El d¨ªa que el presidente dej¨® de serlo
Mariano Rajoy ha decido esconderse en el d¨ªa m¨¢s importante de su presidencia
Rajoy ha evitado nombrar y pedir el rescate. Pero al final se lo han impuesto, aunque De Guindos niegue que lo es. Le han explicado mal la teor¨ªa de los marcos mentales. Omitir la palabra sirve ¨Ca veces- para impedir un determinado marco de pensamiento, pero cuando este est¨¢ muy instalado, el silencio o la ignorancia no sirve para desactivarlo. Todo lo contrario: quedas en evidencia y agudizas la soledad o la desorientaci¨®n. Y la falta de coraje en las palabras, se convierte en un lastre grave para el liderazgo pol¨ªtico.
?El Scrabble es un juego de mesa muy popular en el cual cada jugador intenta ganar m¨¢s puntos mediante la construcci¨®n de palabras. Las palabras pueden formarse horizontalmente o verticalmente y se pueden cruzar siempre y cuando aparezcan en el diccionario. Con las mismas letras de la palabra rescate, puedes construir la palabra ¡°recetas¡±. Coincidencias caprichosas¡ e involuntariamente reveladoras.
?Este rescate conllevar¨¢ unas duras recetas. Rajoy que no pidi¨® el primero, va a tener que imponer las segundas de manera dolorosa a la sociedad espa?ola a trav¨¦s de las condiciones que se van a imponer a sus instituciones financieras. Un triste destino. ¡°Que no paguen justos por pecadores¡±, ha pedido el l¨ªder de la oposici¨®n, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. Pero el pecado es, tambi¨¦n, un poco de todos.
Mariano Rajoy ha decido esconderse en el d¨ªa m¨¢s importante de su presidencia. Ha optado por la peor decisi¨®n posible. No es la primera decisi¨®n de comunicaci¨®n equivocada en esta crisis. Los ciudadanos no se lo van a perdonar. Tampoco los socios europeos. En cambio parece que, finalmente, va a mantener su viaje al partido inicial de Espa?a en la Eurocopa. Hasta la fecha y hasta el momento sigue confirmada su asistencia en la agenda p¨²blica de La Moncloa.
Su desaf¨ªo a la raz¨®n y a la sensibilidad es impropio de un gobernante. O ha perdido el sentido com¨²n, ¨¦se del que tanto hacia gala, o su capacidad para insultar a la inteligencia de sus conciudadanos es superior a cualquier pesadilla. Con su arrogancia nos ha perdido el respeto. Recibir¨¢ la misma moneda por parte de la ciudadan¨ªa.
Hay algo peor todav¨ªa que esconderse. Es mirar para otro lado y hacerse el despistado. Un l¨ªder no se lo puede permitir. Pero Rajoy parece que s¨ª puede. Haci¨¦ndolo, renuncia al liderazgo pol¨ªtico para refugiarse en su condici¨®n natural, la que nunca parece que ha abandonado: la de registrador. Rajoy se convierte, simplemente, en un notario de la crisis y del rescate. Cuando se renuncia a ser presidente, no esperes que nadie te respete como tal. El foso se abre a sus pies. El presidente ha dimitido de su responsabilidad. No podr¨¢ mantener la credibilidad. Un d¨ªa triste para Espa?a y para la pol¨ªtica.
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