La alta velocidad, probable causa del siniestro de Murcia
El conductor ha sido imputado por homicidio, lesiones y conducci¨®n imprudente Los Reyes acuden este lunes al funeral
¡°?Vaya desgracia! Es una tortura que pase esto. ?Es gente que conoces!¡±, exclamaba este domingo, con los ojos al borde del llanto, un vecino del municipio agr¨ªcola de Bullas (Murcia) agarrado a su alcalde, Pedro Chico. Catorce de sus vecinos (11 mujeres y tres hombres) perdieron la vida en la noche del s¨¢bado al domingo mientras volv¨ªan de una peregrinaci¨®n a Madrid. El autob¨²s en el que viajaban cay¨® dando vueltas de campana por un terrapl¨¦n de unos 20 metros, tras tomar una curva a una velocidad excesiva, seg¨²n fuentes de la Guardia Civil y la Delegaci¨®n del Gobierno en Murcia. Lo que comenz¨® con un viaje de la parroquia acab¨® convirti¨¦ndose en el tercer accidente m¨¢s grave ocurrido en las carreteras espa?olas desde 2000.
El nuevo cura y 13 feligreses
El cura Miguel Conesa ten¨ªa 36 a?os y llevaba solo dos meses como p¨¢rroco de Nuestra Se?ora del Rosario de Bullas. Ayer su vida se apag¨® a las cuatro de la ma?ana en una cama de hospital. ¡°Y muri¨® feliz de encontrarse con el Se?or, junto a sus feligreses. Estaba preparado¡±, destac¨® el seminarista, Lope Nadal. Miguel Conesa era el ¨²nico cura que oficiaba en la parroquia de Nuestra Se?ora del Rosario de Bullas y deja un gran vac¨ªo en un lugar en el que tardaran en olvidar a los 13 parroquianos fallecidos: personas trabajadoras, amigos, compa?eras de trabajo o matrimonios de gente mayor que en muchos casos dejan hijos.
Conesa, que entr¨® en el seminario con 19 a?os, hab¨ªa llegado de la di¨®cesis de Cartagena (Murcia) y ten¨ªa gran ilusi¨®n en acudir al Cerro de los ?ngeles (Madrid) a adorar a la santa Madre Maravillas, como hacen cada a?o sus feligreses. Estaba entusiasmado por el amor hacia una monja carmelita que antes de ser santificada por Juan Pablo II, en 2003, fue turista en Bullas largos veranos. ¡°En su ¨²ltima misa, mientras guardaba la custodia, mir¨® al cielo y dijo que pedir¨ªa por el pueblo de Bullas¡±, recuerda Rosario G¨®mez. ¡°Era una persona maravillosa, divina; oficiaba como los de verdad, siendo humano¡±, recuerda la feligresa. ¡°Es una desgracia¡±, repiti¨® hasta en cuatro ocasiones: ¡°No me creo que ya no est¨¦n¡±.
Dos autobuses partieron a las cinco de la ma?ana del s¨¢bado rumbo a Madrid para participar en un acto de devoci¨®n en honor de la santa Madre Maravillas, una monja que sol¨ªa pasar sus veranos en este municipio antes de su santificaci¨®n. La excursi¨®n organizada por la parroquia de Nuestra Se?ora del Rosario de Bullas a Madrid, a la que se apuntaron un centenar de parroquianos, apenas iba a durar una jornada.
Muchos dormitaban sobre las 23.20 del s¨¢bado cuando, a la altura del kil¨®metro 30 de la carretera de Calasparra (RM-714), en la zona de Venta del Olivo, cerca de Cieza, el conductor de uno de los autocares se salt¨® la mediana. El veh¨ªculo, perteneciente a la empresa de Calasparra Jos¨¦ Ruiz Campos y matriculado en 2001, cay¨® hacia la izquierda. Diez personas murieron en el momento del choque. Los primeros en llamar a emergencias fueron los viajeros que salieron por su propio pie del veh¨ªculo siniestrado.
El exceso de velocidad, seg¨²n comunic¨® el delegado del Gobierno en Murcia, Joaqu¨ªn Bascu?ana, es la principal hip¨®tesis de accidente que manejan los peritos de la Guardia Civil. De momento, al conductor ¡ªhospitalizado bajo observaci¨®n debido a las arritmias card¨ªacas sobrevenidas tras el choque¡ª se le imputan los delitos de homicidio involuntario, conducci¨®n temeraria y lesiones.
¡°Seguimos estudiando las causas¡±, apunt¨® Bascu?ana, ¡°porque todo sobre el papel est¨¢ perfecto: el conductor hac¨ªa media hora que hab¨ªa cambiado turno, ten¨ªa mucha experiencia, ning¨²n fallo en el carn¨¦ por puntos o accidente en su historial. Dio negativo en las pruebas de alcohol y drogas y el veh¨ªculo hac¨ªa dos d¨ªas que hab¨ªa pasado la inspecci¨®n t¨¦cnica (ITV)¡±.
La cercan¨ªa al pueblo, a una media hora de Bullas, hizo que muchos vecinos se trasladaran al lugar de los hechos apenas ocurri¨® el accidente. ¡°La escena era dantesca¡±, relat¨® el alcalde. En algunos corrillos se comentaba el rumor de que el conductor grit¨® ¡°?no responden los frenos!¡± antes del accidente, algo no confirmado por las autoridades.
¡°El impacto es total; en todas las casas se habla de ello. Todo el mundo me para a preguntarme y ya no s¨¦ qu¨¦ decirles¡±, reflexionaba el alcalde, con una palidez y un desasosiego producto del insomnio, en el pabell¨®n deportivo Juan Valera antes de que llegaran los f¨¦retros de las v¨ªctimas. Hasta la improvisada capilla ardiente acudieron cientos de personas en busca de informaci¨®n y consuelo. De los 42 heridos, 12 recibieron el alta en los distintos hospitales de Murcia y Hell¨ªn (Albacete) a los que fueron desplazados. Al cierre de esta edici¨®n, solo una paciente continuaba en la Unidad de Cuidados Intensivos y otra en una unidad de Rehabilitaci¨®n.
El pueblo entero est¨¢ conmocionado. Los psic¨®logos que estuvieron en el pabell¨®n atendieron a diversas personas en estado de nerviosismo. El final de la historia no es el esperado en un pueblo fervoroso como Bullas, donde se enorgullecen de tener a 32 p¨¢rrocos ejerciendo fuera del municipio. Emilio Mart¨ªnez, un obrero jubilado que supera los 80, ten¨ªa previsto haber ido al viaje, pero la enfermedad de su mujer lo evit¨®. ¡°Estaba escuchando la radio y, cuando lo supe, ya no me pude dormir¡±, dec¨ªa desganadamente a las puertas del polideportivo. Este lunes est¨¢ previsto un entierro conjunto en este pueblo de 12.000 habitantes, dedicado principalmente a la industria conservera de fruta. Los Reyes confirmaron su asistencia al entierro, as¨ª como el ministro de Interior, Jorge Fern¨¢ndez.
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