Los Radosavljevic, primeros condenados por compra de ¨®rganos en Espa?a
Cuatro integrantes del clan, un peligroso grupo de ladrones, afrontan penas de hasta seis a?os y seis meses de prisi¨®n
A las tres de la tarde, una furgoneta Mercedes de color negro se detiene frente a una vivienda ocupada por indigentes en?L'Hospitalet de L'Infant (Tarragona). De su interior sale Zoran Radosavljevic, el cabecilla de un peligroso clan vinculado al robo en domicilios de lujo y al tr¨¢fico de menores. Le acompa?an su hijo Django y otros miembros de la organizaci¨®n, que entran r¨¢pidamente en el edificio y sacan a la fuerza a Abdallah, un sin techo que subsiste pidiendo limosna por las calles de la ciudad. A empujones, lo introducen en el veh¨ªculo y lo trasladan hasta la casa del jefe. "?Perro!", le gritan. "?S¨ª o s¨ª vas a terminar lo que has comenzado!", le repiten, seg¨²n un testigo, mientras le llueven golpes en el cuello, la cabeza y la espalda. Acaba de negarse a darle uno de sus ri?ones al hijo enfermo de Zoran.
Cuatro miembros del clan de los Radosavljevic se han convertido ya en los primeros condenados en Espa?a por tr¨¢fico de ¨®rganos, seg¨²n subrayan fuentes policiales y la Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes (ONT). A mediados del pasado octubre, la Audiencia Provincial de Barcelona sentenci¨® a seis a?os y seis meses de c¨¢rcel al cabecilla de la organizaci¨®n, de 50 a?os; a su hijo Django, de 35; y a Oussama El Khalifi, de 34, uno de sus hombres de confianza y encargado de buscar al donante. El tribunal tambi¨¦n dict¨® una pena de cuatro a?os y seis meses para Tony, el reto?o enfermo del jefe, de 32 a?os y que necesitaba el ri?¨®n tras sufrir una hipertensi¨®n arterial renal. Aprovech¨¢ndose de su situaci¨®n de vulnerabilidad, le ofrecieron a Abdallah (nombre ficticio), un sin papeles marroqu¨ª que apenas hablaba espa?ol, 6.000 euros a cambio.
"Solo hemos detectado dos ocasiones en las que se haya tratado de comprar un ¨®rgano en este pa¨ªs. Espa?a es muy seguro en este sentido", explican fuentes policiales. La operaci¨®n orquestada por los Radosavljevic, a principio de 2015, fue el segundo caso. El primero sucedi¨® apenas unos meses antes: en la primavera de 2014, cuando los investigadores arrestaron a cinco personas acusadas de ofrecer 40.000 euros a inmigrantes para que diesen una parte de su h¨ªgado a un rico alcalde liban¨¦s de 62 a?os. Un magistrado de Valencia ya ha procesado a cuatro de ellas, pero el juicio a¨²n no se ha celebrado.
Los investigadores coinciden en que el sistema de control instaurado en Espa?a, unida a las altas tasas de donaciones, provoca que "los delincuentes ni siquiera intenten una compraventa de ¨®rganos porque saben que, antes o despu¨¦s, saltan las alarmas". Rafael Matesanz, director de la ONT, subraya c¨®mo la legislaci¨®n obliga a los implicados a pasar diferentes filtros: primero, deben cumplir todos los criterios m¨¦dicos; segundo, su caso debe aprobarlo el comit¨¦ de ¨¦tica del hospital, que estudia si existe una retribuci¨®n o coacciones; y, despu¨¦s, todos los participantes en el proceso tienen que presentarse ante un juez, que estudia los detalles y los interroga. "Les pregunta, por ejemplo, desde cu¨¢ndo se conocen", explica Matesanz, que hace hincapi¨¦ en otro factor determinante: "Todos los trasplantes de este tipo se hacen en hospitales p¨²blicos".
Viajar fuera para adquirir un ¨®rgano
Adem¨¢s de los dos intentos de compra de ¨®rganos en Espa?a, la ONT tiene identificados a seis residentes del pa¨ªs que salieron fuera para someterse ilegalmente a un trasplante. El ¨²ltimo caso se remonta a 2009, cuando un ciudadano chino volvi¨® a su pa¨ªs de origen para operarse. "Tambi¨¦n, cada dos por tres, recibimos alertas de anuncios de venta de ri?¨®n por internet. El 99,9% son intentos de estafas", subraya Matesanz.
"?Qu¨¦ tipo de sangre es?"
Con tent¨¢culos en varios pa¨ªses de Europa, la banda de los Radosavljevic procede de Serbia. All¨ª naci¨® su jefe. Aunque hace a?os que, junto a sus dos hijos procesados ¡ªnacidos en Francia¡ª y el resto de su clan, se hab¨ªa asentado en el sur de Tarragona. Desde all¨ª, preparaban presuntamente los golpes a viviendas de lujo de toda Espa?a y de otros pa¨ªses del continente. "Captaban a menores, que usaban para los robos a las viviendas. Las casaban con miembros del clan. Y pagaba una dote de hasta 100.000 euros por cada ni?a", explican los agentes que desarticularon esta organizaci¨®n y arrestaron a 48 de sus miembros. Los investigadores calculan que el bot¨ªn super¨® los dos millones de euros.
"?Qu¨¦ tipo de sangre es? Dime el tipo y le consigo un ri?¨®n", le dijo El Khalifi a otro integrante del clan, seg¨²n consta en una conversaci¨®n telef¨®nica intervenida por la polic¨ªa. "Encontr¨¦ un payo aqu¨ª con el mismo grupo", comentaba Zoran en otra llamada, en la que celebraba la decisi¨®n de Abdallah de aceptar el dinero a cambio del ri?¨®n. Fue, a partir de ese momento, cuando se volcaron con ¨¦l: pusieron a su disposici¨®n un BMW para acudir a las citas m¨¦dicas, le adelantaron dinero...
Pero, entonces, lleg¨® el d¨ªa en que el indigente ten¨ªa que firmar en la notar¨ªa que conoc¨ªa a Tony desde hace una d¨¦cada y que eran amigos. Y el sin techo se ech¨® para atr¨¢s: tem¨ªa que su salud se viera deteriorada. Y el clan reaccion¨® con violencia: le golpearon, gritaron y coaccionaron sin ¨¦xito. "Le dijeron que iban a sacar su pistola, aunque finalmente no vio ninguna", narran los jueces sobre esa tarde en la que la furgoneta negra aparc¨® frente a la vivienda de L'Hospitalet de L'Infant.
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