La izquierda y Europa
En un reciente art¨ªculo publicado por Financial Times, Alexis Tsipras cita a Arthur Miller: ¡°Puede hablarse del fin de una ¨¦poca cuando sus grandes ideales se han agotado¡±. Resulta dif¨ªcil negar que el diagn¨®stico conviene perfectamente a la Europa de hoy. Ello no supone euroescepticismo. Si hay una sensaci¨®n de fracaso en Europa, es porque naci¨® en parte de una necesidad perentoria de coordinaci¨®n econ¨®mica, pero fue impulsada tambi¨¦n por el ideal de superar una guerra civil de autodestrucci¨®n y responder a su tradici¨®n humanista y de avances sociales. Pues bien, la crisis la ha reducido a un agregado de intereses bajo estricto control de los centros de poder econ¨®micos, y en particular de Alemania y del capital financiero (por lo dem¨¢s causante de la propia crisis). Los beneficios y los grandes costes de la pol¨ªtica resultante de ¡°austeridad¡± son bien conocidos.
Resulta dif¨ªcil negar que estamos en el fin de una ¨¦poca porque los grandes ideales de Europa se han agotado
El acierto de Tsipras consiste en no proponer la salida de la eurozona, sino su refundaci¨®n atendiendo a una redistribuci¨®n del poder, en sentido democr¨¢tico, y a la prioridad de desplazar la atenci¨®n hacia la gran mayor¨ªa de ciudadanos v¨ªctimas de la depresi¨®n. ¡°Hay que crecer¡±, advierte apoy¨¢ndose en Obama. El problema reside en sus acompa?antes, en Francia y a¨²n m¨¢s entre nosotros. Cuando en TVE su socio hispano declaraba que el problema en Europa era ¡°el capitalismo¡± y basta, y en Espa?a ¡°el capitalismo¡± y basta, o con un gesto a?os treinta hablaba de Ucrania como si fuera el portavoz de Putin, la sensaci¨®n era de regresar al mundo del ¡°clase contra clase¡±.
No falta, en otras izquierdas, el brote de ¡°socialismo del siglo XXI¡±, cuya carga de populismo y manipulaci¨®n cabe apreciar all¨ª donde ha germinado en un espacio de laboratorio universitario (v¨¦anse en You Tube las violencias de ¡°contrapoder¡±, antecedente de Podemos, contra Rosa D¨ªez, y los art¨ªculos justificativos del l¨ªder en Google). De arriba a abajo, una ¨ªnsula chavista.
Sin ilusiones, subsiste el recurso a la socialdemocracia, antes protagonista ¡ªcon el comunismo democr¨¢tico: PCI, PCE, PCF¡ª de la construcci¨®n del Estado de derecho y si domina en el Parlamento europeo, capaz de constituir el ¨²nico poder compensatorio de la hegemon¨ªa conservadora. Martin Schulz es un reformista de ideas claras. Angela Merkel no se conmover¨¢ por ello, pero al menos el Parlamento no ser¨¢ su correa de transmisi¨®n. Aqu¨ª, con todas sus limitaciones, puede ser el ¨²nico instrumento eficaz para el obligado diguem no a la ceguera voluntaria del Gobierno ante la pobreza, los desahucios o el cierre de comercios; a una pol¨ªtica de ¡°se?ores¡±, Ca?ete dixit, y para ¡°se?ores¡±, vejatoria para la mujer, desde el exabrupto tras el debate a la ley del aborto.
Y no olvidemos a Tsipras.
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