La familia del ¡®sorpasso¡¯
El padre es militante del PSOE, la madre votante de IU y los hijos, de Podemos. Un debate familiar pone cara a la brecha generacional que reflejan todos los sondeos pol¨ªticos
¡°A m¨ª, lo que m¨¢s me gustar¨ªa es que el 26 de junio Podemos ganara con mayor¨ªa absoluta y Pablo Iglesias fuera presidente¡±. Manolo Gued¨¢n, militante socialista, de 66 a?os, resopla al o¨ªr a su hijo, Manu, de 30. Empez¨® su vida pol¨ªtica en la Organizaci¨®n Revolucionaria de Trabajadores, mao¨ªsta; cumpli¨® los 19 en la c¨¢rcel, durante la dictadura, y tras pedirle tiempo a Felipe Gonz¨¢lez para terminar sus estudios ¨C¡°Yo quer¨ªa tener una profesi¨®n al margen de la pol¨ªtica¡±- , se afili¨® en 1993 al partido del pu?o y la rosa, al que ya votaba desde 1982. Su esposa, Caridad Plaza, de 68 a?os, le apoya, pero Manolo se ha quedado en minor¨ªa. Su exmujer, Francesca, funcionaria jubilada, y votante de IU, y sus dos hijos, Manu y Marta, quieren comerse a los socialistas en las pr¨®ximas elecciones. En esta familia madrile?a se cuece un sorpasso.
El sal¨®n de su hogar es escenario de un acalorado debate pol¨ªtico desde hace meses. Son las voces de la brecha generacional que reflejan los sondeos, cuando los j¨®venes se alejan a grandes zancadas del bipartidismo y los emergentes luchan a brazo partido por hacerse con su voto. EL PA?S quiso entrar en una de esas casas a las que llama el CIS para poner rostro a las estad¨ªsticas y piel a los calculados argumentarios que derraman cada d¨ªa los representantes pol¨ªticos en sus intervenciones p¨²blicas. Este es el resultado de dos horas y media de un apasionado debate familiar ante las segundas elecciones generales en seis meses. ?
Manolo, polit¨®logo, exdirector de la oficina en M¨¦xico de la Secretar¨ªa General iberoamericana, ya jubilado y militante del PSOE, lleva un polo rojo. Manu, editor y miembro del ¨¢rea de cultura de Podemos, una camiseta color morado de Podemos. Juran que ha sido casual y se r¨ªen con ganas antes de ponerse muy serios para hablar de Venezuela, de las puertas giratorias, de Anguita, de los desahucios, del refer¨¦ndum en Catalu?a, de qui¨¦n es el culpable de la repetici¨®n de elecciones...
Padre: ¡°La culpa es de todos, pero no por igual. Ten¨ªa que haber habido un pacto entre el PSOE, Ciudadanos y Podemos, pero Podemos quer¨ªa destruir al PSOE y por eso ahora se abraza a Anguita, y el PSOE tampoco pod¨ªa pactar con ellos por la divisi¨®n interna.? Es una inmadurez democr¨¢tica repetir las elecciones¡±.
Hijo: ¡°El PSOE no es due?o de su destino. Y en Podemos no veo culpa, sino responsabilidad. No hemos llegado hasta aqu¨ª para pactar un gobierno que no cambie lo esencial. La frustraci¨®n ser¨ªa brutal y francamente, entre que gobierne Rajoy o S¨¢nchez, veo una diferencia m¨ªnima. No voto con miedo. Voto con la misma ilusi¨®n que en diciembre o m¨¢s¡±. ?
El debate sube de tono al hablar de Venezuela. ¡°?Un dem¨®crata no puede decir eso!¡±
Padre: ¡°Cuando uno quiere asaltar los cielos, se termina quedando a ras de tierra. Mira lo que les ha pasado a los aliados de Podemos en Grecia: al final est¨¢n bajando las pensiones un 30%. El resultado, querido hijo, es que esto puede terminar en un nuevo gobierno del PP. Os hab¨¦is equivocado...¡±.
En lo ¨²nico en lo que Manolo, Manu y Caridad est¨¢n de acuerdo es en que ¡°lo m¨¢s probable¡± es que siga gobernando el PP. ¡°?Gastar¨¢n un mont¨®n de millones en unas elecciones para que todo siga como estaba!¡±, lamenta ella. Cuando se le pregunta a Manolo si cree que, llegado el momento, el PSOE deber¨ªa abstenerse y permitir a los populares seguir en el poder, pone cara de p¨¢nico. ¡°No pueden repetirse por tercera vez las elecciones. ?Los socialistas tienen que hacer lo posible en primer lugar, por ganar y, luego, por formar gobierno...¡±.
-????????? ¡ª¡°No has contestado¡±, le pincha Manu.
-????????? ¡ª¡°Bueno no, el PSOE no deber¨ªa abstenerse¡±.
