S¨¢nchez sostiene que solo el PSOE puede traer un cambio progresista
El l¨ªder socialista incide en que Espa?a no necesita ¡°ni a la derecha del tri¨¢ngulo de las Azores ni a la que quiere mandar tropas a Siria¡±
El l¨ªder del PSOE, Pedro S¨¢nchez, ha hecho este s¨¢bado un llamamiento al electorado progresista previniendo de que solo su partido puede propiciar un cambio tras las elecciones del pr¨®ximo 20 de diciembre. La formaci¨®n que re¨²na m¨¢s votos, afirma, tendr¨¢ m¨¢s posibilidades y m¨¢s legitimidad para liderar las negociaciones que conduzcan a una mayor¨ªa parlamentaria que permita formar Gobierno. Y esa es la meta que se ha fijado S¨¢nchez: "Solo necesitamos un voto m¨¢s que el partido de Rajoy para construir el cambio firme y un futuro para la mayor¨ªa de este pa¨ªs", ha dicho en la presentaci¨®n del programa.
Las transformaciones no vendr¨¢n de la mano de Ciudadanos, al que S¨¢nchez llama "la nueva derecha", que quiere enviar "tropas a Siria" como la "vieja derecha" que particip¨® en el "tri¨¢ngulo de las Azores". Son los mensajes que ha lanzado para tratar de persuadir a votantes progresistas proclives al partido de Rivera.
Este s¨¢bado s¨ª ha sido posible que el PSOE presentara su programa electoral para las elecciones que se celebrar¨¢n dentro de 30 d¨ªas. En el Centro Cultural Conde Duque de Madrid el candidato socialista Pedro S¨¢nchez, ha formulado las l¨ªneas maestras del programa que pondr¨¢ en marcha si gana las elecciones, despu¨¦s de que la pasada semana el acto de presentaci¨®n se viera truncado por los atentados de Par¨ªs.
El acto ha sido mucho menos vistoso y numeroso que el previsto la semana pasada, pero ha servido para que, por fin, S¨¢nchez pueda hacer la presentaci¨®n oficial de su programa, expuesto hasta ahora sectorialmente y con anuncios dispersos.
Se trataba de presentar el programa pero ha traslucido la preocupaci¨®n m¨¢s profunda del PSOE: no ser la fuerza m¨¢s votada el pr¨®ximo 20-D. Programa, pero tambi¨¦n estrategia que se ha dejado ver en apenas una frase, aunque llena de significado: "Solo necesitamos una cosa: un voto m¨¢s que el partido de Mariano Rajoy".
Con esta petici¨®n, nueva durante la precampa?a, S¨¢nchez ha sintetizado la preocupaci¨®n y ocupaci¨®n de su partido y de s¨ª mismo. Ninguna fuerza pol¨ªtica obtendr¨¢ mayor¨ªa absoluta y ser¨¢n necesarios acuerdos entre partidos para formar una mayor¨ªa parlamentaria. Ahora bien, quien quede el primero en la carrera llevar¨¢ la voz cantante.
Este es el objetivo del PSOE, nada f¨¢cil por cuanto las encuestas dan al PP o a los socialistas la primera posici¨®n, pero con Ciudadanos pis¨¢ndoles los talones. La precisi¨®n de S¨¢nchez de que quiere sacar "un voto m¨¢s" que Rajoy da cuenta de que se considerar¨¢ ganador por n¨²mero de votos y no por los esca?os que obtenga ni los que otros puedan sumar juntos. En l¨®gica parlamentaria, cualquier fuerza pol¨ªtica puede intentar sumar una mayor¨ªa, pero resultar¨¢ m¨¢s c¨®modo y menos criticado que el primero lidere la negociaci¨®n y sean los otros, es decir, Podemos y Ciudadanos, quienes tengan que decidir si votan la investidura de Mariano Rajoy o de Pedro S¨¢nchez.
Este esquema sirve siempre que Ciudadanos no quede por encima del PSOE en n¨²mero de votos. Desde el pasado mes de septiembre, tras las elecciones en Catalu?a, el partido de Albert Rivera crece no tanto por el voto que atrae del PP, que ya es mucho, sino por el que capta del PSOE, al menos en las encuestas. Ciudadanos, por tanto, es un rival serio, cuyo impacto ser¨¢ menor si el PSOE logra empujarlo a la derecha en la percepci¨®n de los electores. "El cambio no va a venir de la derecha de siempre, o de la nueva derecha, o de la suma de las derechas", ha se?alado este s¨¢bado S¨¢nchez.
La reconducci¨®n de la campa?a hacia el contraste de propuestas es el objetivo del PSOE. El conflicto en Catalu?a por el proceso secesionista y el mazazo del terrorismo yihadista ha distorsionado por completo el avance normal de la campa?a. El PSOE no ve otro camino en ambos casos que respaldar al Gobierno que preside Rajoy, y es consciente de que, en principio, el presidente es el beneficiado de esa colaboraci¨®n.
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