Razones poco claras de una dimisi¨®n
El cese de Aguirre, tras entrevistarse con Rajoy, da pie a sospechar que en su decisi¨®n hay algo m¨¢s que motivos personales
Esperanza Aguirre no ha dado explicaciones claras sobre los motivos de su renuncia al cargo de presidenta de la Comunidad de Madrid, lo cual da p¨¢bulo a todo tipo de especulaciones. Conociendo su car¨¢cter y su pasi¨®n por la pol¨ªtica, est¨¢ claro que las razones de su cese deben de ser muy poderosas. Una de ellas puede ser su estado de salud, pero no el ¨²nico ni quiz¨¢s el m¨¢s poderoso. Deben de existir otras causas relacionadas con su posici¨®n dentro del PP, en el que probablemente no encuentre ahora salida a sus aspiraciones.
Aguirre lleg¨® a la presidencia madrile?a en 2003 despu¨¦s de un oscuro episodio protagonizado por los diputados socialistas Eduardo Tamayo y Mar¨ªa Teresa S¨¢ez, cuya traici¨®n hizo que el socialista Rafael Simancas no pudiera encabezar un Gobierno de coalici¨®n del PSOE e IU. Eso fue lo que propici¨® que Aguirre ganara las posteriores elecciones, convocadas tras el esc¨¢ndalo.
Esta veterana pol¨ªtica ha gobernado Madrid con mano de hierro gracias a la c¨®moda mayor¨ªa absoluta de que disfrutaba en la Asamblea. Desde este puesto hizo frente a su competidor y correligionario Alberto Ruiz-Gallard¨®n y tambi¨¦n discrep¨® en m¨¢s de una ocasi¨®n con Mariano Rajoy, jefe supremo del Partido Popular. Ha salido victoriosa no solo en las batallas electorales que ha afrontado, sino tambi¨¦n a las peleas internas del Partido Popular. Jam¨¢s se ha mordido la lengua para decir lo que pensaba, en ocasiones de forma m¨¢s radical de lo que sosten¨ªa la doctrina oficial de la direcci¨®n de su partido.
Pero llegados a este punto, Aguirre quiz¨¢s ha sentido que su biograf¨ªa ha llegado a un punto muerto, un punto quiz¨¢s poco emocionante para ella, deseosa de romper el cors¨¦ de la Comunidad de Madrid. Su mano derecha, el vicepresidente Ignacio Gonz¨¢lez, tambi¨¦n daba desde hace meses se?ales de agotamiento y cansancio, como si el puesto se le quedase peque?o.
Las acciones tomadas en el ¨²ltimo a?o, fundamentalmente la forzada defenestraci¨®n del exconsejero Francisco Granados de la secretar¨ªa general del PP de Madrid y su sustituci¨®n por Ignacio Gonz¨¢lez, son indicios claros de que este y su jefa ten¨ªan aspiraciones para aumentar su influencia. Constituirse como un poder capaz de torcer el brazo a Rajoy parec¨ªa el objetivo final de todos estos movimientos. Sin embargo, la victoria electoral de Rajoy y su consolidaci¨®n como l¨ªder nacional del partido ha supuesto un freno o al menos un embarrancamiento en las aspiraciones del d¨²o Aguirre-Gonz¨¢lez.
La propia presidenta dimisionaria revel¨® en su comparecencia urgente de hoy que el anuncio p¨²blico lo ha demorado hasta despu¨¦s de entrevistarse con Rajoy. Prueba m¨¢s que indiciaria de que tras su cese hay razones pol¨ªticas, aparte de las que pueda haber de tipo personal. ?Cu¨¢l era el motivo de fondo de ese encuentro entre el presidente del PP nacional y la presidenta del PP de Madrid? Por el momento no se conocen. Pero en el propio partido barajan la posibilidad de que Aguirre pretendiera echar un nuevo pulso a Rajoy, tratando de arrancarle una mejor salida para ello y que, al no conseguirlo, la dura Aguirre se haya visto forzada a tirar la toalla.
La situaci¨®n en el Gobierno queda resuelta temporalmente con la interinidad del vicepresidente Gonz¨¢lez. Sin embargo, lo que resulte m¨¢s complicada sea la situaci¨®n en el Partido Popular de Madrid una vez que Aguirre cese m¨¢s o menos pronto en el cargo de la presidencia del partido. Hasta ahora, ella manejaba a sus huestes sin demasiados problemas. Otra cosa muy distinta es c¨®mo discurrir¨¢n las cosas si quien se queda al mando es Gonz¨¢lez.
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