El descalabro socialista desata la incertidumbre en el equipo de Rubalcaba

Esta vez no fue como en las elecciones andaluzas. Esta vez las encuestas acertaron, y la noche electoral se hizo negra en la calle de Ferraz. El PSOE se desplom¨® ayer en los comicios de Pa¨ªs Vasco y Galicia y, ahora s¨ª, tendr¨¢ que afrontar el hecho de que lleva meses perdiendo apoyo ciudadano a pesar del fuerte desgaste del Gobierno de Mariano Rajoy. La direcci¨®n federal achac¨® el mal dato en Euskadi a la irrupci¨®n de Bildu ¡ªque modifica todo el reparto del poder de los a?os en los que las marcas abertzales postBatasuna fueron ilegales¡ª y el de Galicia a la elevada abstenci¨®n. Pero solo esos dos elementos no explican el dato: el PSOE es, de lejos, el partido m¨¢s castigado por las urnas. El descalabro ¡ªuna ca¨ªda de 10 puntos porcentuales en las dos comunidades¡ª es bastante peor de lo esperado.

La derrota tiene tres consecuencias inmediatas para el primer partido de la oposici¨®n.

La pr¨¢ctica: al perder Euskadi, se queda solo con dos Gobiernos aut¨®nomos, de 17: Andaluc¨ªa (con IU) y Asturias; gobierna sobre 9,5 millones de personas, el 20% de los 47 millones de espa?oles.

La pol¨ªtica: en un momento en el que el Ejecutivo del PP est¨¢ acometiendo los mayores recortes de la democracia ¡ªy pag¨¢ndolo en las encuestas¡ª, los socialistas han comprobado que eso no les basta a ellos para remontar y dejar definitivamente atr¨¢s la debacle electoral de 2011. Durante esta campa?a, el argumento principal del PSOE ha sido que Alberto N¨²?ez Feij¨®o era la versi¨®n gallega, id¨¦ntica como dos gotas de agua, de Rajoy, y que si los ciudadanos apartaban de la Xunta al PP el presidente del Gobierno se ver¨ªa a forzado a cambiar; Feij¨®o, sin embargo, no solo ha ganado: ha arrasado. La consigna de campa?a se ha vuelto contra los socialistas.

La tercera consecuencia, la interna: si hay sectores del PSOE pensando en discutir el liderazgo de Alfredo P¨¦rez Rubalcaba ¡ªalgo dif¨ªcil de saber, porque hasta ahora han permanecido en silencio¡ª, es probable que aprovechen este momento: no tanto para moverle la silla de secretario general cuanto para iniciar la batalla de la candidatura a las generales, sean cuando sean. Para fijar, en fin, la tesis de que con Rubalcaba al frente el partido no despega, sino todo lo contrario (incluso en Andaluc¨ªa y Asturias, aunque se logr¨® el Gobierno, el PSOE baj¨® en votos).

Anoche, algunos socialistas abrieron ya la veda en Twitter. El exalcalde de San Sebasti¨¢n Od¨®n Elorza pidi¨® una ¡°catarsis¡±. La exministra Beatriz Corredor, una ¡°verdadera, profunda¡± reflexi¨®n. La tambi¨¦n exministra Mar¨ªa Antonia Trujillo fue m¨¢s tajante: ¡°Esperando que Rubalcaba anuncie su dimisi¨®n¡±, escribi¨®. Carme Chac¨®n se limit¨® a declarar: ¡°Tiempos dif¨ªciles¡±; y a enviar su apoyo a los socialistas vascos y gallegos.

¡°Por supuesto que no¡±, respondi¨® el n¨²mero tres del PSOE, ?scar L¨®pez, cuando compareci¨® para valorar los resultados y le preguntaron si Rubalcaba se planteaba dimitir. L¨®pez admiti¨® que el resultado de anoche es ¡°malo¡±, pero subray¨® que, de las cuatro elecciones celebradas los socialistas han salido bien parados en la mitad (Andaluc¨ªa y Asturias). Y a?adi¨®: ¡°El PSOE ha celebrado un congreso hace ocho meses. Esta direcci¨®n tiene [un mandato de] cuatro a?os, y va a seguir haciendo una oposici¨®n ¨²til¡±. Prometi¨® que el partido reflexionar¨¢ ¡°con serenidad¡± y puso el ¨¦nfasis en el ¡°distanciamiento¡± de sus votantes: ¡°Esta vez hay que escuchar a la abstenci¨®n. Ha lanzado un mensaje¡±.