Un exconsejero madrile?o del PP acumul¨® 5,5 millones en cuatro a?os

Alberto L¨®pez Viejo, imputado en el llamado caso G¨¹rtel por su implicaci¨®n en el presunto cobro de comisiones ilegales y exconsejero del Gobierno de Esperanza Aguirre, acumul¨® en solo cuatro a?os un patrimonio ¡°no justificado¡± de, al menos, 5,5 milones de euros. Un informe de la Agencia Tributaria entregado al juez Pablo Ruz desvela que el exconsejero del PP declaraba unos ingresos anuales, como diputado y cargo p¨²blico, de entre 61.000 y 103.000 euros, dependiendo de los ejercicios.

Por eso en el documento que los auditores han remitido al magistrado se?alan que ¡°existen manifestaciones de enriquecimiento de Alberto L¨®pez Viejo que no se corresponden con las rentas conocidas¡±; es decir, sus remuneraciones como ¡°empleado p¨²blico¡± y ¡°diputado regional¡± en Madrid.

Los inspectores destacan, adem¨¢s, que L¨®pez Viejo mantiene un r¨¦gimen de separaci¨®n de bienes con su esposa, Teresa Gabarra Balsells, por lo que el ¡°acrecentamiento patrimonial¡± que se le puede adjudicar directamente es el siguiente: en 2002, 2,3 millones de euros; en 2003, 399.000; en 2006, 79.000 euros, en 2007, 115.000 y en 2008, 2,77 millones de euros. Los auditores dejan para otro informe posterior la investigaci¨®n sobre Gabarra, a la que creen poseedora de parte de la fortuna de L¨®pez Viejo. Sostienen que parte de todo este dinero proviene de las comisiones que el exdiputado recibi¨® de la trama encabezada por Francisco Correa (G¨¹rtel significa en alem¨¢n correa).

Los investigadores desgranan en su estudio los ingresos y gastos del exdiputado en los cuatro a?os citados. Y explican, por ejemplo, que en 2008 declar¨® unos ingresos de 103.812,55 euros, pero amortiz¨® un pr¨¦stamo de 1,8 millones y otro de 268.406,73. Por ello, la Agencia Tributaria afirma que solo con ¡°la defraudaci¨®n cometida en el Impuesto sobre la Renta de las Personas F¨ªsicas correspondiente a estos ejercicios¡± se puede alcanzar ¡°la trascendencia penal¡±. As¨ª cuantifican lo presuntamente defraudado a la Hacienda p¨²blica en unos 2,5 millones.

Los inspectores sostienen, de todas formas, que su informe es provisional y reclaman al juez que investigue la procedencia de los bienes de L¨®pez Viejo para hallar m¨¢s cuentas y patrimonio. Y apuntan en las siguientes direcciones: ?qui¨¦nes ingresaron dinero en las cuentas que el expol¨ªtico manten¨ªa en tres bancos espa?oles y qui¨¦nes fueron los beneficiarios de las transferencias que ¨¦l, a su vez, hac¨ªa?

Adem¨¢s, reclaman al magistrado ¡°una nueva comisi¨®n rogatoria a Suiza para conocer todos los movimientos¡± de la cuenta bancaria abierta a nombre de Teresa Gabarra en la Banca Mirabaud. En esta entidad, siempre seg¨²n la Agencia Tributaria, L¨®pez Viejo ten¨ªa tres dep¨®sitos: en francos suizos, libras esterlinas y euros.

L¨®pez Viejo declar¨® ante el juez el 31 de mayo 2002 que ¡°los fondos con los que abri¨® las cuentas proced¨ªan de su actividad profesional como abogado independiente¡±, adem¨¢s de ser propietario de ¡°participaciones accionariales por valor de 1,5 millones¡± en diversas empresas de hosteler¨ªa radicadas en Espa?a.

No obstante, en enero de 2008, L¨®pez Viejo intent¨® repatriar 503.670 francos suizos de una de sus cuentas. La encargada de cumplir sus deseos en el banco fue la trabajadora Michelle Follet, que escribi¨® la siguiente nota: ¡°El cliente hab¨ªa avisado de su intenci¨®n de repatriar parte de sus activos de una manera discreta¡±. Pero esta vuelta del dinero nunca se produjo, dicen los investigadores. La Agencia Tributaria concluye: ¡°Parece ser que este se?or cerr¨® pr¨¢cticamente sus cuentas en la banca suiza en enero de 2008. Pero no podemos asegurar que dejara, desde entonces, de tener localizado parte de su patrimonio en Suiza. Creemos que su c¨®nyuge, Teresa Gabarra, pudo pasar a detentar la titularidad de sus inversones financieras. Pero es una mera suposici¨®n derivada del hecho de que esta se?ora ten¨ªa [tambi¨¦n] una cuenta abierta en Suiza¡±. Por eso, insisten al magistrado que pida m¨¢s datos al pa¨ªs helv¨¦tico.