Exteriores asegura que ¡°no existe expolio fiscal, sino solidaridad¡±
El documento estima en 6.910 millones anuales el d¨¦ficit fiscal de Catalu?a
¡°No cabe admitir que existe un expolio fiscal, salvo que se admitan c¨¢lculos que resultan poco fiables; [pero s¨ª] existe una contribuci¨®n a la solidaridad prevista en la Constituci¨®n y que afecta a muchas otras comunidades aut¨®nomas¡±, asegura el manual elaborado por Exteriores. Uno de sus cap¨ªtulos se dedica a intentar desmontar el eslogan Espa?a nos roba,enarbolado por algunos dirigentes independentistas o, en terminos m¨¢s suaves, el d¨¦ficit fiscal denunciado por el Gobierno catal¨¢n.
El informe recuerda que las sucesivas modificaciones del sistema de financiaci¨®n auton¨®mica ¡ªdesde el primero, de 1980, hasta el vigente, de 2009, impulsado por el tripartito catal¨¢n¡ª han contado siempre con el visto bueno de la Generalitat. ¡°No existe por tanto una discriminaci¨®n sobre Catalu?a¡±, sino un descontento de varias comunidades, ¡°que se sienten as¨ª mismo desatendidas o agraviadas fiscalmente por el Estado¡±.
El documento parte de la base de que ¡°los territorios no pagan impuestos¡±, sino que son los ciudadanos quienes lo hacen y que ¡°la recaudaci¨®n fiscal en Catalu?a es mayor porque hay m¨¢s ciudadanos con rentas altas¡±. La renta per capita de Catalu?a, argumenta, era en 2012 el 119,7% de la espa?ola y, en 2009, el 120% de la europea.
Respecto a la balanza fiscal, ¡ªla diferencia entre los ingresos recaudados por el Estado en Catalu?a y los gastos realizados en la misma¡ª asegura que ¡°existen varios m¨¦todos¡± para calcularla, ¡°todos ellos igualmente v¨¢lidos desde el punto de vista t¨¦cnico y conceptual¡±; lo que explica que, para el a?o 2009, el saldo oscile entre 16.409 millones de euros y 792. ¡°La Generalitat de Catalu?a ha elegido el m¨¦todo de c¨¢lculo que arroja el saldo m¨¢s negativo y lo presenta como si fuera el ¨²nico cient¨ªficamente aceptable¡±, apostilla.
Los autores del informe sostienen que ¡°los saldos fiscales var¨ªan de un a?o a otro¡± y que, ¡°en los a?os de prosperidad, con ingresos fiscales altos, las regiones m¨¢s ricas, como Madrid y Catalu?a, tienen un d¨¦ficit fiscal m¨¢s alto. En los a?os de crisis, lo tienen menor e incluso puede convertirse en super¨¢vit fiscal.¡± Pese a ello, admite que, ¡°si se toma la media de los cinco a?os 2006-2010, la balanza fiscal catalana arojar¨ªa un d¨¦ficit medio de 6.910 millones a?o¡±.
¡°Estas explicaciones¡±, concluyen, ¡°en ning¨²n caso impugnan el hecho de que, desde hace varias d¨¦cadas, Catalu?a aporta pr¨¢cticamente siempre m¨¢s ingresos al Estado que los que recibe en forma de transferencias, servicios e inversiones: esto es, que Catalu?a contribuye solidariamente al equilibrio territorial de Espa?a¡±. Esta situaci¨®n, sin embargo, es similar a la que se produce en la UE, donde ¡°Alemania lleva d¨¦cadas contribuyendo generosamente a los fondos de desarrollo y nadie duda del efecto beneficioso que para su econom¨ªa y sus empresas ha supuesto esta contribuci¨®n¡±.
El documento recuerda que, entre 1986 y 2006, Catalu?a ha obtenido 8.640 millones de los Fondos Estructurales y Fondos de Cohesi¨®n europeos y que el Gobierno, a trav¨¦s del Fondo de Liquidez Auton¨®mica o del Plan de Pago a Proveedores, ha permitido a la Generalitat acceder a cr¨¦ditos por 13.000 millones en 2012 y 9.000 este a?o.
¡°El lema Espa?a nos roba no solo es insostenible en t¨¦rminos estrictamente econ¨®micos¡±, asegura Exteriores, sino que supone un ¡°retroceso moral¡± que ¡°se vuelve contra los que lo gritan al manchar una trayectoria estimable en t¨¦rminos de solidaridad de la sociedad catalana¡±.
Finalmente, esboza con tintes sombr¨ªos las consecuencias econ¨®micas de la secesi¨®n: el nuevo Estado, autom¨¢ticamente excluido de la UE, deber¨ªa pagar aranceles para vender sus productos a Espa?a y a los dem¨¢s socios de la Uni¨®n, as¨ª como a terceros estados con los que la UE tiene acuerdos de libre comercio; sufrir¨ªa una ca¨ªda de en torno al 20% de su PIB y una deslocalizaci¨®n de empresas de alcance ¡°impredecible¡±; y ¡°la refinanciaci¨®n y pago de la deuda acumulada por Catalu?a, de m¨¢s de 50.000 millones, ser¨ªa inabordable sin graves efectos fiscales para la poblaci¨®n¡±.
Los casos de Escocia, Quebec y Kosovo
¡°Los casos de Escocia y Quebec son ejemplos de c¨®mo el imperio de la ley es el ¨²nico camino para desarrollar opciones pol¨ªticas¡±. El manual de Exteriores analiza los precedentes de Reino Unido y Canad¨¢ para llegar a la conclusi¨®n de que en ambos supuestos se ha respetado el marco legal interno, diferente del espa?ol. Si en Escocia est¨¢ previsto un referendum independentista, el pr¨®ximo 18 de septiembre, es porque el Parlamento de Westminster ha transferido al de Edimburgo la competencia para convocar una consulta y tambi¨¦n porque ¨¦sta est¨¢ prevista en el Acta de Escocia de 1998, equivalente al Estatuto de autonom¨ªa. ¡°El acuerdo alcanzado es coherente con la historia y el marco constitucional de Gran Breta?a, muy distinto del espa?ol, y no entra?a el reconocimiento de un supuesto derecho de secesi¨®n unilateral¡±. Lo mismo predica de la provincia franc¨®fona de Quebec, que ha pactado con las autoridades canadienses los sucesivos referendos independentistas.
Kosovo s¨ª proclam¨® su secesi¨®n unilateral de Serbia, pero la ¡°diferencia radical¡± es que su poblaci¨®n fue ¡°objeto de atrocidades contrarias a los m¨¢s elementales postulados del derecho internacional¡±, lo que encaja en uno de los supuestos que justifican el derecho de autodeterminaci¨®n. A¨²n as¨ª, Espa?a no reconoce su independencia.
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