Un paso hacia adelante

Los errores y los d¨¦ficits iniciales (democr¨¢ticos y jur¨ªdicos) de la Declaraci¨®n de Soberan¨ªa, as¨ª como no pocas actitudes partidistas y sectarias, han impedido un acuerdo de amplia base pol¨ªtica. El soberanismo, interpretado como se ha hecho, no consigue as¨ª convertirse en el denominador com¨²n del catalanismo.

Algunos han tenido la tentaci¨®n de considerar relevante la Declaraci¨®n si, precisamente, no la votaban los socialistas. Y les hemos facilitado su estrategia. Hemos dejado de pelear por nuestra interpretaci¨®n del concepto de soberan¨ªa y as¨ª hemos contribuido pasivamente a su asimilaci¨®n independentista. Les ha venido bien a algunos para anclar al PSC en el inmovilismo. Y a otros les ha ido muy bien que eso sucediera. Para combatir la visi¨®n nacionalista de Catalunya no basta con oponerse, hay que proponer y defender otra visi¨®n del pa¨ªs. Y ayer perdimos otra oportunidad.

El proceso que ha llevado al n¨²cleo directivo del PSC a ordenar a los diputados y diputadas en el Parlament a votar en contra de la Declaraci¨®n de Soberan¨ªa que se ha aprobado ha puesto de manifiesto, de nuevo, graves evidencias en nuestro proyecto pol¨ªtico.

La primera radica en los procesos de an¨¢lisis, interpretaci¨®n, deliberaci¨®n y decisi¨®n de las grandes l¨ªneas y apuestas estrat¨¦gicas. El debate es sustituido por la obediencia, el di¨¢logo constructivo por la imposici¨®n de la autoridad. Se desprecia a las voces y razones diferenciadas. No se busca la s¨ªntesis, se impone una l¨®gica. Se reduce la argumentaci¨®n a la suma de mayor¨ªas y de minor¨ªas. Y en base a este c¨¢lculo se atribuye la asignaci¨®n de valor y de acierto: la mayor¨ªa siempre tiene raz¨®n. Tiene el poder, que no es lo mismo. Y en este bucle estamos.

La segunda tiene que ver con la capacidad de analizar, no solo los contextos y los hechos, sino las razones y las corrientes de fondo de la sociedad catalana, y en consecuencia encabezar la reconstrucci¨®n del espacio socialista en Catalunya. Ni hemos analizado el resultado electoral obtenido (aplazamiento vergonzante para una organizaci¨®n democr¨¢tica) ni hemos le¨ªdo bien las demandas de nuestra sociedad, que nos piden un proyecto pol¨ªtico claramente nacional, de nueva izquierda y de nueva pol¨ªtica m¨¢s cercana y transparente. Radicalidad nacional y democr¨¢tica.

Es comprensible, pues, el sentimiento de decepci¨®n, cuando no de irritaci¨®n, que esta conducta pol¨ªtica provoca en cada vez m¨¢s socialistas de dentro y fuera del partido. Un sentimiento que en muchos casos lleva a la conclusi¨®n de que el PSC ya no es reformable y a hacer efectiva la tentaci¨®n de abandonar. Lo comprendo, pero ser¨ªa un error.

En contra de esta tentaci¨®n, quiero alzar la voz. A favor de la esperanza y del esfuerzo colectivo de reconstrucci¨®n del socialismo catal¨¢n entendido como un esfuerzo de regeneraci¨®n democr¨¢tica y de afirmaci¨®n de la pluralidad del catalanismo. Un esfuerzo de m¨¢s democracia, m¨¢s debate y m¨¢s diversidad. Negarse hoy a hacer este ¨²ltimo esfuerzo ser¨ªa conceder una victoria demasiado f¨¢cil a los que persiguen desde siempre la destrucci¨®n del socialismo catal¨¢n, ofuscados por su concepci¨®n sectaria y empobrecedora de nuestra naci¨®n. Me rebelo. Juntemos las voces para una pol¨ªtica coral, no de solistas.

Para hacer posible esta reconstrucci¨®n es imprescindible hacer realidad una alternativa s¨®lida a la actual inercia pol¨ªtica. Una condici¨®n necesaria de esta alternativa es la superaci¨®n de las l¨®gicas internas ancladas en el pasado y de los clich¨¦s simplificadores. El denominador com¨²n de esta alternativa tiene que ser un cambio radical de la cultura pol¨ªtica. Y un compromiso sin hipotecas, ni peajes externos, a favor del m¨¢s amplio autogobierno de Catalunya.

Esta es mi opci¨®n y mi compromiso. Trabajar¨¦ para compartirlo cada d¨ªa con m¨¢s y m¨¢s compa?eros y compa?eras socialistas de dentro y fuera del partido. Espero que, pronto, una nueva primavera socialista, de ideas y energ¨ªas, fruct¨ªfera y positiva, pueda ofrecer una alternativa y un servicio al PSC, a la izquierda y a Catalunya.

Laia Bonet es miembro de la Comisi¨®n Ejecutiva Nacional del PSC.