Cuando el asesino anda suelto (en la casa de enfrente)

?lvaro Sanz Caba?as es el presunto asesino de Fabi¨¢n Dar¨ªo Cueva Valarezo. A sus 20 a?os, se pasea por el barrio de las Palomeras en Vallecas ¡ªandando o con su coche¡ª como si fuese su cortijo. Se ha ganado el respeto del vecindario a golpes, entre peleas, trifulcas y amistades peligrosas. Sabe que la gente le teme y entra y sale del n¨²mero 17 de la calle del Angelillo ¡ªsu portal¡ª, con la cabeza alta. De tanto en tanto se encuentra con su vecina de enfrente, la madre de Fabi¨¢n, que guarda las cenizas de su hijo en una urna en el sal¨®n. ¡°Me mira a los ojos, como desafi¨¢ndome. Alg¨²n d¨ªa, incluso, me ha tocado las palmas¡±, cuenta Margori, una mujer de 44 a?os que no tiene miedo, licenciada en Magisterio y ahora ayudante en el comedor del colegio vallecano Nuestra Se?ora de Loreto.

Ella se vino de Ecuador hace m¨¢s de una d¨¦cada, como tantos inmigrantes, buscando una vida mejor para sus ni?os. Pero todos sus proyectos naufragaron hace hoy exactamente un a?o, el pasado 16 de noviembre mataron al mayor de sus dos hijos. Aunque en el barrio todo el mundo lo sab¨ªa ¨C¡°A Fabi¨¢n lo mataron, no muri¨® de muerte natural¡±¡ª las circunstancias de su muerte ocultaron el homicidio.

¡°Hab¨ªamos comido en casa¡±, recuerda Margori. ¡°Ve¨ªamos una pel¨ªcula y ¨¦l estaba recostado en el sof¨¢ sobre mis piernas, hasta que a eso de las cinco sali¨® de casa porque hab¨ªa quedado con sus amigos¡±, rememora como si fuese ayer, mientras da una y otra vuelta a los papeles de las testificales del juzgado.

¡°Regres¨® enseguida y se fue directo a la habitaci¨®n diciendo que estaba cansado¡±. Horas m¨¢s tarde su hermano peque?o, Aitor de siete a?os e hijo de un segundo matrimonio tambi¨¦n fracasado, fue a despertarlo para la cena. ¡°Se subi¨® a la litera y le zarande¨®, pero no reaccion¨®. Pens¨® que bromeaba y le retir¨® el edred¨®n, pero nada, me llam¨® y cuando le di la vuelta vi esos labios morados¡­¡±. Fabi¨¢n hab¨ªa muerto en su cama hac¨ªa m¨¢s de una hora, seg¨²n certificaron m¨¢s arde los servicios del Samur. ¡°Muerte s¨²bita¡±, dictaminaron ante la inexplicable situaci¨®n. Ten¨ªa 20 a?os, practicaba deporte (Parkour) y se estaba preparando para ser entrenador personal.

Los susurros temerosos culebreaban por el vecindario durante esos d¨ªas. Y un nombre sonaba a confesi¨®n comprometida en la intimidad de las cocinas de esos antiguos edificios de ladrillo visto, en los soportales, en las puertas entreabiertas de entrada de las casas¡­ ¡°?lvaro, ha sido ?lvaro, el vecino, le peg¨® un paliza¡±. El 7 de enero, tras las investigaciones de los polic¨ªas vallecanos y un informe forense que se?alaba ¡°un traumatismo craneoencef¨¢lico con fuerte golpe en la parte de la nuca y en la frente que podr¨ªa haber causado la muerte¡±, los agentes se lo llevaban detenido acusado de homicidio.

