El negocio libre de impuestos de los altos funcionarios
La preparaci¨®n privada de opositores es un sector poco regulado con miles de alumnos
¡°Un d¨ªa el preparador nos junt¨® a todos sus opositores. Est¨¢bamos todos en el sal¨®n, ¨¦ramos m¨¢s de 10¡±, cuenta un ex opositor que no ha llegado a ser juez tras 7 a?os de estudio. Era un piso se?orial en el barrio de Salamanca de Madrid. ¡°Esper¨¢bamos, cant¨¢bamos el tema y nos ¨ªbamos. En una hora nos ventilaba a tres¡±, a?ade. El preparador era un magistrado del Tribunal Supremo y cobraba a cada opositor 325 euros al mes en un sobre.
El ex opositor ha preferido ocultar su nombre. Ahora est¨¢ quemado con el sistema, pero quiz¨¢ un d¨ªa retoma las oposiciones y no quiere posibles represalias. En la vida del opositor a alta funci¨®n p¨²blica, la rutina m¨¢s fija es ir a cantar los temas al preparador, una o dos veces por semana. Los preparadores son casi siempre funcionarios que ya han aprobado esas mismas oposiciones.
La mayor¨ªa de preparadores lo hace en privado en su casa, aunque tambi¨¦n hay academias: ¡°Donde hay m¨¢s preparadores privados es en la carrera judicial: alrededor del 80-90% son particulares¡±, dice Jes¨²s Mart¨ªnez, director del ?rea de Oposiciones de la Academia CEF. En la sede madrile?a de esa academia tienen este curso unos 30 opositores a judicatura. En 2015, hubo 3.982 opositores que intentaron aprobar las oposiciones para juez y fiscal, que son la misma. Otros 3.240 aspiraban a ser Letrados de la Administraci¨®n de Justicia ¡ªantiguos Secretarios judiciales¡ª y 938 quer¨ªan ser Inspectores de Hacienda y Empleo.
Son algunos de los miles de aspirantes en las oposiciones principales a la categor¨ªa m¨¢s alta de funcionarios en Espa?a, la A1. El precio medio que paga un opositor a su preparador particular depende del funcionario, la provincia y el m¨¦todo ¡ªhay quien prepara por Skype¡ª, pero ronda los 200 euros y la media de alumnos es de 10. El sobresueldo de los preparadores puede llegar a duplicar su salario como funcionarios en un negocio que mueve varios millones de euros anuales.
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) requiere a los jueces que quieran preparar que pidan un permiso de compatibilidad si van a dar m¨¢s 75 horas anuales. De los 5.502 jueces en activo, lo hab¨ªan pedido hasta 38 hasta mediados de noviembre. Y de esos 38, no todos preparan por cuenta propia. Algunos lo hacen en academias, con lo que la posible falta de permiso es m¨¢s f¨¢cil de descubrir. En el actual CGPJ no recuerdan ninguna sanci¨®n a un juez o magistrado por el incumplimiento de la incompatibilidad como preparador de oposiciones. No es algo que se controle con escr¨²pulo.
El dinero que los altos funcionarios ingresan por estas clases no est¨¢ regulado. La tributaci¨®n depende exclusivamente de la buena voluntad de los empleados p¨²blicos. ¡°Hay un agujero en la tributaci¨®n de esta labor¡±, dice ?lvaro Garc¨ªa Ortiz, portavoz de la Uni¨®n Progresista de Fiscales. ¡°No solo es feo, es ilegal. Es del tipo de cosas que la gente prefiere mirar a otro lado. Esto era escandaloso hace unos a?os y ahora se va regularizando algo m¨¢s, pero no es a¨²n un campo limpio¡±, a?ade. Quiz¨¢ cada vez vaya mejor, pero no hay ning¨²n dato que permita verificar si mejora o empeora. Solo una cosa sigue igual: no est¨¢ regulado.
