La pregunta que separa a Duran y Mas

¡°Yo no soy independentista; estoy por la confederaci¨®n¡±. Esta es una de las frases que, con todo tipo de variantes, m¨¢s ha repetido Josep Antoni Duran los ¨²ltimos meses. El l¨ªder de Uni¨® se desmarcaba as¨ª de los postulados de sus socios de Converg¨¨ncia Democr¨¤tica, cada vez m¨¢s abiertamente independentistas por m¨¢s que reh¨²yan este calificativo y se refugien en el m¨¢s discreto ¡°a favor del Estado propio¡±. En cualquier caso, el hecho de haberle puesto fecha a la consulta promete tensar como nunca las relaciones entre Uni¨® i Converg¨¨ncia. Si esta se llega a convocar ¡ªel Gobierno har¨¢ todo lo que est¨¦ a su alcance para impedirlo¡ª, Uni¨® y Converg¨¨ncia tendr¨¢n que posicionarse claramente. Y en el seno de la federaci¨®n muchos sectores admiten que podr¨ªa ser el fin de un matrimonio que lleva 34 a?os unido.

En principio, Uni¨® y Converg¨¨ncia no deber¨ªan tener problemas para intentar la convocatoria de la consulta. Al fin y al cabo, ambos partidos est¨¢n decididamente a favor del derecho a la autodeterminaci¨®n. Tampoco deber¨ªa haber problemas para entenderse al reclamar un ¡°Estado propio¡±. Pero aqu¨ª ya comienzan las diferencias. Para Converg¨¨ncia, Estado propio es casi siempre sin¨®nimo de independencia, mientras que Uni¨® destaca que para formar un Estado federal o confederal, antes hay que tener un Estado propio.

El problema es el ritmo. Durante la negociaci¨®n con ERC, el l¨ªder de Uni¨®, Josep Antoni Duran, ha destacado que ponerle fecha a la consulta es contraproducente y que esta debe ser legal y vinculante. Adem¨¢s, en Uni¨® son muchos los que creen que la convocatoria de la consulta no llegar¨¢ a producirse porque ser¨¢ imposible encontrar el marco legal que la ampare.