El PP saca a Rajoy del plasma

En la madrugada del 24 de mayo, tras el fracaso electoral del PP en muchas autonom¨ªas y capitales, Mariano Rajoy y sus asesores tomaron conciencia de que el hasta entonces presidente del Gobierno se hab¨ªa convertido ya en candidato, desnudo, solo y descubierto ante las inclemencias de esta larga campa?a. Ya no habr¨ªa otras excusas, aunque en el camino est¨¢n cruzadas unas elecciones catalanas determinantes. En la tarde siguiente, el lunes 25, de forma muy precipitada seg¨²n consideran ahora muchos dirigentes del PP, Rajoy ofreci¨® una inusual rueda de prensa para intentar decir que no iba a cambiar casi nada. Su querencia al inmovilismo no le sali¨® bien. Hubo conato de rebeli¨®n. En las siguientes semanas ha multiplicado su presencia, contestado formalmente a periodistas, improvisado corrillos informales, pronunciado discursos, protagonizado m¨ªtines y la Convenci¨®n del partido y presidido todos los comit¨¦s de direcci¨®n del PP. No descuida su trabajo de despacho en La Moncloa ni sus viajes oficiales, pero cuida m¨¢s al partido, algo que no hab¨ªa hecho en m¨¢s de tres a?os.

Ha dejado de aparecer poco y en plasma para salir m¨¢s y compartir el escenario cat¨®dico con m¨¢s caras del Gobierno y del PP. La vicepresidenta, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, que ha sido muy cuestionada por sus propios compa?eros de gabinete y en el PP porque solo comparece los viernes tras el Consejo de Ministros, concedi¨® una entrevista la semana pasada en televisi¨®n a Las ma?anas de Cuatro. Habr¨¢ m¨¢s, sobre todo de ministros y en todas las teles. ¡°La idea es ocupar todos los espacios que se nos presten, de todos los ¨¢mbitos ideol¨®gicos y en todo tipo de formatos¡±, admite un responsable de la campa?a. Eso es justo lo que no se hac¨ªa hasta hace un a?o, cuando el PP empez¨® a enviar a sus pol¨ªticos m¨¢s aguerridos a los plat¨®s m¨¢s complicados. Hubo debate. Rajoy, que era reacio, tom¨® conciencia de que estaba perdiendo votos por el martilleo de la corrupci¨®n en las teles

En el Comit¨¦ de Campa?a se ha discutido la cuesti¨®n y se ha concluido que Rajoy, el Gobierno y sus ministros ¡°han dedicado mucho tiempo a arreglar el pa¨ªs y poco a explicarlo¡±.

Alberto N¨²?ez Feij¨®o, el presidente gallego al que Rajoy sonde¨® recientemente para incluir ahora en su minicrisis del Gobierno y del PP, lo expres¨® a su manera este pasado domingo en una entrevista en Abc: ¡°Hemos gobernado bien, hemos explicado peor de lo que hemos gobernado y hemos implicado peor de lo que hemos explicado¡±. La falta de piel.

¡°Hay que bajar al candidato a la tierra y eso no quiere decir que hasta ahora estuviera en la luna sino que hasta ahora se ha tenido que dedicar a otras cosas, especialmente a salvar al pa¨ªs de la quiebra, y ahora ha sido ¨¦l el que ha decidido que hay que hablar de todo, enfrentarse a todos los asuntos, porque tenemos un relato, no solo econ¨®mico¡±, explican los estrategas de campa?a del PP sobre su ruta social. El nuevo vicesecretario de Acci¨®n Sectorial, Javier Maroto, lo expres¨® este lunes a su manera de exalcalde: ¡°A partir de ahora, nos vais a ver poco en las sedes y mucho en las calles, poco en los coches y mucho en los barrios¡±.

El papel de Casado

En la direcci¨®n del PP ha desaparecido de la primera l¨ªnea la secretaria general, Dolores de Cospedal, que no responde a los periodistas en la sede desde el 21 de enero, y se multiplican y compiten los j¨®venes vicesecretarios. El portavoz oficial, Pablo Casado, una de las figuras en auge, lo favorece y promueve. Casado convoc¨® ayer por primera vez en esta etapa a todos los jefes de prensa del PP en toda Espa?a para coordinar estrategias y mensajes ante la crucial campa?a.

Cuando acab¨® la reciente Convenci¨®n Pol¨ªtica, el nuevo jefe de campa?a del PP, su jefe de Gabinete en La Moncloa, Jorge Moragas, se acerc¨® a la jefa de prensa del partido para ver c¨®mo pod¨ªan convencer a Rajoy para que se pasase a saludar a la prensa que hab¨ªa cubierto el evento. Ten¨ªan dudas de c¨®mo iba a reaccionar, ante su falta de costumbre, pero acept¨® encantado aunque luego los propios periodistas y c¨¢maras no supieran organizarse bien. Ese tipo de charlas, donde el l¨ªder del PP comenta aspectos menos formales de la actualidad, se han producido ya tres veces desde el 24-M. No es habitual. Casado se apunta descaradamente el tanto. Tambi¨¦n el hecho de que el presidente multiplique su presencia en ruedas de prensa. Rajoy lo sabe y ahora le deja.