La divisi¨®n del PP de Madrid aumenta y llama la atenci¨®n ante sus congresos

La placidez con la que el PP de Mariano Rajoy est¨¢ llegando a las v¨ªsperas de su XVIII Congreso Nacional tiene un lunar fundamental y muy llamativo en Madrid. Diferentes cargos y dirigentes del m¨¢ximo nivel de esa organizaci¨®n, la cuarta en n¨²mero de afiliados pero la m¨¢s medi¨¢tica, se est¨¢n haciendo notar divididos y llamando la atenci¨®n con enmiendas y propuestas para marcar territorio y poder ante el c¨®nclave nacional y sobre todo para su congreso regional.

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?ngel Garrido e ??igo Henriquez de Luna tienen ambos 52 a?os y dos carreras pol¨ªticas muy similares en el PP de Madrid. Durante a?os fueron amigos, compa?eros en los distintos gobiernos y grupos de Esperanza Aguirre y hasta prepararon enmiendas conjuntas, cuando la exlideresa madrile?a tos¨ªa algo pol¨ªticamente a Rajoy. Ahora son los baluartes de dos maneras de entender el PP madrile?o, que es el que m¨¢s ha destacado con aportaciones distantes a la l¨ªnea oficial marcada por el aparato nacional del partido para el dise?o del c¨®nclave.

Henr¨ªquez de Luna es el n¨²mero dos de Aguirre como portavoz del PP en la capital de Espa?a y Garrido el n¨²mero dos de Cristina Cifuentes en el Gobierno regional. Los dos defienden que el PP debe abrirse m¨¢s, ser m¨¢s democr¨¢tico y participativo e implantar las primarias para la elecci¨®n de l¨ªderes, pero cada uno con su modelo. Detr¨¢s de esa sorda disputa espera una complicada organizaci¨®n del congreso regional, el 17 de marzo, que prev¨¦ la entronizaci¨®n de Cifuentes, que lleva un a?o al mando de la gestora que relev¨® a Aguirre.

En un partido como el PP de Rajoy, donde se premia lo previsible, la organizaci¨®n madrile?a con tantas voces y descontrol levanta muchos recelos. El PP de Madrid dispone de 94.511 militantes y de mucha proyecci¨®n. Cifuentes ha logrado en apenas dos a?os hacerse un hueco medi¨¢tico, ganar la Comunidad y desbancar a Aguirre en tir¨®n de voto. Siempre defendi¨® las primarias (¡°un militante, un voto¡±) y ahora ha encargado a Garrido, su lugarteniente, una enmienda en ese sentido que recab¨® mucha atenci¨®n y que no sent¨® bien a la direcci¨®n del PP. Cifuentes ser¨¢ la anfitriona del c¨®nclave. Ambas partes se mostraron dispuestas a negociar.

Henriquez de Luna siempre abog¨® tambi¨¦n por las primarias pero tramit¨® su propia versi¨®n. Quiere corregir otros aspectos de la votaci¨®n a doble vuelta de la direcci¨®n nacional para forzar al candidato ganador a integrar en su candidatura (25 miembros) a diez de la perdedora, imponer las primarias donde no se gobierne y en municipios mayores de 20.000 habitantes, abrir una reflexi¨®n sobre separaci¨®n de cargos entre el partido y los gobiernos (al margen de la presidencia) y hasta reformar la ley electoral para dar m¨¢s poder personal a cada elegido. El presidente del distrito madrile?o de Salamanca (5.000 militantes) se mostr¨® ¡°sorprendido e indignado¡± con que Cifuentes quiera convocar el congreso regional del PP (con la aquiescencia de G¨¦nova) urgentemente con apenas 30 d¨ªas de plazo y nueve de campa?a. Cree que quiere as¨ª evitar competidores y vulnerar sus teor¨ªas sobre la democracia interna. Henr¨ªquez de Luna deslig¨® sus propuestas de Aguirre y rechaz¨® querer ser candidato.

Aguirre y otros de sus partidarios enredan en esta fase precongresual con ideas diferentes a las de Garrido, De Luna, Cifuentes y la c¨²pula que rodea a Rajoy.