El caso ser¨ªa menos escandaloso si los implicados no fueran quienes por la ma?ana imparten justicia y controlan fraudes que por la tarde se sienten con la libertad de ignorar.
Los funcionarios que preparan a opositores deben declarar sus ingresos como rendimiento del trabajo. El sistema de tributaci¨®n es el mismo que cuando dan un curso o una charla y una entidad les paga. Pero entonces queda una huella: el pago de la empresa que organiza el acto. Los opositores no son sin embargo una empresa cuyos pagos pueda trazar la Agencia Tributaria, a no ser que haya una denuncia, que puede ser tambi¨¦n an¨®nima.
El rastro que dejan los opositores es un largo hilo de lamentos privados y an¨®nimos en foros de Internet donde comparten en soledad sus problemas: ¡°Yo creo que no es pedir mucho, dado el past¨®n que [los preparadores] se sacan y el sobresueldo que tienen a costa nuestra (en negro, claro)¡±, dice uno. Y otro: ¡°La mayor¨ªa de los preparadores se est¨¢n lucrando a base de bien con nuestro sufrimiento sin estar a la altura de las circunstancias, la inmensa mayor¨ªa de ellos cobrando en negro, sin comunicar al CGPJ que son preparadores, sin darnos un recibo ni garant¨ªa alguna¡±.
Los mensajes de estos foros son an¨®nimos y por tanto sin posibilidad de atribuci¨®n, pero las quejas coinciden con un secreto a voces que he podido contrastar en numerosas conversaciones off the record con jueces, fiscales, inspectores de trabajo y de Hacienda. Este peri¨®dico ha contactado con una coordinadora de uno de estos foros ¡ªque tambi¨¦n prefiere ocultarse porque oposita¡ª que confirma la existencia de personas reales detr¨¢s de los mensajes.
Nadie ni siquiera dentro del cuerpo es capaz de demostrar qu¨¦ hacen sus compa?eros que preparan m¨¢s all¨¢ de haberlo o¨ªdo o intuido en charlas informales. He intentado hablar por tel¨¦fono y por correo electr¨®nico con varios preparadores. Ninguno ha querido comentar su labor con un periodista, antes incluso de mencionar el problema de la tributaci¨®n: ¡°Yo si te digo la verdad no s¨¦ qui¨¦n eres. No voy a hablar con una persona desconocida¡±, dijo uno.
Desde el CGPJ destacan as¨ª la dificultad de descubrir casos ilegales: ¡°Como este tipo de actividad se desarrolla fuera del horario laboral, y evidentemente fuera de las sedes judiciales, el CGPJ no puede ejercer ning¨²n control. Como no puede hacerlo ninguna empresa sobre las actividades que desarrollen sus empleados en su tiempo libre¡±, dicen fuentes del CGPJ.
La Agencia Tributaria tiene un problema similar: sin denuncia es dif¨ªcil actuar y encontrar pruebas. Los opositores son los ¨²nicos que podr¨ªan presentar una denuncia an¨®nima para que se pueda investigar. Pero la falta de factura ¡ªun recibo puede hacerlo cualquiera¡ª complica a¨²n m¨¢s las pesquisas. Fuentes de la Agencia Tributaria confirman que sin una ¡°constataci¨®n de incumplimientos¡± es dif¨ªcil actuar: ¡°La Agencia Tributaria permanece atenta a cualquier incumplimiento del que pueda existir la suficiente informaci¨®n, de modo tal que pueda ser comprobado y, en su caso regularizado¡±.
Desde la inspecci¨®n de Hacienda apelan a la conciencia y al control corporativo como soluci¨®n: ¡°Puede ser que haya un alto funcionario que no tenga ninguna conciencia fiscal y sus compa?eros tampoco la tengan. Pero nuestro cuerpo hay cierta conciencia fiscal¡±, dice Jos¨¦ Luis Groba, presidente de la Organizaci¨®n Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado. ¡°Es un mundo peque?o y todos nos conocemos. No vas a quedar mal y que tus compa?eros digan ¡®mira este jeta¡¯¡±, a?ade Groba.
