Polite¨ªsmo
La historia vuelve con rabia pero m¨¢s amortiguada porque el pa¨ªs es menos pasional
El eje nueva/vieja pol¨ªtica ha muerto. Quiz¨¢ porque ya ha caducado lo novedoso de los nuevos; o porque en todo este largo proceso de pre-pactos se ha extendido la impresi¨®n de que tampoco eran tan distintos. Su certificado de defunci¨®n lo ha emitido, sin embargo, la expresa incompatibilidad mutua entre Podemos y Ciudadanos. Unos, Podemos, porque adscriben a Ciudadanos al b¨²nker; y los otros, por las veleidades multinacionales, de ¡°ruptura de Espa?a¡±, que imputan al partido de Iglesias y sus adl¨¢teres. Como este ¨²ltimo partido no puede vivir sin re-significarlo todo, ahora el eje fundamental vuelve a girar hacia el m¨¢s cl¨¢sico de izquierda/derecha. Eso que se llama ¡°Gobierno de progreso¡± frente al ¡°austericidio¡± o la complacencia con el status quo. Como el hombre de la Edad Media, S¨¢nchez debe elegir ahora entre dios o el diablo. No hay v¨ªa media.
Otro tanto ocurre con lo que ha venido siendo el frame fundamental con el que se ha operado desde el principio en la discusi¨®n sobre los pactos. Me refiero a los que han fletado el anatema de no pactar con quienes buscan la ¡°disoluci¨®n de la unidad nacional¡±, no solo representados por los del b¨²nker, sino por algunos barones del PSOE. O sea, el cl¨¢sico eje nacionalismo espa?ol/nacionalismos perif¨¦ricos. Si cruzamos ambos ejes, el resultado es la rehabilitaci¨®n posmoderna del conflicto de ¡°las dos Espa?as¡±, que muchos pens¨¢bamos que hab¨ªamos dejado atr¨¢s gracias al consenso alcanzado en la Transici¨®n. Como dir¨ªa un brit¨¢nico, la historia vuelve con rabia (vengeance), aunque ahora mucho m¨¢s amortiguada por la existencia de un pa¨ªs menos pasional y m¨¢s acomodaticio.
S¨¢nchez parece un buen representante de esa nueva Espa?a pragm¨¢tica m¨¢s interesada en resolver problemas espec¨ªficos que en aferrarse a los grandes principios. Y si no lo es, la coyuntura le obligar¨¢ a serlo. Lo quiera o no, deber¨¢ ser polite¨ªsta, como lo es la propia sociedad espa?ola a la luz del resultado electoral. No estamos para caer en la l¨®gica binaria, sino para dar satisfacci¨®n a la gesti¨®n de un pluralismo multicolor que casa mal con esos dos viejos dioses siempre en conflicto y siempre reclamando la sangre del otro.
Lo siento por Podemos, sus ansias de hegemon¨ªa tendr¨¢n que esperar; y lo siento por Ciudadanos y los barones del PSOE, porque Podemos es ahora mismo imprescindible para buscar un adecuado entendimiento con Catalu?a. Y ellos y otros pueden contribuir tambi¨¦n, cada cual cediendo y aportando en lo indispensable, para que la gente ¡ªs¨ª, la gente¡ª pueda volver a creer que esto de la pol¨ªtica merece la pena.
Mientras tanto, el declinante l¨ªder espera y espera a que el cainismo que se nos atribuye nos acabe devorando y pueda tener una nueva oportunidad. Sin ¨¦l, todos sabemos que el PP tambi¨¦n puede estar llamado a jugar el papel que le corresponde.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.