacer¡±, se?al¨® en Onda Cero¡ª.

Y, por si fuera poco, ha entregado a Europa la cabeza del Banco de Espa?a. Ha dejado en manos de dos compa?¨ªas privadas, con intereses particulares, la evaluaci¨®n del sistema financiero espa?ol, en un proceso que supervisar¨¢ el BCE. Y le ha entregado a Goldman Sachs la evaluaci¨®n de Bankia. Y, a pesar de todo eso, no es seguro que hoy la canciller Merkel acepte sus peticiones. En estas condiciones, es f¨¢cil entender la frustraci¨®n de la que hablan muchos cuadros del Gobierno y del PP.