Pinchazo

El pinchazo del independentismo es rotundo. Comparado con las otras tres opciones, consigue su peor resultado (36,2%) desde oto?o de 2012 (44,3%), cuando empez¨® la gran movida de las Diadas soberanistas, lo que se dispar¨® a¨²n m¨¢s hace un a?o (48,5%). Y preguntados a pelo entre el s¨ª y el no a una independencia, los secesionistas (44,5%) pierden por vez primera frente a los dem¨¢s (45'3%).

?Por qu¨¦? Porque el despertar al abrupto final de la ¡°unidad¡± del soberanismo es ¨¢cido. Ya antes del 9-N esa unidad qued¨® capitidisminuida cuando muchos adivinaron en la estrategia de Artur Mas no un abecedario para un Estado propio sino un manual para ganar las pr¨®ximas elecciones. Eso se convirti¨® en evidente con su conferencia (25 de noviembre) proponiendo una elecci¨®n plebiscitaria en su favor. En nuestro pa¨ªs, la unidad goza de glamour, pero abusar de su invocaci¨®n se paga caro.

Ni un solo resultado tangible, ni grande ni mediano ni peque?o, se ha generado en dos a?os de movilizaci¨®n

Al tiempo, se produce una saturaci¨®n. La fatiga. La ciudadan¨ªa no puede estar d¨ªa y noche en estado de rebeli¨®n (pac¨ªfica) sin preguntarse por los resultados de la utop¨ªa o la ficci¨®n que le proponen. Ni un solo resultado tangible, ni grande ni mediano ni peque?o, se ha generado en dos a?os de movilizaci¨®n. Si acaso, una gobernanza tan lamentable como la del m¨¢s mediocre pa¨ªs europeo y el olvido de las urgencias sociales: un Parlament que apenas legisla, un Gobierno sin otro programa que el sue?o monocorde; unas instituciones secuestradas por la agitaci¨®n y la propaganda. Y un discurso que ha pasado del elogio de lo ¡°unitario¡± a la claudicaci¨®n ante lo ¡°¨²nico¡±, ese deslizamiento caudillista. O sea, la gente empieza a estar harta.

Es muy significativo que los fugitivos del separatismo se apuntan sobre todo al federalismo, seguido de otras opciones autonomistas

Es muy significativo que los fugitivos del separatismo (un 9,1%, diferencia entre 45,3% y 36,2%), se apuntan sobre todo (6,7 puntos) al federalismo, seguido de otras opciones autonomistas. Convendr¨ªa que los l¨ªderes soberanistas se cayesen de su nube y menospreciasen menos a Miquel Iceta, Josep Antoni Duran Lleida y compa?¨ªa. Catalu?a no es ning¨²n, con perd¨®n, Movimiento Nacional, ni siquiera en versi¨®n cuatribarrada. Catalu?a es plural.

Ahora bien, qu¨¦ poco dura la alegr¨ªa en casa del pobre: el fiasco secesionista (en voto mayoritario) queda bien disfrazado por su traducci¨®n parlamentaria (en atribuci¨®n desproporcionada a favor de las comarcas). Contra recientes encuestas privadas, la de la Generalitat otorga mayor¨ªa al inestable t¨¢ndem Converg¨¨ncia-Esquerra. Claro est¨¢ que al partit del president le atribuye la primogenitura en voto estimado, gracias a un egregio trabajo de cocina. Pero alguien recordar¨¢ que al candidato Mas-Mois¨¦s la encuesta oficial previa al 25-N de 2012 le pronosticaba una apabullante mayor¨ªa. Y que el Gran Timonel perdi¨® entonces el santo y la se?a.