La red yihadista de Ikassrien captaba adeptos en la mezquita de la M-30
El juez Ruz procesa a la banda liderada por el expreso de Guant¨¢namo
La red de captaci¨®n de yihadistas encabezada por el ex preso de Guant¨¢namo Lahcen Ikassrien estableci¨® su principal caladero de adeptos en la mezquita de la M-30, la mayor de Madrid. La cafeter¨ªa de este centro de culto se convirti¨® en base de reclutamiento y adoctrinamiento de combatientes islamistas con destino a Irak y Siria, seg¨²n se desprende del auto del juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, que ayer proces¨® a 15 miembros de la banda, desarticulada el pasado junio. Familiares de miembros de la red confirmaron a los investigadores el proceso de radicalizaci¨®n de aquellos tras contactar con los c¨ªrculos salafistas de la mezquita madrile?a.
Se llamaban entre ellos Brigada Al-Andalus y fueron dejando un notable rastro de su actividad yihadista en papeles, v¨ªdeos y redes sociales. Es el caso de Hicham Chentouf, que se enrol¨® en el Estado Isl¨¢mico en Siria en el oto?o de 2013. Este joven empez¨® a acudir al Centro Cultural Isl¨¢mico de Madrid (la mezquita de la M-30) en 2010. Tras un a?o de contacto con la red de Ikassrien, Hicham se dej¨® crecer la barba y abraz¨® las tesis del islam m¨¢s rigorista, hasta ser nombrado im¨¢n de la mezquita de Yunquera de Henares (Guadalajara). En junio de 2014, colg¨® en su perfil de Facebook, un permiso del emir militar del ISIS en Homs (Siria) para ausentarse una semana del combate. Meses antes, en febrero, public¨® una foto suya en la red social con un fusil AK-47.
Un caso parecido es el de Ismail Afalah, quien en mayo pasado, tras un a?o de asistencia a la mezquita de la M-30 con el l¨ªder operativo de la banda, Omar El Harchi, pidi¨® el finiquito en la empresa donde trabajaba y se integr¨® en las filas del EI en Siria. Sus padres cre¨ªan que su hijo estaba de vacaciones.
El grupo estaba liderado supuestamente por Lahcen Ikassrien, antiguo miembro de la c¨¦lula de Abu Dah Dah y que pas¨® cuatro a?os en el centro de detenci¨®n estadounidense de Guant¨¢namo tras ser capturado en 2001 en Afganist¨¢n y fue absuelto tras su juicio en Espa?a en 2006. En el auto de procesamiento, de 49 p¨¢ginas, el juez Ruz desgrana el reparto de tareas en la organizaci¨®n, activa desde 2011 y que lleg¨® a contar con una finca para el adiestramiento de los combatientes en las cercan¨ªas de ?vila. El magistrado describe a Ikassrien, de 46 a?os, como ¡°l¨ªder carism¨¢tico¡± del grupo salafista, una especie de ide¨®logo que se complementaba con Omar El Harchi, cabecilla operativo, volcado en las labores financieras y de captaci¨®n, primero en la mezquita de la M-30 y desde 2013 en Tetu¨¢n (Marruecos). Dos miembros del grupo, Abdelatif El Morabet y Bilal El Helka, fallecieron en combate en Siria en 2012.
En el domicilio de Ikassrien, en el barrio madrile?o de la Concepci¨®n, los agentes de la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n hallaron numerosa documentaci¨®n manuscrita destinada al adoctrinamiento de futuros combatientes islamistas. Uno de los elementos que destaca el magistrado en su resoluci¨®n es una poes¨ªa que ensalza la figura de Osama Bin Laden, l¨ªder de Al Qaeda que orden¨® los atentados contra Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001, y una carta de su pu?o y letra en la que manifiesta al reclutador, tambi¨¦n procesado, Nabil Benazzou, que ¡°es una obligaci¨®n hacer la Yihad¡±.
Adem¨¢s de los papeles, a Ikassrien se le incautaron v¨ªdeos de entrenamientos de los miembros del Estado Isl¨¢mico, archivos de audio con c¨¢nticos religiosos yihadistas y al menos cuatro discos compactos de incitaci¨®n a la guerra contra los no musulmanes. Adem¨¢s del delito de integraci¨®n en organizaci¨®n terrorista en calidad de jefe, castigado con hasta 12 a?os de c¨¢rcel, a Ikassrien se le imputa falsedad documental, ya que en el registro se le intervino un permiso de residencia espa?ol con su nombre y su fotograf¨ªa pero cuyo n¨²mero correspond¨ªa con el de otra persona. El supuesto l¨ªder de la banda manifest¨® que compr¨® este documento a su due?o por 300 euros.
El gran organizador del grupo era, sin embargo, Omar El Harchi. Seg¨²n el auto, este ¡°sujeto radical¡± activo en ¡°uno de los c¨ªrculos de la mezquita de la M-30¡± capt¨® y adoctrin¨® a los dos combatientes fallecidos en Siria. El Harchi fue quien abon¨® en met¨¢lico los billetes de avi¨®n con los que El Morabet y El Helka viajaron a Turqu¨ªa para entrar en Siria.
El Harchi se convierte, seg¨²n Ruz, en la ¡°figura de referencia¡± en el desplazamiento de los yihadistas a las zonas de conflicto. Junto a su lugarteniente, Nabil Benazzou, planeaba desplazarse a Siria y desde all¨ª organizar la entrada de otros miembros de la banda en alguna de las filiales de Al Qaeda en ese pa¨ªs en guerra.
D¨ªas antes de que se desencadenara la Operaci¨®n Gala contra la red yihadista de Ikassrien, Nabil Benazzou destruy¨® gran cantidad de papeles comprometedores. Sin embargo, olvid¨® una memoria inform¨¢tica tipo USB con v¨ªdeos y proclamas yihadistas de todo tipo. Uno de estos v¨ªdeos muestra a una mujer, identificada con el nombre de F¨¢tima, que cuenta las supuestas violaciones y abusos sufridas por las presas en la c¨¢rcel de Abu Graibh, del Ej¨¦rcito estadounidense en Irak. En el v¨ªdeo, seg¨²n el auto, esta mujer ¡°hace un llamamiento a los muyahidines para que las maten a ellas y a sus violadores¡± para poder as¨ª ¡°descansar¡±. Otro v¨ªdeo pretende ¡°transmitir la idea de que las operaciones suicidas son una obligaci¨®n primordial frente a otras obligaciones religiosas¡±.
Otro supuesto adoctrinador, Mohamed Bouyakhlef, alias Mohamed El Grande, pose¨ªa otra memoria USB en su mesilla de noche. Este dispositivo conten¨ªa v¨ªdeos de extrema violencia, como el degollamiento de un comandante del Ej¨¦rcito del presidente sirio Bachar el Asad o el asesinato de tres personas en su casa acusadas de apostas¨ªa.
El juez Ruz tomar¨¢ declaraci¨®n a los miembros de la red detenidos en Espa?a antes de enviarlos definitivamente a juicio.
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