Comunidad de Madrid, contrapropaganda con fondos p¨²blicos

Alejandro de Pedro Llorca ten¨ªa don de gentes, buenos contactos y un plan. Tambi¨¦n manejaba dos peque?as empresas de Internet plagadas de becarios. No le hizo falta mucho m¨¢s para ser contratado por algunos de los gigantes del IBEX-35 que pretend¨ªan mejorar su reputaci¨®n en Internet. En su cartera de clientes sobresal¨ªan Telef¨®nica, Mediaset, Bankia y hasta el Real Madrid, que le pag¨® 300.000 euros por un solo a?o de trabajo, despu¨¦s de que un directivo de banco aconsejase a Florentino P¨¦rez acudir a sus servicios. Pero el plan de De Pedro para levantar un gran grupo tecnol¨®gico se quebr¨® a finales del pasado octubre. El empresario fue detenido en una redada contra la corrupci¨®n junto a otras 50 personas como uno de los conseguidores de la trama P¨²nica, un grupo de empresarios que recibi¨® contratos de distintas administraciones p¨²blicas por 250 millones. Fue entonces cuando sali¨® a la luz la otra rama de su clientela, la institucional: media docena de ayuntamientos valencianos y madrile?os, la Diputaci¨®n de Le¨®n y los gobiernos regionales de Madrid y Murcia.

En su ca¨ªda, el empresario De Pedro, bien relacionado con el PP, arrastr¨® a altos cargos de la Comunidad de Madrid. El consejero delegado de la Agencia Inform¨¢tica de la Comunidad de Madrid, Jos¨¦ Mart¨ªnez Nicol¨¢s, fue detenido por ordenar a uno de sus proveedores, la empresa Indra, que abonase facturas falsas a las firmas de De Pedro. Isabel Gallego, responsable primero de la Comunicaci¨®n del Gobierno de Esperanza Aguirre, y despu¨¦s de su sucesor, Ignacio Gonz¨¢lez, tambi¨¦n est¨¢ imputada tras contratar a las firmas de De Pedro con dinero p¨²blico a cambio de que este, seg¨²n el juez, hiciera propaganda del presidente madrile?o, Ignacio Gonz¨¢lez y de su consejera de Educaci¨®n, Luc¨ªa Figar.

La peque?a parte del sumario que se ha facilitado a los abogados de los imputados revela que el hombre que se presentaba a los magnates y gobernantes de este pa¨ªs como un mago de Internet ten¨ªa un plan rudimentario, muy alejado de los milagros que promet¨ªa a su selecta clientela.

La suya era una estrategia de andar por casa. Con una empresa, Madiba, que empleaba a una docena de periodistas reci¨¦n licenciados, cre¨® medio centenar de diarios en Internet para amplificar las notas de prensa y comunicados que sus clientes les remit¨ªan. Una segunda firma, Eico, que contaba con t¨¦cnicos e ingenieros inform¨¢ticos, analizaba la imagen en Internet de los pol¨ªticos que les pagaban. Cuando las noticias ven¨ªan mal dadas o estallaba alg¨²n esc¨¢ndalo que salpicaba a sus clientes, la soluci¨®n de Eico y Madiba era inundar la Red con propaganda de sus propios diarios para que las informaciones cr¨ªticas desapareciesen de la parte de arriba de los buscadores.

Preguntadas por el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco y las fiscales Anticorrupci¨®n ¡ªque indagan sobre presuntos delitos de malversaci¨®n de fondos¡ª sobre qu¨¦ sentido ten¨ªa pagar con dinero p¨²blico para limpiar la imagen de dirigentes como F¨ªgar o Gonz¨¢lez, dos trabajadoras de De Pedro hablaron alto y claro. Contaron que su cometido era ¡°que no apareciesen resultados negativos de los clientes o que estos figurasen en las p¨¢ginas dos o tres de Google¡±. Y que sus mayores ¡°huesos¡±, durante el tiempo que trabajaron para la Comunidad de Madrid fueron tratar de combatir las noticias sobre el ¨¢tico de Ignacio Gonz¨¢lez en Estepona y el cheque escolar que el departamento de F¨ªgar concedi¨® a una hija de la propia consejera. ¡°El posicionamiento era subir [en los buscadores] los diarios que trabajaban para la Comunidad, las noticias positivas¡±, asegur¨® al juez Mar¨ªa Jos¨¦ Guti¨¦rrez, una ingeniera contratada por De Pedro.

¡°Hab¨ªa veces en que si ten¨ªamos una noticia negativa, se contaba m¨¢s neutral en nuestros peri¨®dicos digitales, hab¨ªa unos 60, para contrarrestar otros resultados en buscadores¡±.

Los informes de Eico recabados en los registros por la Guardia Civil se encabezan con las fotos del presidente Gonz¨¢lez y la consejera F¨ªgar. El juez ley¨® en voz alta el t¨ªtulo de los trabajos pagados por la Comunidad: ¡°El presente informe refleja la situaci¨®n actual de la entidad on line de Luc¨ªa F¨ªgar. Se recogen los aspectos m¨¢s pol¨¦micos que han afectado a la consejera, con el objetivo de conseguir una buena reputaci¨®n on line¡±.

Cuando testific¨® en la Audiencia, la trabajadora de Eico aleg¨® en todo momento que su trabajo era para la instituci¨®n y no para un particular porque tanto Gonz¨¢lez como F¨ªgar representaban al Gobierno: ¡°Evidentemente, se trabajaba la reputaci¨®n de F¨ªgar, porque era lo que peor estaba¡±. Y dio nombres de los asesores de comunicaci¨®n de la Comunidad que les remit¨ªan los comunicados para llenar sus diarios.

La tarea de Eico no era nueva. A?os antes a esta firma ya la hab¨ªa contratado la Diputaci¨®n de Le¨®n para lavar la imagen de la entonces presidenta, Isabel Carrasco, asesinada en mayo de 2014. ¡°Estaba imputada much¨ªsimo y ten¨ªa muchas cosas malas, lo que hac¨ªamos era hablar de la imputaci¨®n pero no tan negativamente como hac¨ªan otros peri¨®dicos o public¨¢bamos visitas de la Diputaci¨®n de Le¨®n¡±, asegur¨® una de sus trabajadoras.

El Gobierno de Gonz¨¢lez y sus altos cargos siempre alegaron que los encargos a las empresas de De Pedro eran para recopilar noticias de prensa, como hacen otras instituciones. Tanto el empresario como sus empleadas, aseguraron al juez que la pasada primavera la Comunidad de Madrid dej¨® de pagar. Fue entonces, cuando, seg¨²n los pinchazos telef¨®nicos incorporados al sumario, De Pedro empez¨® a llamar insistentemente al consejero de Presidencia, Salvador Victoria, para que saldase sus deudas. Seg¨²n ha declarado el alto cargo de ICM, Mart¨ªnez Nicol¨¢s, al juez y a la Guardia Civil, la soluci¨®n que improvis¨® Victoria fue que una adjudicataria, la tecnol¨®gica Indra, abonase las facturas a De Pedro. Seg¨²n un sms intervenido al empresario, Indra pag¨® al menos 10.000 euros, algo que los directivos de la compa?¨ªa han negado tajantemente al juez. Los investigadores sospechan que a Indra se le pidi¨® pagar al menos otros dos encargos similares por 110.000 euros.

Durante los largos interrogatorios, tanto el juez como la fiscal preguntaron repetidamente a los testigos si Madrid estaba pagando con dinero p¨²blico trabajos para el PP. La duda qued¨® en el aire. El sumario en la Audiencia Nacional sigue su curso.