Penas m¨ªnimas para la red de extorsi¨®n etarra del ¡®caso Fais¨¢n¡¯

El chivatazo al due?o del bar Fais¨¢n de Ir¨²n que en mayo de 2006 frustr¨® una operaci¨®n contra el aparato de extorsi¨®n de ETA ¡ªpor lo que fueron condenados dos mandos policiales¡ª ha terminado teniendo un reflejo en la sentencia dictada contra los propios cobradores del impuesto revolucionario. La Audiencia Nacional ha condenado penas de hasta cuatro a?os de c¨¢rcel a dos de las cinco personas procesadas por formar parte o colaborar con la red de financiaci¨®n etarra con centro en el bar Fais¨¢n, ubicado en la zona fronteriza de Behobia. Los otros tres imputados han resultado absueltos por falta de pruebas.

Desde que ocurrieron los hechos, el principal imputado, Joseba Elosua, due?o del Fais¨¢n, ha fallecido. En la sentencia, la Secci¨®n Primera de la Audiencia se?ala que ¡°cuando se esperaba encontrar dinero de las extorsiones se produjo una filtraci¨®n (...) nada se pudo encontrar en los registros, con la ¨²nica excepci¨®n de cuatro pasquines (...) y 20.000 euros que se encuentran en un garaje de Joseba Elosua¡±. No obstante, se?ala la sentencia, el chivatazo ¡°no ha impedido¡± dar por acreditado que ¡°el bar Fais¨¢n era el lugar utilizado por ETA para, a trav¨¦s de su propietario, materializar la exigencia del impuesto revolucionario¡±.

El principal condenado por esta trama es Jean Pierre Harocarene, alias Txanpi, un periodista deportivo de Ir¨²n que reconoci¨® ante el juez de instrucci¨®n que hab¨ªa remitido las cartas de extorsi¨®n a distintos ciudadanos. Harocarene, que ha sido condenado a cuatro a?os de prisi¨®n por integraci¨®n en organizaci¨®n terrorista ¡ªse le ha aplicado una atenuante de dilaciones indebidas¡ª manifest¨® que ante el juez y previamente ante la polic¨ªa se encontraba ¡°desorientado¡±. Sin embargo, las conversaciones telef¨®nicas intervenidas por la polic¨ªa permiten al tribunal concluir que Txanpi est¨¢ relacionado con el cobro de la extorsi¨®n. Tambi¨¦n ha sido ¡°fundamental¡± para su condena el testimonio de una persona que medi¨® ante Harocarene para que ETA dejara de exigir dinero a un amigo suyo.

El segundo condenado es Emilio Castillo, quien reconoci¨® que Harocarene le dio unas cartas que ech¨® al buz¨®n, pero dijo que no sab¨ªa que eran de extorsi¨®n, pero la sala recuerda que Harocarene le incrimin¨®.