Desde entonces se han sucedido las declaraciones de presuntos implicados, familiares y testigos. ?lvaro reconoci¨® que se pegaron pero que no le mat¨®, que ¡°se cay¨®¡±. Pero un testigo, Iv¨¢n Vegas, vecino y amigo del supuesto homicida, cambi¨® su declaraci¨®n inicial ante la polic¨ªa (¡°no quiero l¨ªos¡±) y explic¨® al juez los hechos: ¡°Sal¨ªa de casa y fui a coger la moto cuando me encontr¨¦ a ?lvaro que me ofreci¨® un porro¡±, testific¨® ante la magistrada del juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 46, seg¨²n consta en las diligencias previas. ¡°De repente apareci¨® Fabi¨¢n y ?lvaro se fue para ¨¦l y le pregunt¨® si iba presumiendo por ah¨ª de haberle pegado¡±, continu¨®. ¡°Fabi¨¢n lo neg¨® y sigui¨® caminando hacia adelante, pero ?lvaro volvi¨® a irse hacia ¨¦l y le dijo que la pr¨®xima vez le iba a pegar m¨¢s fuerte, a lo que Fabi¨¢n respondi¨® que s¨ª con un palo¡±, relat¨®. ¡°Despu¨¦s ?lvaro dej¨® la botella de cerveza en el suelo y sali¨® corriendo detr¨¢s de Fabi¨¢n hasta darle alcance, y ya, frente a frente, ?lvaro le solt¨® un pu?etazo en la cara y Fabi¨¢n se cay¨® al suelo boca arriba, como desmayado, y ?lvaro le peg¨® un pisot¨®n en la frente¡±. ?lvaro se dio a la fuga inmediatamente despu¨¦s. Iv¨¢n ayud¨® a incorporarse a Fabi¨¢n que se encontraba muy desorientado. Le acompa?¨® hasta su casa al ver que se confund¨ªa de direcci¨®n y le recomend¨® que fuese a un m¨¦dico para que le curase la herida sangrante que ten¨ªa en la cabeza. Le dej¨® en su portal, a escasos 100 metros del lugar de los hechos. Lo que resta ya lo cont¨® su madre.

Artes marciales

?lvaro practica artes marciales en un gimnasio del barrio desde hace a?os y por lo que se deduce de la descripci¨®n de lo ocurrido del testigo, ya hab¨ªa tenido m¨¢s que palabras con Fabi¨¢n. La ampliaci¨®n del estudio forense ha resuelto que, efectivamente, los golpes que presentaba el cad¨¢ver son compatibles con la descripci¨®n de la pelea que realiz¨® el testigo presencial. M¨¢s confesiones, p¨²blicas y privadas, se han sucedido despu¨¦s. La ¨²ltima, ante la jueza, la de un testigo clave que dijo no haber hablado hasta ahora ¡°por miedo a represalias de ?lvaro¡±, y que se top¨® con el presunto homicida justo cuando hu¨ªa del lugar del altercado.

"Ven¨ªa corriendo y me dijo que quiz¨¢ se hab¨ªa pasado con Fabi¨¢n, que se pod¨ªa haber quedado ah¨ª", record¨® el testigo ante la juez. "Llevaba una litrona en la mano y me dijo que le hab¨ªa pegado y dado un pisot¨®n en la cabeza, estaba muy nervioso, nunca le hab¨ªa visto as¨ª", continu¨®. Este nuevo testigo declar¨® que en ese momento regres¨® Iv¨¢n, que hab¨ªa acompa?ado a Fabi¨¢n hasta su casa y que les dijo que estaba bien y cada uno se fue por su lado. Sin embargo, cuando ya se supo lo de su muerte, el testigo volvi¨® a quedar con ?lvaro y ¨¦ste le confes¨® que "su madre estaba muy mal porque sab¨ªa que hab¨ªa matado a un chico". En esa ocasi¨®n, el testigo, temeroso de las represalias, grab¨® la conversaci¨®n que en estos momentos est¨¢ en poder de la polic¨ªa y que podr¨ªa ser determinante para recalificar un caso supuestamente resuelto, pero en el que el supuesto homicida sigue suelto en la casa de enfrente de la v¨ªctima.

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