Lo que sab¨ªan Rajoy y Montoro

Mariano Rajoy y Crist¨®bal Montoro sostienen que se enteraron por la prensa de la ¨²ltima derivada del caso Rato, es decir, de la orden de detenci¨®n cursada por la fiscal¨ªa el pasado jueves para que el exvicepresidente Rodrigo Rato estuviera presente durante los registros de su casa y su despacho. Pero hac¨ªa m¨¢s de un a?o que ambos hab¨ªan conocido los primeros ¡°destellos¡± de que al icono y milagro econ¨®mico de los Gobiernos de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar no le cuadraban nada bien las cuentas con Hacienda. El detonante no fue su petici¨®n de regularizaci¨®n fiscal en 2012, por una cantidad de dinero que las fuentes conocedoras de todo el proceso cuantifican como ¡°escasa¡±. La espoleta que lo activ¨® y descontrol¨® todo, con ocultamiento de informaci¨®n y descoordinaci¨®n entre distintos ministerios, fue la filtraci¨®n de que Rato estaba siendo investigado por Hacienda y los movimientos extra?os que se detectaron en sus cuentas y su patrimonio.

Cuando Rajoy dio la orden de expulsar a Rato del PP por las tarjetas black de Bankia, el pasado 21 de octubre, a su manera y casi preguntando ¡°?alguien tendr¨¢ que pedirle a Rodrigo que se d¨¦ de baja?¡±, ya sab¨ªa que su compa?ero de partido durante m¨¢s de 30 a?os, exvicepresidente y ex director gerente del Fondo Monetario Internacional no ten¨ªa sus declaraciones en regla con Hacienda. Le hab¨ªa alertado directamente el ministro Montoro, m¨¢ximo responsable de la Agencia Tributaria, al que los dirigentes de ese organismo aut¨®nomo s¨ª advierten de que tienen en marcha una investigaci¨®n determinada cuando el personaje afectado es especialmente relevante. Montoro ha mantenido desde entonces, hace algo m¨¢s de un a?o, diversas charlas directas con Rajoy pero solo para tenerle al d¨ªa de los hitos m¨¢s destacados de la investigaci¨®n ¡°y seg¨²n se iban confirmando los peores augurios¡±.

El caso Rato no dispar¨® la alerta de la Agencia Tributaria cuando el exvicepresidente se acogi¨® en 2012 a una regularizaci¨®n fiscal. Varios inspectores encargados del caso utilizaron esa declaraci¨®n y otra posterior sobre sus bienes en el extranjero para poner en marcha de oficio una ¡°investigaci¨®n profunda¡± en la que cotejaron esos datos con posteriores declaraciones, con sus cuentas y con sus propiedades. Y los n¨²meros no cuadraban.

En Hacienda, sus actuales responsables aceptan que los inspectores intentaron hace ya varios meses judicializar el proceso y llevaron sus papeles y pruebas a la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n. Y tambi¨¦n asumen que la Fiscal¨ªa que dirige Antonio Salinas les avis¨® entonces de que el trabajo a¨²n estaba muy verde. La investigaci¨®n, de hecho, sigue abierta y bajo secreto de sumario. En el Gobierno se desligan luego de todas las decisiones que van tomando profesionalmente los dirigentes de la Oficina Nacional de Investigaci¨®n contra el Fraude (ONIF), a los que atribuyen toda la responsabilidad e independencia sobre el momento de la primera detenci¨®n, los registros, con qu¨¦ polic¨ªa se acud¨ªa a los mismos y hasta en qu¨¦ fiscal¨ªa se tramitaba la primera denuncia.

¡°Yo no puedo controlar ese tipo de cosas, ni los tiempos ni las fases de la investigaci¨®n ni cu¨¢l es la v¨ªa mejor para ejecutarlas¡±. Esta fue la reacci¨®n del ministro, seg¨²n fuentes cercanas a ¨¦l, ante la acusaci¨®n de barones del PP sobre la falta de control y descoordinaci¨®n del Gobierno en la operaci¨®n a un mes de las elecciones del 24 de mayo. La filtraci¨®n de la investigaci¨®n del Sepblac (servicio para la prevenci¨®n del blanqueo de dinero, dependiente del Ministerio de Econom¨ªa) a Vozp¨®puli oblig¨® a la Agencia Tributaria a acelerar el proceso.

La primera reacci¨®n de Rajoy, en La Moncloa, fue de enorme disgusto. Por la relaci¨®n personal que le uni¨® con Rato durante m¨¢s de 30 a?os y de preocupaci¨®n por c¨®mo afectar¨ªa a la campa?a. Otros ministros intentaron minimizarlo y hablaron de que ese comportamiento era personal y no ten¨ªa nada que ver con su pasado en su ¨¢mbito p¨²blico. Montoro no lo vio igual y eso que ¨¦l tambi¨¦n hab¨ªa trabajado con Rato muchos a?os como ministro. Le doli¨® y desagrad¨® la implicaci¨®n de Rato, pero maquin¨® en seguida una alternativa que traslad¨® a alg¨²n colaborador: ¡°Ojal¨¢ no nos hubiera pasado pero si pasa y hay algo, lo l¨®gico es que ahora hagamos de la necesidad virtud, contemos bien que las instituciones han funcionado y que nadie escurra el bulto¡±. Esta ¨²ltima alusi¨®n va dirigida a otros ministros molestos con Montoro por c¨®mo se ha manejado este asunto o, como en el caso del titular de Interior, porque la Agencia no quisiera contar para sus indagaciones sobre el terreno con la polic¨ªa o la Guardia Civil.

Montoro ha explicado a su equipo que no ten¨ªa margen de maniobra. Sostiene que los inspectores de la Agencia Tributaria son los que suelen preferir a los agentes de la Vigilancia Aduanera porque se entienden mejor con su propia ¡°polic¨ªa fiscal o judicial¡±, un cuerpo que no existe y que ellos suplantan en muchos casos similares, y que siguieron as¨ª los protocolos normales (que el a?o pasado se ejecutaron en m¨¢s de 1.000 casos) incluso hasta para ponerle la mano a Rato sobre la nunca al meterle en el coche, ya detenido. Los agentes han aclarado luego que act¨²an as¨ª mec¨¢nicamente para que los delincuentes no se hagan da?o y luego presenten una denuncia.