S¨¢nchez tiene ya un primer borrador de 50 hojas de su oferta de pacto

Pedro S¨¢nchez sabe que se dispone a intentar la cuadratura del c¨ªrculo, y que no dispone adem¨¢s de mucho tiempo para lograrlo. Trabaja ya con la hip¨®tesis de que Mariano Rajoy volver¨¢ a declinar la oferta del Rey de formar Gobierno, y que el siguiente en recibir el encargo ser¨¢ ¨¦l. No ser¨¢ hasta entonces cuando comiencen oficialmente las negociaciones con otras fuerzas pol¨ªticas, pero eso no quiere decir que la direcci¨®n socialista permanezca de brazos cruzados: trabajan ya en un borrador de propuestas de medio centenar de hojas.

El secretario general del PSOE ha encargado a un equipo de sus colaboradores cercanos que se pongan a rastrear los programas electorales de todas aquellas formaciones con las que aspira construir su acuerdo de Gobierno progresista y reformista. Quiere recopilar todos los puntos comunes de esas fuerzas con la propuesta que presentaron los socialistas el pasado 20-D.

El trabajo, seg¨²n fuentes de la direcci¨®n, va m¨¢s avanzado de lo que se reconoce oficialmente, pero prefieren mantenerlo a¨²n en un plano discreto para respetar los plazos y los procedimientos: siguen defendiendo que deber¨ªa ser Rajoy el primero en intentar construir una alianza de Gobierno. O eso, o retirase ya definitivamente.

En cualquier caso, S¨¢nchez maneja ya un borrador de cerca de cincuenta p¨¢ginas que recoge todas aquellas materias con las que cree que se podr¨ªa forjar un acuerdo de izquierda a derecha, que incluyera a Podemos y a Ciudadanos, pero tambi¨¦n a Izquierda Unida, al Partido Nacionalista Vasco y hasta a Coalici¨®n Canaria.

Los socialistas dividen el documento en cuatro grandes apartados, con los que creen que ser¨ªa posible tejer alianzas de uno a otro lado del hemiciclo. En primer lugar, una agenda econ¨®mica que consolide la senda del crecimiento pero sea capaz de desmontar las medidas adoptadas por el Gobierno del PP que han incrementado la desigualdad y debilitado los derechos de los trabajadores.

A continuaci¨®n, un proyecto de pol¨ªticas sociales que recuperen y blinden los derechos b¨¢sicos, como la sanidad, la educaci¨®n o la dependencia, que han sufrido una merma considerable en los ¨²ltimos cuatro a?os.

Como tercer apartado, S¨¢nchez buscar¨¢ el acuerdo en una agenda de regeneraci¨®n democr¨¢tica e institucional, que incluir¨ªa abordar de una vez la reforma de la Constituci¨®n.

Finalmente, el texto recoge el compromiso con la construcci¨®n de la Uni¨®n Europa e incluye propuestas para definir e incrementar el papel espa?ol en el debate de las instituciones y las pol¨ªticas de Bruselas.

No va a ser f¨¢cil el acuerdo, pero S¨¢nchez conf¨ªa en que cuente con suficiente tiempo para intentarlo. As¨ª se lo expondr¨¢ al Monarca si finalmente recibe el encargo de preparar su investidura. Tres o cuatro semanas se maneja como un tiempo m¨¢s que prudente para constatar si el pacto es posible.

Cuenta el l¨ªder socialista para este objetivo con la ayuda de Ciudadanos. Albert Rivera tambi¨¦n quiere transmitir al Rey la necesidad de que se disponga del tiempo suficiente para que las negociaciones den alg¨²n resultado.

En cualquier caso, la decisi¨®n de fijar la fecha del debate de investidura est¨¢ constitucionalmente en manos del presidente del Congreso, aunque Patxi L¨®pez ya ha dado a entender que tiene la voluntad de facilitar las cosas con unos plazos flexibles.

Si la tarea de S¨¢nchez no se presentara ya complicada, todav¨ªa se le ha puesto m¨¢s cuesta arriba con su voluntad, anunciada por sorpresa en el comit¨¦ federal del pasado s¨¢bado, de someter a los militantes socialistas los t¨¦rminos del pacto, si finalmente se alcanza uno.

Para ello, el equipo del l¨ªder socialista estudia ya los pasos dados por sus correligionarios en dos pa¨ªses concretos: Alemania y Francia.

Los socialistas alemanes del SPD distribuyeron el texto de su acuerdo con el partido de Angela Merkel, para formar la gran coalici¨®n, entre los 400.000 militantes. Iniciaron adem¨¢s una campa?a de afiliaci¨®n ciudadana con el compromiso expreso de reconocer a los reci¨¦n incorporados su derecho a poder expresarse sobre los t¨¦rminos del pacto.

El resultado, se?alan desde la direcci¨®n del PSOE, fue un incremento notable del censo del partido alem¨¢n, lo que sirvi¨® para reforzar la legitimidad de la consulta.

El voto fue por correo. No hubo voto presencial en las agrupaciones y las sedes. Aun as¨ª, lograron que participara el 80% de los militantes, y de ellos, una amplia mayor¨ªa del 76% respald¨® la alianza en el Gobierno con los partidos conservadores.

La propuesta de S¨¢nchez, en principio, aceptada un¨¢nimemente por el comit¨¦ federal, no se contempla en los estatutos del partido, aunque desde la direcci¨®n recuerdan que uno de los compromisos del secretario general cuando result¨® elegido para ese cargo fue precisamente ampliar la participaci¨®n de las bases en las decisiones del PSOE.

Francia ser¨¢ el otro modelo. En 2004, el entonces l¨ªder del Partido Socialista, Fran?ois Hollande, decidi¨® someter a refer¨¦ndum entre los militantes el ¡°s¨ª¡± al nuevo Tratado Constitucional europeo. Fue una apuesta arriesgada, que se sald¨® con ¨¦xito. Vot¨® el 79% de la militancia, cerca de 100.000, y dio su respaldo a la nueva Constituci¨®n europea con una mayor¨ªa del 55%.