Rajoy al PSC: ¡°La Constituci¨®n no es p¨¦trea, pero ?qu¨¦ es Estado federal?¡±

El Senado es un lugar donde se suelen producir debates m¨¢s pausados sobre asuntos de fondo, como el problema catal¨¢n. El formato, con mucha m¨¢s flexibilidad en los tiempos que los medidos cinco minutos del Congreso, y los protagonistas, veteranos de la pol¨ªtica que sin embargo no est¨¢n en la primera l¨ªnea de combate de la oposici¨®n al Gobierno, lo facilita. Mariano Rajoy, que acude una vez al mes, se siente all¨ª m¨¢s c¨®modo, y se nota. As¨ª puede desplegar su tono preferido: el de hombre dialogante, dispuesto a escuchar a todo el mundo sobre cualquier cosa, incluso sobre un asunto tab¨² para el PP como una reforma constitucional para mejorar el encaje de Catalu?a. Eso s¨ª, Rajoy no concreta nada. Escucha, promete hablar y nada m¨¢s. Pero en un asunto as¨ª, y despu¨¦s de lo que ¨¦l mismo y su partido han llegado a decir, el giro es notable.

El presidente se encontr¨® este martes, en una sesi¨®n de control centrada en el balance de un a?o de Gobierno, con un discurso muy preparado y de fondo de Jos¨¦ Montilla, expresidente de la Generalitat y exl¨ªder del PSC, que era una llamada de un ¡°no independentista¡± a que Rajoy haga algo con el problema catal¨¢n para evitar que el independentismo gane la partida. Montilla admiti¨® los malos resultados del PSC, y en un tono preocupado, humilde y constructivo, sin ataques, pidi¨® a Rajoy que no crea que porque CiU no ha logrado la mayor¨ªa absoluta el problema est¨¢ resuelto. ¡°Ahora en el Parlament hay una mayor¨ªa absoluta de formaciones pol¨ªticas que esta vez s¨ª llevan en su programa la consulta y la independencia, que hablan de un Estado propio. Una mayor¨ªa de la sociedad catalana ha dejado de compartir el proyecto de Espa?a. No menosprecien esta cuesti¨®n, no se equivoquen. El problema no ha pasado, yo dir¨ªa que no ha llegado todav¨ªa¡±, le plante¨® Montilla.

El expresidente catal¨¢n busc¨® una salida en lo que pueden hacer los no independentistas como ¨¦l, que, seg¨²n record¨®, vot¨® en su d¨ªa la Constituci¨®n. Y esa soluci¨®n pasa por cambiar esa norma para buscar un mejor encaje de Catalu?a. Montilla, que fue el primero en plantear hace a?os el problema de la ¡°desafecci¨®n¡± de una parte de los catalanes con Espa?a ¡ªun concepto que Rajoy ha negado en la campa?a¡ª, plante¨® al presidente que si ¨¦l se mueve, a¨²n est¨¢ a tiempo de resolver las cosas.

¡°?Piensa adelantarse a los acontecimientos, actuar con valent¨ªa o se limitar¨¢ a esperar? Hay que reformar la Constituci¨®n para que los catalanes se sientan c¨®modos. Esto todav¨ªa tiene arreglo, y usted est¨¢ obligado a intentarlo¡±, le espet¨®.

Este debate se produce adem¨¢s en un contexto especial, en el que el Gobierno de Rajoy desear¨ªa evitar que Artur Mas se eche en manos de ERC. Para eso habr¨ªa que fraguar un pacto que el Ejecutivo admite casi imposible, que incluir¨ªa la abstenci¨®n de PSC y PP para evitar que Mas necesite a ERC.

Sin embargo, Rajoy no fue ni mucho menos tan al fondo como Montilla. Le contest¨® en el mismo tono amable, admitiendo incluso la posibilidad de esa reforma constitucional, aunque enseguida la neg¨® indirectamente, en su estilo ambiguo. Montilla le dijo que la Constituci¨®n no puede ser algo ¡°p¨¦treo¡±. Y Rajoy cogi¨® el guante, con la idea de que PP y PSOE en este tema ¡°deber¨ªan estar de acuerdo¡±.

¡°Habla de la reforma de la Constituci¨®n. Ha dicho que no es algo p¨¦treo. Estoy de acuerdo. La hemos reformado en dos ocasiones, por Maastricht y hace poco por el acuerdo fiscal¡±, le contest¨® Rajoy a Montilla. Pero ah¨ª vino la de arena. ¡°He o¨ªdo que ustedes quieren un Estado federal. Espero que concreten exactamente qu¨¦ es para ustedes un Estado federal. Yo creo que el Estado auton¨®mico ha generado, como nunca en la historia de Espa?a, un nivel de autogobierno realmente dif¨ªcil de superar. El Gobierno que yo presido gasta el 20% del total espa?ol. A partir de ah¨ª, podemos hablar de muchas cosas, de la reforma de la Administraci¨®n, de la financiaci¨®n auton¨®mica, de Europa, de unidad de mercado¡±.

No fue el ¨²nico cruce que tuvo Rajoy sobre el asunto catal¨¢n. Jordi Vilajoana, de CiU, una persona muy cercana a Mas, fue m¨¢s duro que Montilla y se?al¨® que el Gobierno de Espa?a est¨¢ dejando ¡°sin ox¨ªgeno¡± a la Generalitat. ¡°No puede ser que nos est¨¦n ahogando porque necesitamos el ox¨ªgeno y si no lo conseguimos del Estado que nos ha de proteger tendremos que conseguirlo en otra parte¡±, lleg¨® a decir. Pero Rajoy, lejos de entrar al choque, como hizo durante la campa?a, volvi¨® a ofrecer su tono m¨¢s dialogante, el que ha adoptado despu¨¦s de las elecciones aunque al mismo tiempo aprueba reformas tan pol¨¦micas en Catalu?a como la ley de educaci¨®n.

El presidente record¨® todas las ayudas que ha recibido la Generalitat de su Gobierno, no solo del fondo de rescate sino del plan de proveedores, y el apoyo pol¨ªtico que el PP ha dado a CiU para aprobar sus recortes. Y plante¨® a Vilajoana, como tambi¨¦n le hab¨ªa dicho a Montilla, que ¨¦l est¨¢ dispuesto a seguir ayudando a la Generalitat a que recorte m¨¢s. Porque lo necesita. Porque cuando va a Bruselas, record¨®, ¨¦l responde por el d¨¦ficit del Estado y de las autonom¨ªas.

Rajoy, de nuevo, se mostr¨® dispuesto a discutir el reparto de los recortes entre el Estado y las autonom¨ªas. Desde Catalu?a aseguran que estas palabras son solo ¡°bla, bla, bla¡± sin ofertas reales, y fuentes gubernamentales insisten en que la reforma constitucional no est¨¢ encima de la mesa de Rajoy, pero es evidente que el presidente s¨ª quiere dar la imagen de que si Mas se va con ERC, no ha sido porque ¨¦l no estuviera dispuesto a ayudarle para evitarlo.