Rajoy viaja a Brasil para apoyar la participaci¨®n de empresas espa?olas en su plan de privatizaciones
El presidente vende sus logros econ¨®micos en Am¨¦rica mientras la corrupci¨®n le acosa en Espa?a
Mariano Rajoy ha viajado este domingo a Brasilia (Brasil), primera etapa de una gira latinoamericana que concluir¨¢ el mi¨¦rcoles en Montevideo (Uruguay), con el objetivo de revitalizar? la relaci¨®n estrat¨¦gica con el gigante sudamericano y animar la participaci¨®n de firmas espa?olas en la nueva oleada de privatizaciones que ha puesto en marcha el presidente brasile?o, Michel Temer.
Rajoy, que ha prometido apoyar financieramente las inversiones espa?olas, clausurar¨¢ este lunes en Sao Paulo, capital econ¨®mica del pa¨ªs, un foro en el que participan directivos de m¨¢s de 150 compa?¨ªas de los dos pa¨ªses; incluidos los m¨¢ximos responsables de Iberia, Telef¨®nica, Indra, Navantia, Abertis o Repsol, que acaba de anunciar un r¨¦cord de su producci¨®n en Brasil, con m¨¢s de 55.000 barriles equivalentes de petr¨®leo o gas al d¨ªa.
Espa?a es el tercer mayor inversor en Brasil (tras EEUU y Holanda), con un saldo acumulado de m¨¢s de 47.000 millones de euros, y Brasil es el tercer destino de las inversiones espa?olas en el mundo, tras Estados Unidos y Reino Unido. Sin embargo, las inversiones espa?olas se han retra¨ªdo durante la crisis y el intercambio comercial, de poco m¨¢s de 5.000 millones anuales --lo que sit¨²a a Espa?a como s¨¦ptimo proveedor y quinto cliente de Brasil en la UE¡ª est¨¢ a¨²n muy lejos de agotar sus posibilidades.
Con su primera gira americana en esta legislatura, Rajoy ha puesto un oc¨¦ano de por medio con los casos de corrupci¨®n que le acosan en Espa?a. Tras una de las semanas m¨¢s negras de su mandato ¨Ccon su citaci¨®n como testigo en el juicio por la G¨¹rtel, la detenci¨®n del expresidente madrile?o Ignacio Gonz¨¢lez y la ca¨ªda en desgracia de la incombustible Esperanza Aguirre¡ª ha llegado a Brasilia dispuesto a dar esquinazo a esos problemas y airear los ¨¦xitos econ¨®micos de su Gobierno. Un mensaje que ser¨¢ recibido como agua de mayo por su anfitri¨®n, cuyo programa se parece como una gota de agua al que aplic¨® Rajoy en 2012: imposici¨®n de un techo de gasto p¨²blico, reforma laboral y del sistema de pensiones.
El propio Temer est¨¢ en una situaci¨®n a¨²n m¨¢s delicada que la de su hu¨¦sped despu¨¦s de que el fiscal general de la Rep¨²blica le situase en el v¨¦rtice de la trama de corrupci¨®n que recaudaba comisiones para financiar a su partido, el PMDB, y solo la inmunidad presidencial le libra de momento de ser investigado por la Justicia como sus cinco antecesores en el cargo. El consuelo de Temer, como el de Rajoy, es que sus adversarios pol¨ªticos no est¨¢n mejor, ya que el caso Lava-Jato, una gigantesca red de sobornos con ramificaciones en Petrobras y Odebrecht, ha puesto en la picota a toda la clase pol¨ªtica brasile?a.
El Gobierno de Temer ha editado un v¨ªdeo para publicitar la visita de Rajoy. Y no es para menos. Desde que sucedi¨® a su compa?era de ticket electoral, Dilma Rousseff, con un impeachment m¨¢s que pol¨¦mico en mayo pasado, solo el presidente argentino, Mauricio Macri, y el portugu¨¦s, Marcelo Rebelo de Sousa, han visitado oficialmente Brasil y el papa Francisco ha declinado diplom¨¢ticamente una invitaci¨®n para viajar este a?o.
La visita de Rajoy servir¨¢ a Temer para intentar contrarrestar las cr¨ªticas a su escaso peso internacional y rentabilizar los primeros signos de recuperaci¨®n econ¨®mica tras la recesi¨®n que ha golpeado duramente a la econom¨ªa brasile?a desde 2014. Pero Temer tiene poco tiempo ¨Csu mandato termina en diciembre de 2018 y por ahora ni siquiera se plantea que opte a la reelecci¨®n, ante su escaso ¨ªndice de popularidad¡ªpor lo que necesita resultados a corto plazo que lleguen a las capas de la sociedad m¨¢s castigadas por la crisis.
El presidente brasile?o ha puesto en marcha un programa de concesiones y privatizaciones en servicios p¨²blicos como la electricidad o los aeropuertos, que se propone ampliar a otros 34 sectores, y ha prometido seguridad jur¨ªdica y menos tr¨¢mites burocr¨¢ticos para atraer a inversores extranjeros.
Rajoy, que nunca se llev¨® bien con Rousseff y solo visit¨® Brasil en junio de 2012 para asistir a la conferencia sobre cambio clim¨¢tico de R¨ªo de Janeiro, apuesta fuerte por Temer, con quien fue uno de los primeros l¨ªderes internacionales en reunirse, durante la cumbre del G-20 en Hangzhou (China) en septiembre pasado. Y se ha convertido en su mejor aliado en Europa para intentar cerrar cuanto antes un acuerdo de libre comercio entre la UE y Mercosur empantanado hasta el a?o pasado. Est¨¢ por ver si la relaci¨®n estrat¨¦gica que ahora se quiere recuperar deja de estar al socaire de la sinton¨ªa entre los inquilinos de los palacios de Planalto y La Moncloa. El proyecto de futuro cable submarino de fibra ¨®ptica entre los dos pa¨ªses, que Rajoy lanzar¨¢ en Sao Paulo, deber¨ªa simbolizar una voluntad de continuidad m¨¢s all¨¢ de los vaivenes pol¨ªticos.
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