El Consejo comunica por unanimidad a D¨ªvar que ha perdido su confianza

El presidente del Tribunal Supremo, Carlos D¨ªvar, eludi¨® este s¨¢bado mencionar la palabra dimisi¨®n (su dimisi¨®n), pero s¨ª la dej¨® entrever al anunciar, delante de los 20 vocales del Consejo General del Poder Judicial, que en los pr¨®ximos d¨ªas tomar¨¢ una decisi¨®n ¡°rotunda y contundente¡±. No concret¨® la fecha, pero todos sus colegas, conservadores y progresistas, dan por seguro que abandonar¨¢ el cargo durante el pleno extraordinario que ¨¦l mismo ha convocado para el pr¨®ximo jueves, d¨ªa 21.

D¨ªvar, que tambi¨¦n es presidente del Consejo General del Poder Judicial, apel¨® ante sus colegas a la ¡°responsabilidad institucional¡± para que le permitan estar unos d¨ªas m¨¢s al frente del primer sill¨®n de la judicatura espa?ola. Quiso ganar unos d¨ªas porque entre este lunes y el mi¨¦rcoles el Tribunal Supremo celebra su bicentenario, a cuyos fastos tienen previsto acudir el Rey y numerosos presidentes de cortes de justicia extranjeras.

Unas tres horas dur¨® el pleno. Comenz¨® hablando ¨¦l. Tono serio y ninguna sonrisa. Se?al¨® que se sent¨ªa ¡°muy dolido¡± por los acontecimientos y el impacto social negativo que hab¨ªa generado en la carrera judicial el asunto de sus viajes, aunque admiti¨® que la situaci¨®n ya era insostenible. Las tres principales asociaciones de jueces, 17 jueces decanos de grandes ciudades e incluso el PSOE, el partido que le nombr¨®, han pedido su dimisi¨®n. El Gobierno, que en su d¨ªa jale¨® su nombramiento, quer¨ªa mantenerle en el cargo varios meses m¨¢s, pero los consejeros, pr¨¢cticamente todos, sab¨ªan que el esc¨¢ndalo de los viajes hac¨ªa ¡°insostenible¡± su continuidad.

Dos puntos constitu¨ªan el orden del d¨ªa del pleno: uno, suscrito por cinco vocales, en el que se ped¨ªa a D¨ªvar que dimitiera ya, sin esperar siquiera al lunes. El segundo consist¨ªa en su remoci¨®n/destituci¨®n, que abandera el progresista Jos¨¦ Manuel G¨®mez Ben¨ªtez, el vocal que ha destapado el esc¨¢ndalo de los viajes en largu¨ªsimos fines de semana de D¨ªvar a Puerto Ban¨²s (Marbella) y a otras ciudades espa?olas cargando parte de los gastos al erario.

Tras D¨ªvar, intervinieron 14 de los 20 vocales. Unos, como los progresistas F¨¦lix Az¨®n, Inmaculada Montalb¨¢n o Margarita Robles, para insistir en que no deb¨ªa dilatar su renuncia al cargo. Opci¨®n a la que este s¨¢bado se adhiri¨® la consejera Margarita Ur¨ªa, propuesta por el PNV. Gran parte de las otras intervenciones tendieron a facilitarle una salida que no forzase el mecanismo de la destituci¨®n. E instaron a D¨ªvar ¡°a abrir¡± en su mente un ¡°periodo de reflexi¨®n¡± que despejara el camino de su salida. Fue la tesis, entre otros, de vocales como Miguel Carmona, el vicepresidente Fernando de Rosa y Manuel Torres Vela, quien pregunt¨® a D¨ªvar si ten¨ªa o no previsto dimitir. Fue entonces cuando el presidente del Supremo, consciente de su soledad, avanz¨® su intenci¨®n de adoptar una decisi¨®n ¡°rotunda y contundente¡±. No se?al¨® el d¨ªa. Tras el anuncio, se hizo un receso y D¨ªvar se ausent¨® del pleno. De sus palabras, los dem¨¢s consejeros dedujeron que ese era el anuncio de su dimisi¨®n. Debatieron y por unanimidad acordaron dejarle un periodo de reflexi¨®n que ¡°ineludiblemente¡± deb¨ªa conducir a su renuncia formal el pr¨®ximo jueves. Si no lo hace, sus colegas (que son quienes le eligieron) activar¨¢n los mecanismos legales para destituirle. Para el pleno del jueves persiste el mismo orden del d¨ªa: dimisi¨®n y/o remoci¨®n.

Ninguno albergaba dudas de que a D¨ªvar apenas le quedan cuatro d¨ªas en el cargo y de que sus palabras significan una asunci¨®n de responsabilidades por no haber explicado ni detallado el motivo de sus 32 viajes ni los casi 30.000 euros de ellos cargados a las arcas del Poder Judicial. D¨ªvar abandon¨® el sal¨®n de plenos ¡°cabizbajo¡±, con mirada ¡°de pocos amigos¡±. No todos los vocales ven adecuado que D¨ªvar acompa?e a don Juan Carlos en los actos del lunes en el Tribunal Supremo.

Si, como parece previsible a juzgar por sus palabras, finalmente se va, con ¨¦l tendr¨¢ que marcharse su s¨¦quito (cuatro secretarias, su jefe de gabinete y el de seguridad, con hasta siete escoltas por turno). Ser¨¢ el primer presidente del Consejo y del Supremo que se ve forzado a abandonar el cargo por un esc¨¢ndalo que ha logrado ladear el reproche penal pero no el ¨¦tico.

De forma interina, ser¨ªa sustituido al frente del Consejo por el actual vicepresidente, el conservador Fernando de Rosa; y al frente del Tribunal Supremo por el magistrado Juan Antonio Xiol, presidente de la Sala de lo Civil del alto tribunal.