Urkullu se explica ante un atento Rajoy

I?igo Urkullu ha reafirmado ante el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en su primer encuentro como lehendakari, su voluntad de hacer de la consolidaci¨®n del final de ETA uno de los principales ejes de su mandato. Tambi¨¦n ha avanzado el instrumento, la ponencia de Paz y Convivencia del Parlamento vasco, a la que ha pedido a Rajoy que participe el PP vasco junto con los dem¨¢s partidos, incluido EH-Bildu.

Urkullu pretende alcanzar en esa ponencia un amplio consenso del que surjan iniciativas para flexibilizar la pol¨ªtica penitenciaria de los presos de ETA, por un lado, y para que la izquierda abertzale y la banda terrorista hagan una revisi¨®n cr¨ªtica del pasado y del reconocimiento del da?o causado. Nada nuevo para Rajoy que conoce estas pretensiones de Urkullu desde que se las present¨® en su encuentro anterior, en julio, y que resumi¨® en siete folios y medio.

Pero de entonces a ahora han cambiado algunas cosas. Por un lado, Urkullu ya no es s¨®lo el presidente del PNV sino el lehendakari y tiene por delante cuatro a?os para llevar adelante estas propuestas que cuentan, de salida, con el respaldo de su partido y del PSE.

Por otro, se ha consolidado un frente de rechazo en la derecha m¨¢s radical, con la sorprendente participaci¨®n de UPyD, y el respaldo de algunos medios de comunicaci¨®n, que explota los sentimientos de algunas v¨ªctimas del terrorismo contra cualquier avance en la consolidaci¨®n del final ETA.

Ese frente de rechazo critica hoy el nombramiento por Urkullu de Jonan Fern¨¢ndez como secretario general de Paz y Convivencia del nuevo Gobierno vasco porque hace 20 a?os fue edil de HB en Tolosa (Gipuzkoa) sin tener en cuenta su trayectoria posterior en favor de la paz. Unos d¨ªas antes fue la cr¨ªtica a dirigentes del PP vasco por defender el di¨¢logo con representantes de EH-Bildu, elegidos democr¨¢ticamente. Antes fue el ataque desmesurado al Gobierno de Rajoy por seguir el mandato de un juez que decidi¨® excarcelar a un preso terminal de ETA, de acuerdo con le ley.

Este frente de rechazo defiende, con actitud inquisitorial, el inmovilismo, como si continuara el terrorismo; los comportamientos estancos en la sociedad vasca y el cumplimiento ¨ªntegro de penas de los terroristas frente a quienes abogan por un futuro de convivencia; por el di¨¢logo entre ideolog¨ªas opuestas, con la revisi¨®n cr¨ªtica del pasado, sobre todo de ETA y la izquierda abertzale y por la reinserci¨®n social de los terroristas como defiende la Constituci¨®n. De esto ha hablado Urkullu a un Rajoy, muy atento.