El Supremo ordena repetir el juicio por el asesinato de Isa¨ªas Carrasco
El alto tribunal considera que la Audiencia Nacional excluy¨® sin motivo una prueba
El Tribunal Supremo ha ordenado a la Audiencia Nacional repetir el juicio por el asesinato del exconcejal socialista de Mondrag¨®n (Gipuzkoa) el 7 de marzo de 2008. El alto tribunal considera que la Secci¨®n Tercera de la Audiencia no tuvo en cuenta una prueba de cargo que, seg¨²n las acusaciones, hubiera permitido condenar por este crimen al miembro de ETA Beinat Aginagalde Ugartemendia. La prueba ¨Cel reconocimiento fotogr¨¢fico del etarra por parte de dos testigos del atentado- fue excluida por el tribunal que absolvi¨® a Aginagalde el pasado 26 de junio. El Supremo considera que la Audiencia vulner¨® el derecho a la tutela judicial efectiva tanto de la familia de la v¨ªctima como de la fiscal¨ªa, que recurrieron la sentencia.
El Supremo no solo ordena repetir la vista oral, sino que exige que sea una secci¨®n distinta de la Tercera la que acoja el nuevo juicio. En su sentencia, la m¨¢s alta instancia judicial espa?ola se?ala que la gravedad de los hechos ¡°exige una valoraci¨®n muy minuciosa y detallada de la prueba de cargo concurrente, sin recurrir a f¨®rmulas estereotipadas ni excluir de la valoraci¨®n pruebas de cargo legalmente v¨¢lidas¡±. La sentencia de la Sala de lo Penal del Supremo cuenta con dos votos particulares. Por un lado el magistrado Perfecto Andr¨¦s Ib¨¢?ez era partidario de confirmar la sentencia absolutoria de la Audiencia. Por otro, su colega Alberto Jorge Barreiro coincide en la vulneraci¨®n de la tutela judicial, pero considera que el juicio deber¨ªa repetirse en el mismo tribunal.
Seg¨²n el escrito de calificaci¨®n de la fiscal¨ªa, Aginagalde se traslad¨® a las inmediaciones del domicilio del exconcejal, en la calle Navas de Tolosa de Mondrag¨®n, y cuando este se introdujo en su coche para ir a trabajar, se situ¨® frente al veh¨ªculo y le dirigi¨® cinco disparos que, tras romper el cristal del parabrisas, impactaron en el cuerpo del conductor, caus¨¢ndole "grav¨ªsimas heridas" que le provocaron la muerte una hora y 15 minutos despu¨¦s en el Hospital del Alto Deba.
Tras el atentado, el etarra supuestamente abandon¨® el lugar a la carrera. En el lugar de los hechos, sobre la calzada y la acera, se encontraron cinco vainas percutidas del calibre 9 mil¨ªmetros Luger o Parabellum. La acci¨®n terrorista fue reivindicada por ETA en un comunicado publicado el 2 de abril de 2008 en el diario Gara. El representante del Ministerio P¨²blico sostiene en su escrito de acusaci¨®n provisional que Aginagalde cometi¨® el atentado "sin que conste que actuara bajo las ¨®rdenes directas de un miembro de la banda terrorista ni la intervenci¨®n de otros miembros legales o colaboradores del 'comando".
En el juicio celebrado el pasado junio, el acusado Aginagalde asegur¨® que en la ma?ana del 7 de marzo de 2008 se encontraba en San Sebasti¨¢n realizando un examen de sexto curso de Medicina, y que se enter¨® del asesinato de Carrasco ¡°por un avance informativo en televisi¨®n¡± mientras almorzaba con una amiga en un bar de Hernani.
En sus conclusiones definitivas, el fiscal Luis Barroso ha destacado que dos testigos protegidos vieron a una persona en actitud de vigilancia junto al domicilio de Carrasco y que, tras el atentado, vieron a la misma persona huir a la carrera. Al tratarse de un miembro de un comando no fichado la polic¨ªa no contaba en aquel momento con fotograf¨ªas de Aginagalde. La imagen del terrorista fue hallada en la desarticulaci¨®n del comando Asti, responsable, entre otras acciones, del asesinato del industrial Inaxio Uria. Uno de los dos testigos protegidos del atentado reconoci¨® sin g¨¦nero de duda a Aginagalde como autor del tiroteo.
La defensa de Aginagalde sostuvo que el reconocimiento fotogr¨¢fico que el Supremo obliga ahora a valorar se no se produjo con las debidas garant¨ªas, ya que no se realiz¨® una rueda de reconocimiento cuando pudo hacerse. Por su parte, las acusaciones consiguieron imponer su criterio de que la investigaci¨®n de las fotograf¨ªas se convert¨ªa en prueba cuando el testigo la ratifica en la vista oral.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.