Ceuta reconoce una ¡°situaci¨®n extraordinaria¡± en el control de la valla
La entrada de 900 inmigrantes en los ¨²ltimos tres d¨ªas dobla la capacidad del CETI
Al filo de las cuatro de la ma?ana, unos gritos interrumpen el silencio de la madrugada. "?Boza, boza!", gritan decenas de hombres que bajan la calle en el Tejar de Ingenieros, en Ceuta. Dicen "victoria" en fula, un idioma de ?frica occidental propio de la etnia fulani. Otros se atreven tambi¨¦n con el espa?ol. "?Gracias, Espa?a!", vocean emocionados tras cruzar la valla de Marruecos. La mezcla de ilusi¨®n y adrenalina se aprecia en estos j¨®venes que se encaminan a la carrera hacia el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de la ciudad ceut¨ª, seg¨²n recogen im¨¢genes grabadas en el lugar de los hechos. Son algunos de los 356 inmigrantes que en la madrugada de ayer consiguieron pasar por la frontera en el punto de las vaguadas de Sidi Ibrahim. Es la segunda entrada masiva en menos de tres d¨ªas. En la anterior, del pasado 17 de febrero, consiguieron pisar suelo espa?ol otros 400. Suman casi 900 personas en 72 horas.
Se trata de una situaci¨®n "extraordinaria", seg¨²n resaltan fuentes de la Delegaci¨®n del Gobierno de Ceuta, un calificativo con el que coincide la Asociaci¨®n Unificada de la Guardia Civil (AUGC) y las organizaciones de ayuda humanitaria a los inmigrantes. Sin embargo, no existe unanimidad en aportar una motivaci¨®n concreta al aumento de las entradas, aunque de forma conjunta se?alan el esfuerzo de coordinaci¨®n para asistir a los reci¨¦n llegados ante una situaci¨®n poco habitual.
El pasado 6 de febrero, el ministro de Agricultura de Marruecos, Aziz Ajanuch, declar¨® a Efe: "?C¨®mo quer¨¦is [los europeos] que hagamos el trabajo de bloquear la emigraci¨®n africana y hasta la marroqu¨ª si hoy Europa no quiere trabajar con nosotros? ?Por qu¨¦ vamos a seguir haciendo de gendarmes y darles empleo [a los africanos establecidos en Marruecos]? ?Para exportar ad¨®nde? El problema de la emigraci¨®n es muy costoso para Marruecos, y Europa debe apreciarlo en su justo valor". El ministro respond¨ªa as¨ª a la tensi¨®n creada tras la sentencia del Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea del 21 de diciembre y que podr¨ªa implicar la prohibici¨®n de explotar productos naturales del S¨¢hara Occidental.
Despu¨¦s de estas declaraciones, Espa?a ha dejado clara su intenci¨®n de interceder por Marruecos ante la Uni¨®n Europea. No obstante, Reduan Mohamed, responsable de Migraciones de Podemos Ceuta y que colabora con ONG de asistencia a inmigrantes, no descarta que cuestiones geopol¨ªticas y de acuerdos bilaterales "podr¨ªan ser un motivo" que justificara la situaci¨®n vivida en Ceuta en las ¨²ltimas 72 horas. Una circunstancia que ha provocado la saturaci¨®n en el CETI de la ciudad aut¨®noma. Tiene capacidad para 512 personas, pero que ha quedado duplicada con m¨¢s de 1.400, por lo que se han habilitado tiendas de campa?a en una explanada cercana para dar atenci¨®n a los reci¨¦n llegados, explican desde Delegaci¨®n del Gobierno.
Desesperaci¨®n y hambre
Pese a que apunta la posibilidad de posibles influencias pol¨ªticas en el origen del problema, Mohamed ha reconocido tambi¨¦n haber apreciado "la vigilancia habitual de los gendarmes marroqu¨ªes" en sus ¨²ltimas salidas a Marruecos para asistir a los campamentos de migrantes que, en los alrededores de la frontera, esperan para cruzar. "Se reparten en guetos y all¨ª esperan las condiciones id¨®neas y el punto adecuado de la valla para intentar pasar. Est¨¢n desesperados, intentan escapar de guerras y represi¨®n", a?ade el voluntario. El presidente de la ciudad, Juan Jes¨²s Vivas, negaba esa posibilidad y apuntaba a que la colaboraci¨®n con Marruecos "es imprescindible y fundamental", ha dicho esta ma?ana en la cadena COPE.
