Miguel ?ngel Quinteiro, de 72 a?os: ¡°?C¨®mo voy a pegar a un polic¨ªa?¡±
Interior le acusa de abofetear a un inspector-jefe e intentar quitarle la porra el 25-S El manifestante asegura que su actitud fue pac¨ªfica y achaca a los agentes su lesi¨®n en un brazo Afirma que los antidisturbios se lo llevaron arrastr¨¢ndolo mientras el permanec¨ªa sentado
Hay fotos y v¨ªdeos de su historia. Las im¨¢genes, colgadas en Youtube bajo el hashtag #OcupaElCongreso, muestran c¨®mo dos agentes detienen a Miguel ?ngel Quinteiro, un exempleado de banca de Redondela (Pontevedra), de 72 a?os, lo sacan de entre los manifestantes y lo arrastran por el suelo carrera de San Jer¨®nimo arriba hasta atravesar la valla colocada para evitar el acceso de la marcha del 25-S a las inmediaciones de la C¨¢mara. Uno de los agentes tira de su chaqueta. El otro tambi¨¦n tira, pero de su porra, a la que el hombre se agarra con fuerza. Una vez atravesada la verja, le dan la vuelta, lo tumban boca abajo e intentan esposarlo por la espalda tirando de su brazo derecho. ¡°?No haga resistencia que es peor!¡±, le grita un tercer polic¨ªa. ¡°?No hago resistencia, es que me duele, hostia!¡±, le replica a gritos Quinteiro.
Hasta ah¨ª los hechos grabados. Ahora, las versiones. La de la polic¨ªa, recogida en el atestado, asegura que un inspector jefe vio a Quinteiro increpando de forma ¡°muy agresiva¡± a varios miembros de su unidad. ¡°La actitud de este generaba un incremento de la hostilidad por los otros manifestantes¡±, dice el informe, por lo que el inspector se dirige directamente a ¨¦l ¡°para que deponga su actitud¡±. Al hacerlo, siempre seg¨²n la polic¨ªa, Quinteiro ¡°trata de golpear¡± al inspector ¡°a la altura de la cara¡±, pero este para el golpe con su mano derecha. ¡°Acto seguido, el detenido trata de quitarle la defensa reglamentaria agarrando la misma con su mano derecha, con una actitud muy violenta, consiguiendo desestabilizar al inspector jefe y casi tirarlo al suelo¡±.
Otro agente acude a auxiliar a su jefe ¡°ayud¨¢ndole a extraer al agresor de la masa¡±. El hombre, dice la polic¨ªa, presenta ¡°una resistencia activa muy acentuada¡±, lo que, dicen, les obliga a ¡°reducirle aplicando la fuerza proporcional hasta conseguir finalmente inmovilizarle¡±. Una vez detenido, el inspector dice que observa c¨®mo sangra de un dedo y la palma de su mano. Estima que esa herida se la hizo al evitar el supuesto golpe de Quinteiro.
22.30 del jueves. Es 27-S. Quinteiro sale del juzgado tras su arresto de 49 horas. El mismo que han sufrido otros 35 manifestantes. Tiene buen aspecto pese a que su brazo derecho, del que la polic¨ªa tir¨® para esposarlo, lo lleva en cabestrillo. ¡°Me lo retorcieron durante la detenci¨®n. Los m¨¦dicos me dijeron que era un problema de tendones¡±, afirma tranquilo. Despu¨¦s rechaza contundente la versi¨®n policial.
¡°Mi actitud es pac¨ªfica, nunca me pegu¨¦ con nadie, ?c¨®mo voy a abofetear a un antidisturbios?¡±, mantiene. Afirma que cuando fueron a por ¨¦l, estaba sentado en el suelo junto a otros manifestantes, por lo que no pudo intentar pegar al inspector. Dice que as¨ª se lo ha dicho a la juez.
¡°Yo no vine a montar foll¨®n. Llegu¨¦ a Madrid en autob¨²s con un grupo por la ma?ana e ¨ªbamos a volver a Pontevedra despu¨¦s de la manifestaci¨®n¡±. Recuerda que se acerc¨® a hacer fotos cuando empezaron los altercados; que alguien dijo ¡°van a cargar, vamos a sentarnos¡±; y que despu¨¦s los agentes lo cogieron por detr¨¢s.
Lo que s¨ª admite es que se agarr¨® a la porra, pero dice que no fue para quit¨¢rsela al polic¨ªa. ¡°Fue para defenderme; para que dejaran de pegarme con ella¡±. Lo dem¨¢s son quejas sobre el trato en comisar¨ªa. Sobre todo, por su lesi¨®n en el brazo derecho. El vendado. ¡°Tardaron en llevarme al Samur. Y hasta las tres de la madrugada no fui al hospital. Me dol¨ªa¡±.
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