Los jueces sin embargo creen que la inspecci¨®n de Hacienda podr¨ªa hacer m¨¢s: ¡°La inspecci¨®n de Hacienda tendr¨¢ mucho trabajo y esto no suele vigilarlo. Deber¨ªa vigilarlo m¨¢s¡±, dice Jaime Anta, de la Asociaci¨®n de jueces Francisco de Vitoria. Anta a?ade luego la pregunta m¨¢s compleja: ¡°Pero por mucho que lo regules, ?cu¨¢l es la soluci¨®n para que se declare a Hacienda?¡±
Con la crisis, el n¨²mero de plazas se ha reducido: en 2010 y 2011 hubo 400 plazas, en 2012 ni siquiera hubo convocatoria y en los ¨²ltimos tres a?os se han ofrecido solo 100 plazas. A pesar de que las plazas se han reducido, el n¨²mero de opositores se ha mantenido constante. El negocio de la preparaci¨®n por tanto no ha descendido con la crisis.
El agujero de la falta de control fiscal no implica obviamente que todos se aprovechen. La falta de regulaci¨®n provoca otro problema: el mantenimiento del sistema impide que se cree un sistema regulado de opositores, con sus becas y ayudas. Hoy pocos j¨®venes pueden sacarse unas oposiciones a alto funcionario sin disponer de una media de 200 euros al mes. Las ayudas actuales son escasas y puntuales: el Gobierno vasco da alguna, la Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura ha empezado a dar este a?o 10 becas anuales de 1.200 euros financiadas por el Banco Santander. No es nada sistem¨¢tico.
¡°Siempre preparaban los ni?os con posibilidades. En mi ¨¦poca solo preparaban la gente que viv¨ªa en la ciudad o quienes ten¨ªan recursos. Es inaudito. El propio Estado debe fomentarlo¡±, dice Ferm¨ªn Y¨¦benes, portavoz de la Uni¨®n Progresista de Inspectores de Trabajo. Una opci¨®n, propone Y¨¦benes, ser¨ªa la creaci¨®n de una escuela donde los preparadores tuvieran un nivel contrastable y los alumnos ya pudieran ser seleccionados por m¨¦rito.
Una escuela har¨ªa que la calidad de los preparadores estuviera m¨¢s definida. No hay ahora un modo de controlar la calidad pedag¨®gica de cada preparador. Por su inocencia, el inicio del estudio de los j¨®venes opositores puede caer en manos de preparadores con pocas aptitudes para ense?ar: ¡°Cuando te enteras de qu¨¦ va la vaina, en realidad el negocio es mucho. Yo abandon¨¦ a mis dos primeros preparadores porque no ten¨ªan una metodolog¨ªa, no sab¨ªan qu¨¦ hac¨ªan a nivel memor¨ªstico¡±, dice un opositor.
Hay pocos incentivos para cambiar el sistema: ¡°Cuando sacaron el sistema de becas a opositores, algunos preparadores se negaron a emitir el informe porque cre¨ªan que era un sistema para ser controlados por Hacienda¡±, dice un opositor an¨®nimo. El sueldo extra es un modo de subsanar todas las incompatibilidades laborales de estos cuerpos de altos funcionarios.
Si no hay cambios, el sistema para escoger a los representantes m¨¢s altos del Estado seguir¨¢ implantado tal como describe este otro opositor an¨®nimo: ¡°La gran mayor¨ªa hemos tenido el mismo problema para buscar preparador. Se suelen encontrar preguntando en las Audiencias, Fiscal¨ªa, profesores de universidad. Es echarle morro al asunto y moverse un poco. Como cobran en negro, muchos prefieren mantenerse en el anonimato y se anuncian a trav¨¦s de conocidos¡±.
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