Elecciones catalanas 2012| Catalu?a examina el plan soberanista de Artur Mas
La victoria de CiU en las elecciones de hoy se da por descontada El presidente necesita mayor¨ªa absoluta para mantener intacto el pulso por la autodeterminaci¨®n
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Solo dos a?os despu¨¦s de las elecciones que dieron la presidencia de la Generalitat a Artur Mas, los catalanes vuelven hoy a las urnas. Lo hacen con la seguridad de que Converg¨¨ncia i Uni¨® saldr¨¢ victoriosa pese a haber firmado los recortes sociales m¨¢s duros que se han visto en cualquier comunidad aut¨®noma. La pregunta que se va a dilucidar esta noche es si tambi¨¦n ganar¨¢ su l¨ªder, Artur Mas. La personal¨ªsima apuesta del presidente catal¨¢n para que Catalu?a emprenda la v¨ªa soberanista, con consulta de autodeterminaci¨®n incluida, depender¨¢ de la ventaja que el nacionalismo conservador logre sobre sus inmediatos rivales. Mas convoc¨® las elecciones para lograr la mayor¨ªa absoluta que ¨¦l prefiere llamar ¡°mayor¨ªa excepcional¡±. Por poco que se aleje de este resultado, la victoria ser¨¢ tan amarga como peligrosa para la estabilidad interna de CiU.
A Mas le gusta situar el inicio de esta convocatoria electoral en la multitudinaria manifestaci¨®n independentista que recorri¨® Barcelona el pasado 11 de septiembre; una marcha en la que no particip¨®. Sin embargo, el entorno del presidente llevaba esbozando el adelanto electoral como m¨ªnimo medio a?o. La jugada era convocar elecciones una vez se viera que la demanda catalana de equiparar la financiaci¨®n de la Generalitat a la del Pa¨ªs Vasco o Navarra, el llamado pacto fiscal, naufragaba por la negativa de Mariano Rajoy. Pero en el calendario catal¨¢n no se esperaba que este desencuentro llegara antes del verano de 2013. La manifestaci¨®n de la Diada precipit¨® los acontecimientos. CiU la hab¨ªa alentado desde las bases pero la realidad, cientos de miles de personas en la calle, desbord¨® sus previsiones y oblig¨® a Mas a dar el paso tras dos reuniones con Rajoy, una p¨²blica ¡ªel 20 de septiembre¡ª y otra, privada, unos d¨ªas antes.
Los recortes y la corrupci¨®n se han hecho al final un hueco en la campa?a
Mas hizo de la necesidad virtud. Hac¨ªa un a?o que las encuestas comenzaban a ser desfavorables para CiU, algo que solo quedaba maquillado por la profunda crisis del Partit dels Socialistes de Catalunya, que amenaza con eternizarse. Los recortes comenzaban a pasar factura entre las bases de CiU y ni si quiera el discurso de focalizar todas las culpas en ¡°Madrid¡± consigui¨® tapar el malestar social, con manifestaciones casi a diario frente al Palau de la Generalitat. Entre los colectivos m¨¢s agraviados est¨¢n los funcionarios, que han visto reducidos sus ingresos hasta un 20% por los recortes de todas las administraciones.
La habilidad de Converg¨¨ncia i Uni¨® ha sido subirse al carro del clamor soberanista expresado en la Diada y multiplicado por los medios de comunicaci¨®n pr¨®ximos a CiU. De las expresiones de rechazo a la manifestaci¨®n proferidas por algunos dirigentes de CiU se pas¨® en pocos d¨ªas a una adhesi¨®n absoluta. Hasta el punto de utilizar la manifestaci¨®n como argumento principal para convocar las elecciones. Y no solo para esto, sino para orientar a Converg¨¨ncia i Uni¨® hacia el soberanismo tras d¨¦cadas de calculada ambig¨¹edad.
