Buscar la excelencia all¨¢ donde se encuentre
La autora, directora de la Fundaci¨®n Pr¨ªncipe de Asturias, recorre la historia de la instituci¨®n
¡°S¨®lo es posible avanzar cuando se mira lejos¡±.
Jos¨¦ Ortega y Gasset
Graciano Garc¨ªa, director em¨¦rito vitalicio de la Fundaci¨®n Pr¨ªncipe de Asturias, ha guardado durante 34 a?os la hoja de papel en la que S.A.R. el Pr¨ªncipe de Asturias escribi¨® con su letra de ni?o el primer discurso que pronunci¨® en el Teatro Campoamor de Oviedo.
La historia de la Fundaci¨®n estar¨¢ para siempre unida a la figura del futuro Rey Felipe VI quien, aquel d¨ªa de octubre pronunci¨® sus primeras palabras en p¨²blico en la ceremonia de entrega de los Premios Pr¨ªncipe de Asturias y, durante m¨¢s de treinta a?os, ¨Cen los ¨²ltimos acompa?ado por la Princesa de Asturias¨C ha apoyado el trabajo de una instituci¨®n que ha alcanzado un gran prestigio internacional en el ¨¢mbito de la cultura.
Veinticinco a?os despu¨¦s de aquella ceremonia, en su discurso de 2005, Don Felipe dec¨ªa que en la Fundaci¨®n ¡°no ha habido un solo d¨ªa para la quietud ni un momento para el des¨¢nimo¡±.
Esta es la actitud que mantenemos hoy porque estamos convencidos de la importancia de seguir buscando la excelencia y la ejemplaridad all¨ª d¨®nde se encuentren, para ofrecer a la sociedad nuevos ejemplos en un mundo cada vez m¨¢s conectado, m¨¢s cambiante y, como dir¨ªa Zygmunt Bauman, m¨¢s l¨ªquido, en el que la necesidad de referencias estables es, si cabe, mayor.
A lo largo de estos a?os, la Fundaci¨®n ha desarrollado una personalidad propia, con un car¨¢cter definido por su visi¨®n de largo alcance, su apuesta decidida por los valores y la cultura en todas sus manifestaciones y su capacidad de conexi¨®n con la sociedad. Son todos ellos intangibles, como intangible es el n¨²cleo de su actividad: premiar, fijar la vista en los mejores, reconocerlos, ensalzarlos y, al hacerlo, tom¨¢ndolos como ejemplo, ponernos metas como personas, como ciudadanos y como sociedad.
Espa?a es ¨Cafirm¨® Don Felipe en el discurso de la ceremonia del a?o pasado¨C ¡°una gran naci¨®n que vale la pena vivir, y querer, y por la que merece la pena luchar¡±. Y destac¨®, adem¨¢s, el ¡°ejemplo de madurez, de responsabilidad y de conciencia c¨ªvica¡± que est¨¢ dando la sociedad espa?ola.
Para ella, para la sociedad espa?ola, trabaja la Fundaci¨®n, con la misma ilusi¨®n, responsabilidad y amor por el detalle que la ha acompa?ado desde su nacimiento, sin tiempo para la autocomplacencia y con la convicci¨®n de trabajar en un ¨¢mbito global conservando sus hondas ra¨ªces espa?olas y asturianas.
Y es esa misma sociedad la que, con su apoyo y confianza nos legitima, y la que ha llevado a nuestros Premios, sin perder su identidad y naturaleza, a trascenderlas para convertirse en un patrimonio com¨²n de todos los espa?oles.
En definitiva, en las tres d¨¦cadas que median entre la primera y la ¨²ltima edici¨®n de los Premios, la Fundaci¨®n ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, ha desarrollado una gesti¨®n basada en el rigor y la austeridad, que busca la excelencia y el buen hacer en todas sus actividades y que entiende la cultura tambi¨¦n como un factor de crecimiento econ¨®mico y desarrollo social.
As¨ª, sin ser ajena al contexto socioecon¨®mico que le ha tocado vivir en cada momento, y teniendo presente, como nos recuerda nuestro premiado Claudio Magris en sus obras, que la Historia es una parte fundamental de nuestras vidas, la Fundaci¨®n aspira a mantenerse como una referencia en la responsabilidad de identificar y reconocer a los mejores ejemplos de nuestra sociedad.
Teresa Sanjurjo es directora de la Fundaci¨®n Pr¨ªncipe de Asturias
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