La Infanta Cristina pas¨® la noche en una casa particular

Cristina de Borb¨®n ha heredado de su madre muchas cosas, entre ellas, su profesionalidad para acometer sus apariciones en p¨²blico. Pero este lunes sus a?os de oficio le han servido de poco. La tensi¨®n del momento ha podido con ella. Pese a la sesi¨®n de peluquer¨ªa previa y al abundante maquillaje, se ve¨ªa que la Infanta estaba desencajada y eso que hasta el ¨²ltimo momento no tuvo que exponerse al escrutinio de a las c¨¢maras. La Infanta lleg¨® al aeropuerto de Palma de Mallorca a ¨²ltima hora de la tarde del domingo. Lo hizo en un avi¨®n procedente de Z¨²rich, a donde se desplaz¨® en coche desde su residencia en Ginebra. La hermana del Rey y su marido usaron la puerta de autoridades del aeropuerto, lo que les permiti¨® no ser cazados por los numerosos medios de comunicaci¨®n que aguardaban su llegada. Sus abogados aterrizaron poco antes procedentes de Barcelona y aseguraron no tener noticias de ella.

Si en febrero de 2012 el Palacio de Marivent se abr¨ªa para que Urdangarin pasara la noche antes de comparecer por primera vez ante el juez Jos¨¦ Castro por su implicaci¨®n en el caso N¨®os, esta vez las instalaciones cedidas a la familia real para su uso han permanecido cerradas. Los que un d¨ªa fueron Duques de Palma de Mallorca disponen de una casa dentro del complejo de Marivent, en la zona llamada Son Vent, pero desde que estall¨® el esc¨¢ndalo de los negocios de Urdangarin no han vuelto a veranear en ella.

Fue en ese mes de febrero de 2012 cuando la Infanta pis¨® por ¨²ltima vez el palacio. La pareja pas¨® all¨ª un par de d¨ªas. Pero esta vez el matrimonio Urdangarin-Borb¨®n, excluido de la vida oficial de la familia real, no tuvo m¨¢s remedio que alojarse en una casa particular en el norte de la isla. La Infanta mantiene todav¨ªa muchas amistades en la isla. Esta opci¨®n de alojamiento fue elegida tras descartar el palacio y un hotel, donde habr¨ªa sido m¨¢s f¨¢cil localizarles.

Como en la ocasi¨®n precedente ¡ªel 8 de febrero de 2014¡ª en la que declar¨®, Cristina de Borb¨®n recibi¨® asesoramiento sobre c¨®mo comportarse a su llegada al juzgado y en la sala. De nuevo escogi¨® un sobrio vestuario. Repiti¨® un pantal¨®n gris y una chaqueta negra, aunque esta vez se adorn¨® con un largo pa?uelo en tonos burdeos. Entr¨® con paso r¨¢pido en las instalaciones nada m¨¢s bajarse del coche oficial, a donde lleg¨® acompa?ada por su servicio de seguridad que todav¨ªa depende de la Casa del Rey. Su velocidad fue tal que estuvo a punto de chocar con su esposo que le abri¨® la puerta.