Por su parte, la Delegaci¨®n del Gobierno de Ceuta explica que anoche se abort¨® una entrada de 300 personas m¨¢s desde Marruecos. Vivas destaca as¨ª el "trabajo abnegado" de las fuerzas de seguridad encargadas de proteger la frontera ante unas situaciones que considera "violentas", en la que los inmigrantes "toman por asalto la frontera". Se refiere a los agujeros abiertos en las vallas con cizallas e instrumentos cortantes para poder pasar. Omar Mohamed, secretario general de la AUGC va m¨¢s all¨¢: "En los ¨²ltimos episodios vemos c¨®mo vienen organizados con t¨¦cnicas de guerrilla".
?l cuenta que vivi¨® la escena el pasado 17 de febrero, cuando entraron 400 personas de las 900 que esperaban al otro lado de la valla. "Comienzan con una lluvia de piedras, abren un agujero en la valla y tres se encargan de neutralizarnos mientras el resto pasa", explica el agente. Ante esta "extrema violencia y agresividad" desde la AUGC denuncian la falta de efectivos en los ocho kil¨®metros del per¨ªmetro y la "incapacidad de defenderse". "Desde los tristes sucesos del Tarajal no nos permiten usar medidas antidisturbios", a?ade ante unas circunstancias que tacha como "dram¨¢ticas y preocupantes". En cualquier caso, otro impedimento complica a¨²n m¨¢s la llegada de refuerzos, tanto en Guardia Civil como cualquier otra ayuda humanitaria. Desde el domingo, un fuerte temporal en el Estrecho mantiene cerrados los puertos de Algeciras y Ceuta.
Agresividad o miedo
En el paso del 17 de febrero tres agentes resultaron heridos y m¨¢s de 15 inmigrantes resultaron heridos de distinta consideraci¨®n. Mohamed niega la violencia apuntada por la AUGC y Vivas por parte de los que cruzan. "Es mentira. El hambre y la desesperaci¨®n hacen mucho. Ellos solo intentan romper la valla, es m¨¢s, tienen miedo". La peor parte de las heridas se la llevan los ellos con contusiones y cortes. Fue el Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencia de Cruz Roja el que se ha encargado de atenderlos en un primer momento. "Presentan lesiones propias de estar mucho tiempo andando y da?os producidos en la valla", reconoce Garminal Castillo, portavoz de Cruz Roja.
Mohamed es uno de los vecinos que, la pasada madrugada del martes, se vio sobresaltado por los gritos de alegr¨ªa de los reci¨¦n llegados. Desde su ventana, apreci¨® que muchos ven¨ªan semidesnudos, descalzos y con heridas en pies o manos. La mayor¨ªa de los que se aventuran a cruzar la frontera son hombres, de entre 20 y 30 a?os, de origen subsahariano. Sin embargo, en este ¨²ltimo caso dos mujeres han conseguido cruzar tambi¨¦n. "Es algo que en estos tres o cuatro a?os que llevo colaborando con ellos no hab¨ªa visto", ha explicado Mohamed.
En el v¨ªdeo grabado por el Reduan, los migrantes caminan a paso ligero hacia el CETI. "Saben d¨®nde tienen que ir para ser atendidos", explica el voluntario. All¨ª se les inscribe y se cubren sus necesidades m¨¦dicas, mientras ellos, emocionados, saludan a los conocidos que se encuentran all¨ª. Sin embargo, saben que su periplo acaba de empezar, como resume Mohamed: "Se alegran por llegar, pero ellos aqu¨ª est¨¢n de paso, van a Europa, ahora empiezan una nueva etapa de lucha y sufrimiento", considera el miembro de Podemos.
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