Con su madre, Francesca, Manu tambi¨¦n discute, pero menos. ¡°Mis hijos me transmitieron ese entusiasmo por Podemos y en las ¨²ltimas elecciones iba a votarles. Pero en el ¨²ltimo momento me arrepent¨ª y al final vot¨¦ a Alberto [Garz¨®n] porque tengo un v¨ªnculo emocional con ellos, s¨¦ qu¨¦ papel jugaron en la Transici¨®n (el PCE)... Manu llama a esa fidelidad voto cautivo. Yo creo que los afectos pesan, pero tambi¨¦n las ideas¡±. En ¡°lo esencial¡± est¨¢ cerca de los planteamientos pol¨ªticos de su hijo. ¡°Luego veo una arrogancia juvenil inevitable, que yo tambi¨¦n tuve, y echo en falta m¨¢s respeto a lo que no han vivido¡±.
La Transici¨®n y el No a la guerra
La vez que Manolo y Caridad votaron con m¨¢s ilusi¨®n fue la primera que pudieron hacerlo tras una larga dictadura franquista. Manu cuenta que se empez¨® a movilizar pol¨ªticamente a ra¨ªz de la Guerra de Irak. ¡°En 2004 iba a votar a IU, y al final vot¨¦ al PSOE, por la influencia de mi casa, pero fue la ¨²ltima vez. Despu¨¦s vot¨¦ una vez m¨¢s a IU y todas las dem¨¢s nulo, con papeletas rotas del PSOE y del PP, hasta que en las europeas vot¨¦ a Podemos¡±. Manolo confiesa que el pasado diciembre, despu¨¦s de d¨¦cadas de militancia socialista, cogi¨® la papeleta de Pablo Iglesias. ¡°Mi hijo tambi¨¦n influye en m¨ª. Pens¨¦ que ser¨ªa bueno una formaci¨®n a la izquierda del PSOE que sirviera para comprometerles m¨¢s en las pol¨ªticas sociales. Imaginaba una relaci¨®n de colaboraci¨®n competitiva, pero me equivoqu¨¦. Me arrepent¨ª a las 72 horas¡±.
Manolo y Caridad recuerdan a Manu que, pese a ¡°los errores¡±, el PSOE fue el partido que ¡°moderniz¨® este pa¨ªs¡± y ¡°universaliz¨® la educaci¨®n y la sanidad¡±... Pero Manu, que tiene 36 a?os menos que su padre, es inmune a ese discurso. ¡°Los partidos no acumulan m¨¦ritos por los que deban ser premiados 20 a?os despu¨¦s. A m¨ª no me gustar¨ªa estar votando dentro de 25 a Podemos, sino a una versi¨®n mucho mejor¡±.
Los padres evocan m¨¦ritos del pasado. Manu es inmune a ese discurso
¡ª¡°Hay un problema generacional. Cuando tienes una casa en propiedad, te da igual que tu partido no apoye la daci¨®n en pago retroactiva. Con 20 o 30 a?os eso lo ves m¨¢s cerca. Os gusta la idea porque el imaginario del PSOE es de izquierdas, pero luego pact¨¢is con Ciudadanos y eso, para ser hijo de un padre progresista, me supone una decepci¨®n muy fuerte¡±.
¡ª¡°No me da igual. Pero si no es posible ponerme de acuerdo en todo, puedo buscar un acuerdo de m¨ªnimos para echar al PP del Gobierno y dejar otras cosas para dentro de dos a?os. Eso es la democracia, negociar. Las transiciones no se hacen como se quiere, sino como se puede. Y tengo que decir que yo no estoy nada decepcionado. Estoy muy orgulloso de tener un hijo que tiene unos valores sociales, independientemente de su voto, y que se esfuerza por tener una profesi¨®n y no vivir de la pol¨ªtica¡±.
Es el segundo momento m¨¢s tenso del debate familiar. El primero es por Venezuela. ¡°Esas cosas que dicen de Hugo Ch¨¢vez no las puede decir un dem¨®crata. No os refugi¨¦is en que lo importante son los desahucios. Tienen que dar cuenta del papel pol¨ªtico que han jugado en la construcci¨®n de ese desastre que se llama Venezuela ¡±, dice Manolo. ¡°Es penoso que cuando aparece un partido que coloca la desigualdad en el centro del debate haya gente que se dice de izquierdas que desplaza el marco hasta ese sitio¡±, le responde Manu.
Discrepan en el fondo y tambi¨¦n en las formas. A Caridad, la actitud de Podemos en el Parlamento le pareci¨® ¡°un circo¡±. A Manu, que Carolina Bescansa llevara a su beb¨¦ al hemiciclo, ¡°pedagog¨ªa feminista¡±.? Manu quiere refer¨¦ndum en Catalu?a. Manolo dice que hacerlo ahora llevar¨ªa a ¡°enfrentamientos in¨²tiles¡±. La lista de discrepancias es interminable. La izquierda se divide, pero esta familia termina el debate entre risas, preparada para el siguiente.
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