?Qu¨¦ quiere decir ¡°todo lo posible¡±?
Tras el 20-D nadie estaba pensando en el inter¨¦s general del pa¨ªs
La pol¨ªtica es un asunto demasiado serio para dejarlo en manos de los pol¨ªticos, comentaba un veterano representante p¨²blico en los largos meses de bloqueo posteriores al 20-D. La conclusi¨®n entonces de todos los observadores de la escenograf¨ªa que se despleg¨® durante ese tiempo era un¨¢nime: nadie estaba pensando en el inter¨¦s general del pa¨ªs ni en dar con una soluci¨®n a la par¨¢lisis en que estaban inmersos.
Ten¨ªan la vista puesta en las pr¨®ximas elecciones y constru¨ªan ya la historia con la que acudir¨ªan a esa nueva convocatoria. Pedro S¨¢nchez, el que puso en marcha ¡°el reloj de la democracia¡± al intentar formar Gobierno; Albert Rivera, el que demostr¨® la utilidad de Ciudadanos, al poner a sus diputados al servicio de una causa eficaz y regeneradora; Pablo Iglesias, el abogado de una alternativa de izquierdas que respondiera a la voluntad de la mayor¨ªa del electorado; Mariano Rajoy, finalmente, el pol¨ªtico sensato que solo aspiraba a formar el ¨²nico Gobierno estable que, seg¨²n ¨¦l, era posible, y que deb¨ªa presidir ¨¦l.
El 26-J hablaron las urnas y, en teor¨ªa, les dieron a todos la respuesta que anhelaban. No fue, evidentemente, la que deseaban. Y el bloqueo se ha repetido.?Unos y otros aseguran que hay que impedir a toda costa la convocatoria de unas nuevas elecciones que no entender¨ªan los ciudadanos y a ellos les situar¨ªa ante el espejo de su propio fracaso. Y, sin embargo, nadie ha querido entender el mensaje, y siguen dando la impresi¨®n de actuar motivados por la posibilidad de que hubiera una tercera vuelta electoral que les resolviera todos sus problemas.
Rajoy se ha limitado a realizar una primera ronda de consultas con todos los partidos ¡ªincluidos, inexplicablemente, aquellos con los que nada tiene que hablar¡ª para ganar tiempo, y la ha rematado con una oferta que se limita a resumir el programa electoral con el que el PP se present¨® al 26-J. Convencido, ¨¦l y los suyos, de que ante un nuevo fracaso de todos, ellos recoger¨ªan los frutos.?S¨¢nchez se manifiesta aterrado ante la sangr¨ªa de votos socialistas que podr¨ªa suponer una abstenci¨®n que permitiera echar a andar a un Gobierno de Rajoy, como si estuviera cercana la hora de volver a votar y no una nueva legislatura. Mira adem¨¢s de reojo a los que le cuestionan en su partido y no est¨¢ dispuesto a darles esa baza.
Iglesias se frota las manos ante la posibilidad de que el PSOE sucumba. ?l ni se plantea que tambi¨¦n Unidos Podemos, con su abstenci¨®n, facilitar¨ªa las cosas. Rivera presenta como un ejercicio de responsabilidad un movimiento t¨¢ctico ¡ªsu abstenci¨®n¡ª pensado ¨²nicamente para quitarse de encima la presi¨®n. ?Cuando aseguran que har¨¢n todo lo posible para evitar volver a las urnas, ?quieren decir posible o deseable?
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