La paradoja de S¨¢nchez
El l¨ªder socialista persevera en la ambig¨¹edad y en la procrastinaci¨®n como camino de supervivencia a riesgo de exasperar a su propio partido
Pedro S¨¢nchez se ha instalado en la paradoja de Escher. No est¨¢ claro si baja o si sube las escaleras, incluso recuerda a aquel personaje de El jard¨ªn secreto (Chesterton), cuya presencia es su ausencia y cuya ausencia es su presencia.
El l¨ªder socialista inicia las consultas al mismo tiempo que elude la iniciativa. Dicho de otra manera: no se postula como alternativa, pero ejerce de candidato a la vez, forzando las costuras del PSOE a un estado de esquizofrenia pol¨ªtica.
Tal es el desconcierto que sus intervenciones requieren una traducci¨®n. Ocurri¨® el viernes cuando sobrentendi¨® la oportunidad de su candidatura. Y sucedi¨® ayer, cuando la desminti¨® con tibieza. ?Qu¨¦ quiso decir? ?Qu¨¦ quiere hacer?
Las dudas arman de argumentos el desconcierto de la familia socialista. Y son los motivos que ha dado cierto vuelo a un nuevo atisbo de rebeli¨®n en las baron¨ªas. Javier Lamb¨¢n, presidente de Arag¨®n, y Susana D¨ªaz, en boca de su n¨²mero dos, le exigieron que eludiera la actitud especulativa de las ¨²ltimas semanas, m¨¢s a¨²n cuando la investidura fallida de Rajoy exige adoptar una posici¨®n inequ¨ªvoca. Y cuando resulta por completo ilusorio, fr¨ªvolo, insinuar un consenso de las "fuerzas del cambio".
Pero ocurre que la posici¨®n de Pedro S¨¢nchez consiste en la ausencia de una posici¨®n. Ni siquiera participa del camino que sugiri¨® Felipe Gonz¨¢lez y que ha revitalizado la propia presidenta de la Junta de Andaluc¨ªa: el precio de la abstenci¨®n consistir¨ªa en el sacrificio de Mariano Rajoy, un trofeo de caza mayor que encubre la negligencia socialista y que se antoja desproporcionado a la vista de los resultados electorales.
Pedro S¨¢nchez parece encontrarse c¨®modo en la interinidad y en la ambig¨¹edad. Se las arregla para aplazar la fecha de su propia ejecuci¨®n. Logra improvisar toda suerte de metas volantes en su itinerario. La pr¨®xima es el proceso electoral de Euskadi y de Galicia. Que no auguran un buen resultado a los socialistas ¡ªtodo lo contrario¡ª pero que suponen un nuevo cataplasma en la estrategia de la procrastinaci¨®n.
Procrastinar es aplazar las decisiones fundamentales, sustituirlas por otras m¨¢s gratas y agradables, abstraerse de las obligaciones mayores, asumir las responsabilidades. Pedro S¨¢nchez las elude porque las subordina a su propia supervivencia, quiz¨¢ confortado en la lealtad que todav¨ªa parece garantizarle su partido.
Es la vieja historia de Scherezade, narradora principal de Las mil y una noches y reina consorte de Persia que lograba sobrevivir cada noche de la venganza del sult¨¢n Shariar porque lo embelesaba cont¨¢ndole una historia cuyo desenlace se aplazaba hasta la noche siguiente. Y as¨ª, hasta el final de los tiempos.
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