Los titiriteros: ¡°Nuestra obra tiene similitudes con lo que hemos vivido¡±
Ra¨²l Garc¨ªa y ?lfonso L¨¢zaro recalcan, a trav¨¦s de un comunicado, que su intenci¨®n "nunca" fue enaltecer el terrorismo o incitar al odio


Los dos titiriteros encarcelados la pasada semana, acusados de enaltecimiento del terrorismo, han emitido este domingo un comunicado donde han resaltado que no pretend¨ªan "ofender a nadie" con su espect¨¢culo y que, por eso, advirtieron al p¨²blico antes de comenzar la funci¨®n "de que los personajes realizaban actos atroces y violentos". Ra¨²l Garc¨ªa y Alfonso L¨¢zaro, de 34 y 29 a?os, insisten en que su intenci¨®n "nunca fue enaltecer el terrorismo, ni incitar a la violencia o al odio", las dos imputaciones que le mantienen Ismael Moreno, juez de la Audiencia Nacional, y la fiscal¨ªa.
"Estos d¨ªas han supuesto una experiencia dif¨ªcil. Hemos sido detenidos y encarcelados por realizar nuestro oficio, por representar la obra que, con tanta ilusi¨®n y trabajo, hab¨ªamos creado.", contin¨²an los arrestados, en referencia a La bruja y don Crist¨®bal, la representaci¨®n donde se exhibe la pancarta con el lema Gora Alka-ETA. Un r¨®tulo que, seg¨²n Garc¨ªa y L¨¢zaro, utiliza un personaje para incriminar a otro en un delito de terrorismo. "Don Crist¨®bal, un polic¨ªa corrupto, instala en la vivienda de la bruja determinados objetos incriminatorios. Entre ellos, el referido cartel. Tambi¨¦n deja otros, como la alb¨®ndiga-bomba", se?alan los abogados de los acusados, que han resaltado en su comunicado que, durante estos d¨ªas, han sido "difamados por algunos medios de comunicaci¨®n" y, ahora, "estamos sintiendo las heridas que han abierto en nuestros seres queridos".
Los titiriteros han subrayado este domingo que solo quer¨ªan contar, a trav¨¦s de una s¨¢tira, una "historia de ficci¨®n". "Que por desgracia tiene muchas similitudes con la realidad que nos ha tocado vivir estos d¨ªas", han remachado. "Con ella pretend¨ªamos reflexionar sobre algunas situaciones, a nuestro juicio injustas e inmorales, que se dan hoy en d¨ªa en nuestra sociedad", han recalcado, antes de ensalzar el valor de la libertad de expresi¨®n y mostrar su preocupaci¨®n por que "un d¨ªa llegue don Crist¨®bal [el personaje malo de su obra] con su cachiporra y nos golpee, como hizo el otro d¨ªa, porque no le gust¨® la funci¨®n".
Comunicado ¨ªntegro de Garc¨ªa y L¨¢zaro
"En primer lugar, queremos agradecer inmensamente todo el apoyo que hemos recibido, tanto de nuestros familiares y amigos, como de toda la gente que se ha organizado para ayudarnos de una u otra manera, tanto en la calle como en los medios de comunicaci¨®n, de manera individual y de manera colectiva. Nos llena de emoci¨®n y es lo que nos hace mantenernos fuertes. De verdad, gracias.
Queremos decir que estos d¨ªas han supuesto una experiencia dif¨ªcil; hemos sido detenidos y posteriormente encarcelados por realizar nuestro oficio, por representar la obra que, con tanta ilusi¨®n y trabajo, hab¨ªamos creado. Hemos sido difamados por algunos medios de comunicaci¨®n mientras permanec¨ªamos en prisi¨®n y ahora estamos sintiendo las heridas que han abierto en nuestros seres queridos.
Con nuestra obra no pretend¨ªamos aleccionar a nadie y mucho menos a los ni?os y ni?as, sino tan solo contar una historia de ficci¨®n que por desgracia tiene muchas similitudes con la realidad que nos ha tocado vivir estos d¨ªas. Nosotros no somos todo lo que cada t¨ªtere pueda decir o le pueda ocurrir en cada escena. Es importante subrayar que la obra de t¨ªteres que representamos el pasado viernes era una s¨¢tira. Con ella pretend¨ªamos reflexionar sobre algunas situaciones, a nuestro juicio injustas e inmorales, que se dan hoy en d¨ªa en nuestra sociedad. Y lo quer¨ªamos hacer, adem¨¢s, recuperando a don Crist¨®bal, ese oscuro personaje tradicional que rond¨® los teatrillos populares de este pa¨ªs hasta que lleg¨® la guerra civil, esa que acab¨® con muchas cosas, como con el propio don Crist¨®bal, o con la libertad de expresi¨®n.
Esa libertad de expresi¨®n que cre¨ªamos que era un derecho fundamental, la misma que permite decir las cosas que al de al lado no le gustan, o no le apetece o¨ªr, o incluso le horroriza escuchar. Porque la libertad de expresi¨®n no es el derecho de decir solo lo que uno quiere escuchar. Quien la entienda as¨ª, en realidad no cree en ella.
No pretend¨ªamos ofender a nadie con nuestro espect¨¢culo y por eso advertimos al p¨²blico antes de comenzar de que los personajes realizaban actos atroces y violentos. A las personas que decidieron quedarse y se sintieron ofendidas les pedimos disculpas pues esta nunca fue nuestra intenci¨®n, como tampoco lo fue enaltecer el terrorismo, ni incitar a la violencia o al odio.
Tan solo nos queda destacar la preocupaci¨®n que sentimos ahora. Que sentimos nosotros, Alfonso y Ra¨²l, pero tambi¨¦n todos y todas las que inventamos historias, las que les damos forma, y las que las interpretamos. La preocupaci¨®n de que un d¨ªa llegue don Crist¨®bal con su cachiporra y nos golpee, como hizo el otro d¨ªa, porque no le gust¨® la funci¨®n".
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