Dos obispos tachan de hereje a Pablo d¡¯Ors, asesor cultural del Papa
El sacerdote y escritor cristiano lamenta la rutina de los sacramentos y las misas
No se atreven a criticar al papa Francisco por la libertad con que se expresa sobre temas antes intocables, pero lo hacen contra los hombres que dirigen la cultura vaticana. Los tachan de protestantes. A veces, tambi¨¦n de herejes. Ocurre en Espa?a estos d¨ªas con la catarata de execraciones con que algunos obispos y medios cat¨®licos conservadores abruman al sacerdote Pablo d¡¯Ors, el autor cristiano de moda en varios idiomas, con libros como Sendino se muere (editorial Fragmenta), Contra la juventud (Galaxia Gutenberg) o la Trilog¨ªa del silencio, conformada por El amigo del desierto (Anagrama), El olvido de s¨ª (Pre-textos y Biograf¨ªa del silencio (Siruela).
Distinguido por Francisco con el nombramiento de consejero del Pontificio Consejo de la Cultura, el dicasterio que preside el cardenal Gianfranco Ravasi, Pablo d¡¯Ors ha publicado en las ¨²ltimas semanas dos art¨ªculos, uno en el L'Osservatore Romano, el peri¨®dico oficial de la Santa Sede, y otro en el semanario Vida Nueva con el t¨ªtulo ¡°?Habr¨¢ en la Iglesia alguien que se atreva?¡±. Los influyentes obispos Jos¨¦ Ignacio Munilla, prelado de San Sebasti¨¢n, y Jos¨¦ Rico Pav¨¦s, auxiliar de Getafe, se dicen abrumados por su contenido y acusan a D¡¯Ors de hereje y de escribir ¡°dislates¡±.
¡°Da tristeza encontrar en tan poco espacio un elenco tan abultado de errores doctrinales¡±, replic¨® Rico Pav¨¦s a D¡¯Ors en Vida Nueva con el t¨ªtulo Dios hecho peque?o. Con igual severidad se ha expresado el obispo Munilla en su habitual alocuci¨®n doctrinal en Radio Mar¨ªa.
Antes de ser nombrado obispo de Getafe, Rico Pav¨¦s dirigi¨® la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe en la Conferencia Episcopal y articul¨® el largo y fallido proceso inquisitorial contra el te¨®logo Jos¨¦ Antonio Pagola, con argumentos que ahora utiliza contra D¡¯Ors. Desestimado severamente por el Vaticano, aquel proceso contribuy¨® a que el libro de Pagola, ¡®Jes¨²s. Aproximaci¨®n hist¨®rica¡¯ (PPC), se convirtiese en un best-seller internacional, con m¨¢s de 150.000 ejemplares vendidos. PPC es propiedad de la congregaci¨®n marianista, editora tambi¨¦n de Vida Nueva.
Hablando de los sacramentos, Pablo d¡¯Ors sosten¨ªa en Vida Nueva que, ¡°para que puedan significar, los signos han de entenderse¡±. A?ade: ¡°La doctrina del ex opere operato, que postula que el sacramento es eficaz con independencia de la comprensi¨®n de quien lo recibe, ha desvinculado al signo del sujeto y lo ha degenerado y cosificado. Los sacramentos hay que entenderlos, al menos en alguna medida. De lo contrario, no sacramentalizan nada, que es lo que sucede hoy en nuestros templos. Nadie entiende nada. A lo que m¨¢s me recuerdan nuestras misas es al teatro del absurdo de Beckett¡±.
"Dislates"
La execraci¨®n del obispo Rico Pav¨¦s es muy severa. ¡°Encontrar en tan pocas l¨ªneas tantos dislates produce un enorme pesar. ?Conoce el autor lo que la Iglesia cat¨®lica entiende por sacramento? ?Sabe que el car¨¢cter sagrado de los sacramentos no estriba primariamente en el significado que nosotros les damos, sino en haber nacido de la voluntad salv¨ªfica de Cristo para comunicarnos su Vida? ?Por qu¨¦ no menciona ni una sola vez la palabra fe ni el verbo creer? ?Piensa que los sacramentos se pueden entender sin fe?¡±, escribe.
Pablo d?Ors F¨¹hrer (Madrid. 1963) es nieto del ensayista Eugenio D¡¯Ors y estudi¨® teolog¨ªa y filosof¨ªa en Nueva Cork, Praga, Viena y Roma. Sacerdote desde 1991, ejerci¨® en una misi¨®n claretiana de Honduras y ahora est¨¢ incardinado en el arzobispado de Madrid. Quienes jalean en medios religiosos muy conservadores las tesis de Rico Pav¨¦s y Munilla est¨¢n reclamando que intervenga en contra del sacerdote su arzobispo, Carlos Osoro, y, sobre todo, la Conferencia Episcopal, de la que Osoro es vicepresidente.
Las voces que reclaman un castigo (o, al menos, una requisa inquisitorial sobre D¡¯Ors) est¨¢n condenadas al fracaso si la Conferencia Episcopal se atiene a lo indicado por Francisco para estos casos, aconsejando prudencia y comprensi¨®n. ¡°Los dicasterios romanos son instancias de ayuda al Papa, pero, cuando no son bien entendidos, corren peligro de convertirse en organismos de censura. Impresiona ver las denuncias de falta de ortodoxia que llegan a Roma¡±, se quej¨® Francisco en la entrevista con Antonio Spadaro, director de la revista La Civilt¨¤ Cat¨®lica, de los jesuitas romanos, semanas despu¨¦s de haber accedido al pontificado.