Todo esto volvi¨® a insuflar aire al proyecto nacionalista. Pocos d¨ªas despu¨¦s de la manifestaci¨®n las encuestas volv¨ªan a indicar la posibilidad de una mayor¨ªa absoluta para Converg¨¨ncia i Uni¨®. De ah¨ª a la convocatoria electoral anticipada hab¨ªa solo un paso. De todo esto apenas hace dos meses, pero la campa?a electoral se ha hecho m¨¢s dura de lo que preve¨ªa Converg¨¨ncia i Uni¨®. Y no solo por el barrizal en que se ha convertido la recta final de la campa?a con nuevas y dudosas acusaciones de corrupci¨®n. El soberanismo, el aire que inflaba el velamen convergente, con direcci¨®n a la mayor¨ªa absoluta ha tenido que lidiar con asuntos que CiU pretend¨ªa dejar de lado.
No es que los nacionalistas previeran no hablar de crisis ni de recortes, pero pensaban que todo este debate jugar¨ªa a su favor desviando cualquier responsabilidad al Gobierno de Mariano Rajoy, que no ha cumplido muchos de los compromisos econ¨®micos que ten¨ªa con la Generalitat.
La huelga general de la semana pasada signific¨® un punto de inflexi¨®n en la campa?a, como tambi¨¦n lo ha sido el debate sobre los desahucios. La izquierda, especialmente Iniciativa y el Partit dels Socialistes, que se mueven con dificultades por el debate nacionalista han aprovechado para abrir el foco. Y se ha hablado, aunque poco, de que un 30% de los catalanes viven bajo riesgo de exclusi¨®n social, de que el Gobierno de CiU ha reducido un tercio el n¨²mero de beneficiarios de la renta m¨ªnima de inserci¨®n ¡ª420 euros¡ª o de que el paro ha aumentado en 170.000 personas en dos a?os. M¨¢s desapercibido ha pasado el hecho de que la Generalitat se encuentra intervenida de facto al haber requerido m¨¢s de 5.400 millones del fondo de rescate auton¨®mico.
Los partidos han soslayado el rescate de 5.400 millones de la Generalitat
Est¨¢ por ver si la izquierda podr¨¢ sacar r¨¦dito de esta situaci¨®n. El Partit dels Socialistes sigue lami¨¦ndose las heridas que le dejaron siete a?os de gobierno tripartito y que le ha desangrado electoralmente. Si las ¨²ltimas encuestas vaticinan que Mas aspira a mantener el resultado de 2010, ¨¦stas tambi¨¦n auguran un nuevo hundimiento socialista respecto a los ya p¨¦simos resultados de entonces. El candidato del PSC, Pere Navarro, ha explotado al m¨¢ximo el debate de los recortes y ha conseguido que Alfredo P¨¦rez Rubalcaba haya defendido con cierto ah¨ªnco el proyecto federalista que propugna el PSC. El problema es que los socialistas catalanes siguen sin tener una voz ¨²nica sobre el debate nacional, algo que los nacionalistas, y tambi¨¦n el PP, explotan hasta la saciedad.
A la espera de conocer la profundidad del voto oculto, que esta vez tambi¨¦n afecta al PSC, el Partido Popular aspira al hito de convertirse en segunda fuerza en Catalu?a, no tanto por m¨¦ritos propios como por el desgaste socialista. Su candidata, Alicia S¨¢nchez Camacho se ha desmarcado h¨¢bilmente del aznarismo para pedir una financiaci¨®n ¡°justa¡± para Catalu?a a base de poner l¨ªmites a la solidaridad¡±. Tambi¨¦n pide dotar a Catalu?a de una ¡°autonom¨ªa diferencial¡±.
Los populares aseguran que esta vez no habr¨¢ pacto con Artur Mas para garantizar la gobernabilidad. Se han roto los puentes, dicen unos y otros. Es por eso que Mas tendr¨¢ que apoyarse en Esquerra Republicana si no tiene mayor¨ªa absoluta y quiere mantener el proyecto soberanista. La confrontaci¨®n con el Gobierno de Mariano Rajoy est¨¢ garantizada. Lo que se vota hoy es hasta qu¨¦ punto.
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