El Rey har¨¢ otra ronda de consultas el 25 y 26 de abril
Felipe VI ha comunicado su decisi¨®n al presidente del Congreso
En medio del vac¨ªo producido por el fracaso de las negociaciones para formar Gobierno, el Rey ha tomado la iniciativa y ha decidido celebrar nuevas consultas a los representantes de los partidos para conocer las posibilidades de supervivencia de la legislatura surgida de las elecciones del 20 de diciembre. Este martes ha comunicado al presidente del Congreso de los Diputados su decisi¨®n de recibir entre el 25 y 26 de abril a los portavoces de los partidos con representaci¨®n parlamentaria para dilucidar si es posible otro ofrecimiento a un candidato o si, por el contrario, debe proceder a disolver las Cortes Generales y a convocar unas nuevas elecciones.
Felipe VI no ha esperado a que los partidos empiecen a desplegar sus estrategias en el ¨²ltimo minuto, es decir, a partir del pr¨®ximo lunes cuando se conozca el resultado de la consulta de Podemos a sus bases. Aunque todos los partidos consideran inevitables las elecciones, la convocatoria de una tercera ronda de contactos espolea el ¨²ltimo tramo del proceso en una semana en la que las agendas de los partidos y La Moncloa se hab¨ªan quedado desocupadas ante el fracaso de las negociaciones entre el PSOE, Ciudadanos y Podemos y a la espera de los ¨²ltimos estertores de la legislatura.
Con esta tercera ronda de consultas, de la que ha informado este martes al presidente del Congreso, Patxi L¨®pez, el jefe del Estado podr¨¢ constatar si alguno de los candidatos a la presidencia del Gobierno cuenta con los apoyos necesarios para obtener la confianza parlamentaria o si la ¨²nica salida que le queda a la und¨¦cima legislatura son unos nuevos comicios.
El pr¨®ximo 21 de abril, L¨®pez trasladar¨¢ al Rey la relaci¨®n de los representantes designados por los grupos pol¨ªticos y ese mismo d¨ªa La Zarzuela comunicar¨¢ la fecha y las horas en las que ser¨¢n recibidos en audiencia, cuyo orden ser¨¢ de menor a mayor resultado obtenido en las urnas. El Congreso lo notificar¨¢ un d¨ªa despu¨¦s. Como en las dos rondas anteriores, Esquerra Republicana de Catalunya mantiene su negativa a acudir. La pr¨®xima semana, el Congreso tendr¨¢ que aprobar la composici¨®n de la Diputaci¨®n Permanente, es decir, la lista de diputados que se mantienen como tales una vez disueltas las Cortes.
En el caso de que de esta tercera ronda surgiera un candidato con garant¨ªas de superar la investidura, el d¨ªa 27 se convocar¨ªa un pleno en el Congreso de los Diputados con margen suficiente para celebrar?dos votaciones, con 48 horas de diferencia: una para intentar el apoyo de la mayor¨ªa absoluta y la otra para la mayor¨ªa relativa.
El presidente del Congreso explic¨® ayer que, en su opini¨®n, la fecha tope para proponer un candidato a la investidura es el 27 de abril. Desde ese d¨ªa, habr¨ªa que convocar un pleno para el 29, con el c¨¢lculo de poder hacer a las 48 horas una segunda votaci¨®n.
Tras fracaso de la investidura de Pedro S¨¢nchez, Felipe VI opt¨® por no iniciar una nueva ronda de audiencias. Ahora, fuentes del Congreso ven la tercera ronda como un tr¨¢mite para constatar la falta de acuerdo entre las distintas formaciones en disposici¨®n de intentar un acuerdo. El PP no ha podido atraer a ning¨²n partido para intentar la investidura y el PSOE, que logr¨® un pacto con Ciudadanos, no ha podido sumar a Podemos.
El l¨ªmite para la elecci¨®n del nuevo presidente del Gobierno estar¨ªa en la medianoche del 2 de mayo, dos meses despu¨¦s de la votaci¨®n de la fallida investidura de S¨¢nchez. De lo contrario, de acuerdo con el art¨ªculo 99.5 de la Constituci¨®n, el Rey proceder¨ªa a disolver las C¨¢maras y a convocar nuevas elecciones.
Una rigurosa prueba para Felipe VI
El proceso iniciado tras las elecciones generales del 20-D ha supuesto para Felipe VI una rigurosa prueba de capacidad para el cargo de jefe de Estado. No ha sido un tr¨¢mite, como lo fue para su antecesor en escenarios pol¨ªticos despejados y con mayor¨ªas m¨¢s o menos construidas.
El reparto de esca?os derivado de un resultado electoral fragmentado y, a tenor de los hechos, improductivo por las posiciones irreductibles en las negociaciones, ha puesto en tensi¨®n a la jefatura del Estado durante cuatro meses y ha mediatizado la agenda de La Zarzuela.
Tras la primera ronda, pese a la falta de salidas, el Rey ofreci¨® ser candidato a Mariano Rajoy. Su movimiento, fijado en el mandato constitucional, sigui¨® ¡°el orden natural¡± de los resultados electorales. El partido de Rajoy, el PP, carec¨ªa de apoyos suficientes para superar la investidura, pero era la opci¨®n que m¨¢s esca?os hab¨ªa obtenido.
Sin embargo, Rajoy declin¨® este ofrecimiento para evitar el desgaste de un debate de investidura perdido de antemano. La Casa del Rey inform¨® antes que el l¨ªder del PP de esta circunstancia a trav¨¦s de un comunicado, lo que motiv¨® alguna suspicacia sobre las intenciones de Rajoy acerca de la difusi¨®n de su renuncia.
Terminada la segunda ronda, y puesto que las posiciones no se hab¨ªan movido, Felipe VI no ofreci¨® de nuevo a Rajoy la posibilidad de intentar la investidura. El candidato del PP carec¨ªa de apoyos suficientes y el del PSOE, Pedro S¨¢nchez, ten¨ªa una remota posibilidad y se hab¨ªa postulado para afrontarla.
Si el Rey decid¨ªa hacer de nuevo el ofrecimiento a Rajoy, se hubiese mantenido el bloqueo institucional, que ¡°no era lo que el pa¨ªs necesita¡±, seg¨²n argumentaron fuentes de La Zarzuela. Adem¨¢s, dando otra oportunidad a un candidato sin apoyos frente a otro con alguna posibilidad, se hubiese alejado de la neutralidad fijada en la Constituci¨®n.
La t¨¢ctica de Rajoy para dilatar el estancamiento y que corriesen los plazos hacia la convocatoria de nuevas elecciones, aumentando la presi¨®n sobre el PSOE y sus contradicciones internas para lograr su apoyo, no surti¨® efecto. Ni siquiera los amagos de un informe del Consejo de Estado a la medida de los intereses del PP para ir a elecciones prescindiendo del veredicto del Congreso.
Pese a la tensi¨®n entre la direcci¨®n nacional del PP y La Zarzuela, Felipe VI mantuvo el proceso dentro de los cauces del art¨ªculo 99 de la Constituci¨®n. Este martes, ante la perspectiva de otra semana muerta en el proceso, su convocatoria fue un recordatorio a los partidos sobre la responsabilidad de Estado.
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