Medio siglo de rastro nuclear
Cincuenta a?os despu¨¦s del accidente Palomares la descontaminaci¨®n parece m¨¢s cerca EE UU dice que est¨¢ a la espera de un nuevo Gobierno en Espa?a para cerrar el acuerdo final
La ma?ana de un 17 de enero como el de hoy, pero de hace 50 a?os, el cielo ardi¨® en Palomares. Un bombardero B-52 y un avi¨®n de reabastecimiento, ambos de EE UU, colisionaron durante una operaci¨®n de repostaje. El B-52 transportaba cuatro bombas nucleares. Las armas no explotaron, pero dos se rompieron y esparcieron su carga de plutonio por esta pedan¨ªa de Cuevas de Almanzora (Almer¨ªa). Medio siglo despu¨¦s, el rastro radiactivo sigue presente: 50.000 metros c¨²bicos de tierra contaminada con medio kilo de plutonio. Tras a?os de negociaciones y anuncios de acuerdos que no se concretaban, Espa?a y EE UU firmaron en octubre una "declaraci¨®n de intenciones" con el compromiso de limpiar la zona.
El "objeto" del memorando ¡ªque es poco concreto y que se tendr¨¢ que traducir en un tratado¡ª es "realizar una rehabilitaci¨®n complementaria del entorno de Palomares". "Ha costado 50 a?os llegar al reconocimiento de que se necesita una segunda limpieza", se?ala el periodista y profesor universitario Rafael Moreno, que esta semana ha publicado La historia secreta de Palomares (Cr¨ªtica). Entre el material con el que ha trabajado para su libro figura un certificado de marzo de 1966 que el Ej¨¦rcito de EE UU y el Gobierno espa?ol entregaron al propietario de una parcela asegurando que "la contaminaci¨®n puede considerarse eliminada".
Tras el accidente se limpi¨® la zona. Y, aunque durante d¨¦cadas se mantuvieron algunos controles a la poblaci¨®n a trav¨¦s del programa Indalo, todo se dio por zanjado ese mismo 1966. "Franco no quer¨ªa problemas con EE UU", dice Moreno. "En los primeros a?os tras el accidente empieza la dejadez. Incluso hay estaciones de control de Indalo que no funcionan".
La Embajada de EE UU en Espa?a recuerda que retir¨® "tierra y cultivos contaminados en 4.810 bidones con una capacidad de 242 litros cada uno". Resalta que se enviaron a EE UU "para su dep¨®sito". "Estados Unidos pag¨® cientos de reclamaciones, por un total de 7 millones de euros, a los pescadores y residentes locales", a?ade la Embajada. Pero atr¨¢s se dejaron 50.000 metros c¨²bicos de tierra contaminada. As¨ª se demostr¨® en un estudio de 2008 del Ciemat, el Centro de Investigaciones Energ¨¦ticas, Medioambientales y Tecnol¨®gicas. Este organismo, dependiente del Ministerio de Econom¨ªa, es el heredero de la Junta de Energ¨ªa Nuclear y ha gestionado en el ¨²ltimo medio siglo el programa Indalo. Tras el informe, se vallaron unas 40 hect¨¢reas. Despu¨¦s de aquel an¨¢lisis ¡ªque cont¨® con financiaci¨®n de EE UU¡ª la presi¨®n de Espa?a aument¨® para que la Administraci¨®n norteamericana se hiciera cargo de los restos que a¨²n quedan en la zona.
Breve investigaci¨®n penal
Ecologistas en Acci¨®n intent¨® abrir una v¨ªa penal en el caso de la contaminaci¨®n persistente en Palomares. En julio denunci¨® al Ciemat, al Consejo de Seguridad Nuclear y los miembros del Gobierno espa?ol por la inactividad a la hora de limpiar la zona.
La fiscal¨ªa especializada en medio ambiente abri¨® unas diligencias de investigaci¨®n. Pero esta investigaci¨®n penal ha tenido una corta vida. A finales de noviembre, la fiscal¨ªa decidi¨® archivarla ya que entiende que en la ¨²ltima d¨¦cada han sido "numerosas" las actuaciones de las Administraciones para lograr que se retiren de Palomares las tierras contaminadas.
"Desde el principio de las negociaciones el problema ha sido d¨®nde llevar la tierra", apunta Moreno. El a?o pasado, antes de la firma del ¨²ltimo acuerdo, el Departamento de Energ¨ªa de EE UU admiti¨® como posible dep¨®sito una instalaci¨®n militar del desierto de Nevada. En la declaraci¨®n de intenciones de hace tres meses se se?ala que "las tierras contaminadas" ir¨¢n a "un emplazamiento adecuado en los Estados Unidos". "EE UU ha entendido que es un problema que tiene que resolver", opina Moreno. Pero advierte de que en el texto firmado "no se fijan ni el cu¨¢ndo ni el c¨®mo ni qui¨¦n pagar¨¢".
El coste de toda la operaci¨®n, rondar¨ªa los 640 millones. Unos 500 millones corresponder¨ªan al almacenamiento en EE UU. Pero no est¨¢ claro el reparto de las cargas. Tampoco se ha determinado el volumen de tierra que se trasladar¨ªa. Podr¨ªan ser los 50.000 metros c¨²bicos o podr¨ªa reducirse a 6.000 a trav¨¦s de un proceso de tamizado, seg¨²n se apuntaba ya en el informe del Ciemat de 2008. Todas estas dudas se tendr¨¢n que resolver en las negociaciones bilaterales. De momento, el Ciemat ya ha organizado una reuni¨®n de coordinaci¨®n con el Consejo de Seguridad Nuclear y los ministerios de Exteriores, Fomento e Interior, ya que todo el proceso de limpieza y traslado implicar¨¢ a varios departamentos del Gobierno.
Greenpeace ha pedido esta semana transparencia en el proceso. Y ha mostrado ciertas dudas al recordar que el protocolo firmado "no tiene validez jur¨ªdica". En el memorando tambi¨¦n se apunta a que los firmantes pueden "interrumpir en cualquier momento las actividades previstas". Pero, a pesar de las dudas, el texto hace que Palomares est¨¦ m¨¢s cerca de librarse del rastro radiactivo con el que carga desde hace 50 a?os.
EE UU, a la espera de un nuevo Gobierno en Espa?a
"Aunque se ha avanzado mucho en las conversaciones t¨¦cnicas" ¡ªsostiene la Embajada de Estados Unidos¡ª "las negociaciones finales sobre el acuerdo vinculante aguardan a la toma de posesi¨®n de un nuevo Gobierno espa?ol". "Nuestra intenci¨®n es trabajar para cerrar dicho acuerdo lo antes posible", a?ade la Embajada sobre el pacto para retirar los restos de tierras contaminadas que a¨²n hay en Palomares. La Administraci¨®n norteamericana y la espa?ola aducen que las negociaciones a¨²n est¨¢n "en curso" para no ofrecer m¨¢s detalles sobre el futuro proceso de limpieza.
En noviembre, Estados Unidos celebrar¨¢ elecciones presidenciales y no est¨¢ claro c¨®mo afectar¨ªa una hipot¨¦tica salida de los dem¨®cratas de la Casa Blanca a este pacto. En todo caso, la Embajada de EU UU sostiene que ambos pa¨ªses "han iniciado una nueva etapa de cooperaci¨®n". "Esperamos que resuelva de una vez por todas este cap¨ªtulo de nuestra historia com¨²n".
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