6 fotosLos supervivientes de TarajalLos subsaharianos que intentaron entrar el jueves en Ceuta acampan en los montes marroqu¨ªes pr¨®ximos a la fronteraJuli¨¢n RojasJ. J. G¨¢lvezCastillejos - 10 feb 2014 - 21:54CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceBuback quiere llegar a Barcelona. En la ciudad catalana vive actualmente uno de sus hermanos, seg¨²n cuenta este maliense de 17 a?os, aficionado del Real Madrid. Sentado en la cueva donde duerme, a apenas tres kil¨®metros del paso fronterizo de Ceuta, el chaval enciende un fuego para calentarse en la noche del viernes. En franc¨¦s, relata que se oculta desde hace un a?o en los monta?as con el objetivo de superar alg¨²n d¨ªa la valla que separa Marruecos de Espa?a. Y, de hecho, el pasado jueves, ¨¦l tambi¨¦n se lanz¨® al Mediterr¨¢neo para intentar llegar a suelo ceut¨ª. Pero no lo consigui¨®. "La Guardia Civil nos disparaba pelotas de goma", cuenta. Una acusaci¨®n que niega la delegaci¨®n del Gobierno y el instituto armado.Juli¨¢n RojasLa Guardia Civil calcula que el pasado jueves murieron 14 inmigrantes durante el intento de entrada a Ceuta. Pero, hasta ahora, tan solo se han encontrado diez fallecidos. La polic¨ªa marroqu¨ª recuper¨® el mismo jueves nueve cuerpos en aguas de dicho pa¨ªs. Y, el pasado s¨¢bado, los agentes del instituto armado localizaron a uno de los subsaharianos sin vida en territorio espa?ol. A falta de hallar otros cuatro cad¨¢veres, el Grupo Especial de Actividades Subacu¨¢ticas (GEAS) de la Benem¨¦ritca contin¨²a con las labores de rastreo, siempre en aguas jurisdiccionales de Ceuta. En la fotograf¨ªa, una embarcaci¨®n de la Guardia Civil busca a los desaparecidos.Juli¨¢n RojasLos inmigrantes escondidos en Marruecos insisten en que los efectivos de la Guardia Civil les dispararon pelotas de goma y les lanzaron gas lacrim¨®geno cuando se encontraban en el agua. "Muchos de mis compa?eros se desmayaron al inhalarlo", subraya Musa Khalifa, un nigeriano de 20 a?os. El delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco Antonio Gonz¨¢lez P¨¦rez, reconoci¨® el viernes que el instituto armado emple¨® material antidisturbios. "Pero nunca contra las personas. Solo al aire y para asustar", afirm¨®. "Las pelotas se lanzaron en el¨ªptica, por encima de la valla", ha insistido Interior. En la fotograf¨ªa, un subsahariano describe el enfrentamiento con la Guardia Civil.Juli¨¢n RojasEn la fotograf¨ªa, Buback, Abderraman y Nikola descienden por una escarpada monta?a, camino de las cuevas en las que duermen. Cerca de ellas, a solo diez minutos a pie, se encuentra una explanada redonda de piedras (a la que denominan "campo de f¨²tbol") donde se concentraron los m¨¢s de 300 inmigrantes que el pasado jueves intentaron traspasar la frontera ceut¨ª. Quedaron a las doce de la noche, explican. Y a las dos de la madrugada comenzaron su marcha. Tres horas despu¨¦s trataron por primera vez de cruzar la valla. No tuvieron ¨¦xito. Hubo un segundo intento. Pero tampoco lo lograron. Durante el tercero, cuando se lanzaron al Mediterr¨¢neo para bordear el espig¨®n que separa Espa?a y Marruecos, ocurri¨® la tragedia.Juli¨¢n RojasRas Luta (Castillejos, Marruecos) es el pueblo m¨¢s cercano a sus cuevas. Aunque, para llegar hasta esa peque?a aldea, tienen que andar durante m¨¢s de una hora. Por el camino que une ambos puntos se observa a los inmigrantes cargando botellas de agua, bolsas de comida y sacos de mantas sobre sus cabezas. En la ma?ana del s¨¢bado, los m¨¢s de veinte subsaharianos que deambulan por las monta?as coinciden en lo mismo, acusan a la Guardia Civil de dispararles cuando trataban de alcanzar la playa de Tarajal. "Sent¨ª un golpe en la cabeza. Y ca¨ª al agua. Entonces me sac¨® un polic¨ªa marroqu¨ª", apostilla Musa Khalifa. En la fotograf¨ªa, uno de los inmigrantes muestra donde vive.Juli¨¢n RojasLleg¨® a Marruecos hace un a?o. Lo hizo en coche y pag¨® por ese viaje 600 euros. En su pa¨ªs natal, Mali, Buback dej¨® a sus padres y a uno de sus hermanos. El joven explica que conoc¨ªa a varios de los subsaharianos fallecidos en el paso fronterizo de Ceuta. Eso s¨ª, no recuerda c¨®mo se llamaban. As¨ª que telefonea a un amigo que tambi¨¦n conoc¨ªa a los muertos y repite sus nombres: "Dacoleiv, Keta Ibrahim, Oncle Nonga, S. Matin". De Camer¨²n, Togo, Senegal. En la fotograf¨ªa, el chaval aguarda a "un compa?ero" en un camino que transcurre entre las monta?as pr¨®ximas a la ciudad aut¨®noma.Juli¨¢n Rojas