Euskadi: nuevo tablero pol¨ªtico
La irrupci¨®n de Podemos, el modelo territorial y las prioridades que fije Urkullu marcar¨¢n la pr¨®xima legislatura vasca
Va a resultar muy dif¨ªcil para el lehendakari I?igo Urkullu lograr que el miniadelanto de las elecciones vascas evite su contaminaci¨®n por la incertidumbre de la situaci¨®n pol¨ªtica espa?ola. El foco medi¨¢tico seguir¨¢ estando dentro de dos meses en Espa?a porque o a¨²n no habr¨¢ gobierno, la hip¨®tesis m¨¢s veros¨ªmil hoy, o porque se est¨¦ en trance de constituirlo. En todo caso, Urkullu puede resaltar con orgullo c¨®mo en la anta?o atormentada Euskadi, el grado de estabilidad pol¨ªtica y di¨¢logo, con sus limitaciones, son ejemplares si se compara con el bloqueo y crispaci¨®n de la actual situaci¨®n pol¨ªtica espa?ola.
Urkullu, del PNV, no ha contado con mayor¨ªa esta legislatura terminal y ha gobernado con el apoyo parlamentario del PSE en su cuesti¨®n prioritaria, la salida econ¨®mica y social de la crisis, junto a los Presupuestos. En las dem¨¢s cuestiones ha practicado la geometr¨ªa variable, lo que no ha sido ¨®bice para aprobar m¨¢s de 20 leyes, algunas de calado.
Urkullu comparte con Mariano Rajoy no disponer de mayor¨ªa absoluta. Pero no tiene el estigma que marca a Rajoy: su rechazo a asumir responsabilidades pol¨ªticas por la corrupci¨®n en el PP, aut¨¦ntico obst¨¢culo para que otros partidos le faciliten el Gobierno. En un pasado a¨²n reciente, el PNV tuvo su estigma, el proceso soberanista unilateral de Ibarretxe que, aunque gan¨® sus ¨²ltimas elecciones, le aisl¨® y no pudo gobernar. El PNV entendi¨® el mensaje y sacrific¨® a Ibarretxe.
Urkullu ha recuperado la centralidad para el PNV. Estas elecciones van a tener la singularidad de medir la consistencia de Podemos, que en las dos elecciones generales sucesivas se coron¨® como primer partido de Euskadi en votos. La l¨®gica de las elecciones auton¨®micas cambia porque se juega la gesti¨®n de los servicios vascos y no la Moncloa, lo que favorece a los partidos nacionalistas. De ah¨ª que todas las encuestas ofrezcan una clara victoria del PNV mientras Podemos y Bildu se disputan la segunda posici¨®n.
Si las encuestas se confirman y Urkullu gana, no tendr¨¢ problemas para buscar apoyos. Su centralidad le permite elegir pues Podemos, inclusive, ha loado sus pol¨ªticas sociales. La clave est¨¢ en sus prioridades. Le ha ido muy bien esta legislatura con su pacto con el PSE ¡ªcon quien comparte adem¨¢s Gobierno en diputaciones y ayuntamientos¡ª en el que han primado las medidas socioecon¨®micas para salir de la crisis sobre las identitarias.
Pero, tras la irrupci¨®n de Podemos, es dif¨ªcil que PNV y PSE sumen mayor¨ªa y es posible que la de Podemos y Bildu supere la del PNV y socialistas. Matem¨¢ticamente, el PNV no tendr¨ªa problemas para completar la mayor¨ªa, pues el PP apoyar¨ªa el t¨¢ndem PNV-PSE para impedir un hipot¨¦tico Gobierno Podemos-Bildu. Pero es dudoso que al PNV le interese el apoyo del PP si Podemos obtiene buen resultado. Existe el precedente de Navarra en que Geroa Bai, con el PNV dentro, gobierna con el apoyo de Podemos.
Adem¨¢s, el inicio de la campa?a coincidir¨¢ con la Diada y el avance unilateral del soberanismo catal¨¢n a la independencia, que en Euskadi s¨®lo entusiasma a Bildu. Urkullu ha anunciado un modelo alternativo en esta legislatura: un nuevo Estatuto pactado en Euskadi y con el Estado, dentro de la legalidad. Cada partido tiene una propuesta distinta. El federalista PSE teme que el pragmatismo del PNV se vea desbordado por el independentismo de Bildu y la ambig¨¹edad de Podemos y la reforma del Estatuto entre en una deriva impredecible y condicione la gobernabilidad.
Los n¨²meros ser¨¢n importantes el 25 de septiembre. Pero tambi¨¦n despejar inc¨®gnitas, entre ellas la oferta territorial de Podemos, las prioridades de Urkullu y la capacidad negociadora del PSE y PP en el futuro tablero pol¨ªtico. Se abre nueva etapa en Euskadi.
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