¡°Pongamos el ejemplo de la Eucarist¨ªa¡±
Estos son los p¨¢rrafos del art¨ªculo de Pablo d¡¯Ors que m¨¢s han escandalizado a los prelados y preocupado a los te¨®logos conservadores.
¡°Pongamos el ejemplo de la Eucarist¨ªa, cuyos s¨ªmbolos son el pan y el vino. El pan es, desde luego, algo cotidiano, blando y nutritivo. Que el pan sea s¨ªmbolo de Dios significa que Dios es algo cotidiano, que Dios es blando, que Dios es nutritivo. Pero si el s¨ªmbolo es el pan, el signo o sacramento es el pan partido, repartido y comido. As¨ª que de lo que se trata es de partir y repartir el pan conscientemente; de llev¨¢rselo a la boca conscientemente; de, conscientemente, masticarlo y tragarlo.
Conscientemente significa a sabiendas de que no se trata solo de dar pan a los dem¨¢s, sino de ser pan para ellos, de convertirte en el alimento que alivia su necesidad. Comer de este Pan nos da fuerza para ser pan. En esta misma l¨ªnea, el signo no es simplemente el vino, sino el vino repartido y bebido. Beber de este Vino nos posibilita ser vino para los dem¨¢s. Y el vino es la sangre, es decir, la vida: ser la vida para los dem¨¢s. Y eso de reservar la eucarist¨ªa en un sagrario, ?a qu¨¦ viene? ?No hemos dicho que el verdadero signo es partirlo? Prueba de que nuestra mentalidad es m¨¢gica, es que pensamos que Dios est¨¢ en el sagrario m¨¢s que fuera de ¨¦l. Pero eso... ?es absurdo! No es que est¨¦ all¨ª m¨¢s que en otra parte. Es que est¨¢ all¨ª para... significarnos que est¨¢ en todas partes, para que lo recordemos. Dios est¨¢ en todas partes, decimos, pero luego nos empe?amos en meterle en una caja. Meterle en unas teor¨ªas que llamamos teolog¨ªas y en unos s¨ªmbolos que llamamos sacramentos, pero que no sacramentalizan nada. Solo queda una soluci¨®n: explicarlo todo como si nunca se hubiera explicado, pues quiz¨¢ esa es la situaci¨®n; y queda, por supuesto, realizarlo todo como si fuera la primera vez, pues acaso lo sea de verdad. Veremos entonces, maravillados, la potencia de nuestros s¨ªmbolos, redimiremos nuestros ritos, descubriremos, en fin, su poder transformador del alma humana.
Pero, ?habr¨¢ en la Iglesia alguien que se atreva? ?Habr¨¢ alguien que presente estos s¨ªmbolos y ritos no solo como aquellos en los que se cifra la m¨¢s genuina identidad cristiana, sino como s¨ªmbolos y ritos de valor universal, aptos para todos, cristianos o no? ?Habr¨¢ alguien, en fin, que presente el cristianismo como religi¨®n y humanismo inclusivo, no excluyente ni exclusivo?¡±
R¨¦plica del obispo Rico Pav¨¦s
Con el t¨ªtulo ¡°Dios hecho peque?o¡±, el obispo Rico Pav¨¦s se remite a una experiencia personal, de cuando era un muchacho, para condenar las tesis de D¡¯Ors. Escribe:
¡°Siendo seminarista visit¨¦ en cierta ocasi¨®n la Capilla Real de Granada junto a un compa?ero del seminario. Mientras mir¨¢bamos algunas piezas del museo, una turista extranjera nos pregunt¨® qu¨¦ era aquello que se?alaba. El objeto era un espejo de Isabel la Cat¨®lica, convertido en custodia para exponer el Sant¨ªsimo Sacramento. Con palabras sencillas intentamos explicarle que ah¨ª se colocaba el Cuerpo del Se?or. Despu¨¦s de escucharnos, dijo: ??Qu¨¦ Dios tan peque?o!?; se dio media vuelta y nos dej¨®. He vuelto a recordar aquel episodio al leer con tristeza y preocupaci¨®n el art¨ªculo de Pablo d'Ors, titulado ¡®?Habr¨¢ en la Iglesia alguien que se atreva?'. Tristeza, al encontrar en tan poco espacio un elenco tan abultado de errores doctrinales cuyas consecuencias son dram¨¢ticas para la vida cristiana. Preocupaci¨®n, al advertir que quien firma el art¨ªculo es escritor y sacerdote, y, desde no hace mucho, consultor del Consejo Pontificio de la Cultura.
?C¨®mo es posible que, a punto de cumplirse 50 a?os de la enc¨ªclica Mysterium fidei (3/09/1965), se sigan difundiendo las mismas propuestas deficientes a prop¨®sito de la Eucarist¨ªa y de los sacramentos, que ya fueron rechazadas por el papa Pablo VI? En los tiempos que corren, quiz¨¢ sea este el ¨²nico atrevimiento necesario: creer con la Iglesia, creer en el seno de la Iglesia".
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