PSOE y Podemos se enfrentar¨¢n para hacerse con el liderazgo de la oposici¨®n
S¨¢nchez e Iglesias competir¨¢n por ser la voz contraria al PP si Rajoy forma Gobierno
El PSOE y Podemos competir¨¢n sin tregua por erigirse como el m¨¢ximo representante de la oposici¨®n al gobierno del PP si finalmente este logra formarse. Esta pugna supone una continuaci¨®n de la campa?a electoral que culmin¨® con la hegemon¨ªa del PSOE en votos y esca?os, truncando as¨ª el objetivo esencial de su adversario. Podemos no logr¨® el sorpasso. Ambos partidos competir¨¢n ahora en el campo de las propuestas para marcar distancias. Podemos asume el enfrentamiento ¡°para toda la legislatura¡± pero da por seguro que el futuro ser¨¢ ¡°de convivencia¡±.
¡°Enhorabuena se?or Iglesias, ah¨ª est¨¢ el se?or Rajoy¡±. Esta andanada hacia el l¨ªder de Podemos la lanz¨® el secretario general del PSOE, Pedro S¨¢nchez, poco antes de la medianoche del 26 de junio, una vez terminado el escrutinio electoral. El l¨ªder socialista responsabiliz¨® a su adversario de la repetici¨®n de las elecciones y de la victoria electoral del PP por ¡°haber votado dos veces contra un candidato socialista¡±. La hondura del resentimiento del PSOE hacia el partido emergente de la izquierda, por lo que pudo ser y no fue, se ha solidificado despu¨¦s de las elecciones, cuyo resultado ha cerrado a los socialistas toda expectativa de gobierno.
Acaso con m¨¢s frialdad, los dirigentes de Podemos evitan mostrar acritud hacia los socialistas aunque sus intenciones est¨¢n claras y no sean otras que tratar de liderar la oposici¨®n, despu¨¦s de no haber obtenido los resultados buscados. Para ello, les resulta fundamental que el PSOE facilite la investidura de Mariano Rajoy. El l¨ªder de esta formaci¨®n, Pablo Iglesias, ha hecho p¨²blica su ¡°quiniela¡±, seg¨²n la cual el PSOE terminar¨¢ absteni¨¦ndose en septiembre en la investidura del candidato del PP. Una y otra vez, el l¨ªder de la formaci¨®n emergente transmite que los socialistas acabar¨¢n siendo la muleta que necesita el PP para gobernar. ¡°Eso les convertir¨¢ de hecho en un socio de la derecha¡±, concluye Pablo Iglesias con la m¨¢xima naturalidad. Eso no ocurrir¨¢, aseguran en la direcci¨®n socialista.
Si como proclaman en el PSOE con contumacia eso no ocurriera, Podemos cambiar¨¢ el terreno de la disputa con los socialistas. Las dos formaciones estar¨¢n en la oposici¨®n y sus enfrentamientos tendr¨¢n otro objetivo. Ya no se trata de competir por el segundo puesto en unas elecciones, sino de pugnar por el liderazgo de la iniciativa en el Congreso de los Diputados frente a Mariano Rajoy. Podemos, que perdi¨® un mill¨®n de votos el pasado 26-J y se qued¨® a 14 esca?os del partido de Pedro S¨¢nchez, no se resigna y busca arrebatar a los socialistas la hegemon¨ªa de la izquierda. Aunque tenga que hacerlo en un plazo medio o largo. ??igo Errej¨®n, portavoz parlamentario del grupo de Unidos Podemos y n¨²mero dos de Pablo Iglesias, asume que esos choques con el PSOE se dar¨¢n a lo largo de toda la legislatura, aunque declara que su aspiraci¨®n es la de ¡°convivir¡± en el futuro.
Ayuntamientos
¡°En realidad no es malo¡±, se?ala a EL PA?S, ¡°que haya una cierta competici¨®n por qui¨¦n va a llevar la iniciativa en la oposici¨®n a las pol¨ªticas de PP¡±, explica Errej¨®n. El tono y el contenido con el que Errej¨®n explica su planteamiento de relaci¨®n con el PSOE no es compartido por sus adversarios que, hasta ahora, solo ven ¡°malas artes¡±, donde Errej¨®n sugiere ¡°sana y deportiva competici¨®n¡±.
La colaboraci¨®n ya se da en algunos ayuntamientos, como con Manuela Carmena en Madrid o con Ada Colau en Barcelona. Y tambi¨¦n en algunas de las principales Comunidades Aut¨®nomas, como Arag¨®n, Castilla-La Mancha, Extremadura, Baleares o la Comunidad Valenciana, donde Podemos respalda a Gobiernos socialistas. As¨ª es fruto de los pactos de las elecciones auton¨®micas y municipales de hace catorce meses, pero con resultados diferentes.
No en todos los sitios hay satisfacci¨®n por los pactos aunque en ninguno de los dos partidos hay previsi¨®n de ruptura. Si el PSOE aspira a gobernar, tendr¨¢ que hacerlo de la mano de Podemos, sentencian en el partido de Iglesias. Eso podr¨¢ ser as¨ª en un futuro pero en principio los socialistas se quedan con lo que ya ha ocurrido: Pablo Iglesias pudo votar a Pedro S¨¢nchez para la presidencia del Gobierno, y no lo hizo.
Por la supremac¨ªa de la izquierda
¡°Los partidos tradicionales tienen que asumir que la pol¨ªtica en Espa?a ya no es de a dos. Ese es el nuevo escenario que ha venido a quedarse durante un tiempo¡±. Esta recomendaci¨®n del n¨²mero dos de Podemos, ??igo Errej¨®n, al PP y al PSOE tiene fundamento real a pesar de que su partido, y tambi¨¦n Ciudadanos, hayan sufrido un retroceso notable en tan solo seis meses.
La alusi¨®n de este dirigente a que el mapa ser¨¢ de cuatro partidos, m¨¢s los nacionalistas, "durante un tiempo", puede conectar con la certeza del PSOE de que la raz¨®n de ser de Podemos es superarlos, arrinconarlos y, a ser posible, que desaparezcan y sustituirlos como la gran fuerza pol¨ªtica de la izquierda. La disputa empieza desde ahora hasta las pr¨®ximas elecciones.
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