Menos poder de los partidos, m¨¢s control pol¨ªtico
El redise?o de EH Bildu que impusa la izquierda abertzale abre una crisis en Eusko Alkartasuna
EH Bildu dejar¨¢ de ser una mera coalici¨®n de partidos, para tener su propia afiliaci¨®n a partir de junio, en el congreso que tiene previsto celebrar el 17 de ese mes. Seg¨²n el compromiso adquirido en Pamplona el pasado abril por los secretarios generales de las cuatro fuerzas coaligadas, Arnaldo Otegi de Sortu, Pello Urizar de EA, Rebeka Ubera de Aralar y Oskar Matute de Alternatiba, la nueva EH Bildu tendr¨¢ una estructura de partido aunque sus dirigentes prefieren hablar de movimiento, y un coordinador general, frente a la actual figura del portavoz. La mitad de sus dirigentes ser¨¢n elegidos por los partidos coaligados y el resto por los afiliados y registrados en EH Bildu.
Si hasta ahora se respetaba escrupulosamente el sistema de cuotas en las decisiones y en las listas electorales, -los herederos de Batasuna, Sortu, el 60%, a Eusko Alkartasuna el 25%, el 10% para Aralar y el 5% Alternatiba, a partir de la refundaci¨®n cobrar¨¢n especial relieve las asambleas de afiliados de EH Bildu y de simpatizantes independientes ya que la presencia de los partidos fundadores no podr¨¢ superar el 50% de ninguno de los ¨®rganos de representaci¨®n, gobierno ni administraci¨®n. Quien m¨¢s movilice a sus bases, ganar¨¢.
El proceso que impulsa la izquierda abertzale para ganar per¨ªmetro y crecer m¨¢s all¨¢ de las propias siglas de cada formaci¨®n para cuestionar la hegemon¨ªa al PNV, ha abierto, sin embargo, una brecha interna en uno de los partidos fundadores, EA. Creen que diluir a las formaciones fundadoras le va a acabar dando m¨¢s control pol¨ªtico a Sortu. ¡°Entendemos que es una manera de diluir EA hasta hacerla desaparecer¡±, sostienen los cr¨ªticos, que firmaron un documento con sus diferencias y dar¨¢n batalla contra la refundaci¨®n de la coalici¨®n en el congreso que EA tiene previsto celebrar los d¨ªas 3 y 4 de junio, unos d¨ªas antes del de EH Bildu. Presentar¨¢n una alternativa al actual secretario general Pello Urizar. No cuestionan la coalici¨®n, pero s¨ª una reforma que seg¨²n creen va a acabar con la pluralidad actual en favor de la izquierda abertzale. ¡°Se propone subordinar y eclipsar la identidad de los partidos en coalici¨®n y crear una nueva formaci¨®n cada vez m¨¢s caricaturizada interesadamente como heredera ¨²nica de la izquierda abertzale¡±, criticaron.
¡°Dar la voz a la asamblea y restar poder a los partidos es la ¨²nica manera de convencer a los j¨®venes para participar, la ¨²nica de crecer¡±, responde un cargo p¨²blico alav¨¦s que comulga con el movimiento impulsado por las direcciones de los partidos. El caso es que unos y otros, y desde luego Aralar y Alternativa coinciden en que la ¨²nica manera de plantarle batalla al PNV m¨¢s moderado y pactista, y ganarle terreno, es robarle votos por la parte m¨¢s soberanista, es decir, entre quienes votaron de forma entusiasta al PNV de Ibarretxe, y por otra parte recuperar a quienes todav¨ªa optaron por Elkarrekin Podemos en las ¨²ltimas auton¨®micas vascas, desencantados de la ortodoxia de Sortu, de sus discursos y formas internas.
EH Bildu salt¨® a la arena p¨²blica en las auton¨®micas de 2012, cuando apost¨® por la escritora y profesora de la UPV/EHU Laura Mintegi como cabeza de cartel. Un a?o y medio despu¨¦s dimiti¨® por la ¡°falta de democracia interna y obst¨¢culos en los canales de participaci¨®n¡±. Se march¨® harta de que la izquierda abertzale le impusiera un discurso. En las ¨²ltimas auton¨®micas vascas Mintegi volvi¨® de la mano de un Arnaldo Otegi que reconoci¨® errores y ha dicho numerosas veces que est¨¢ decidido a ampliar el per¨ªmetro de EH Bildu abriendo la lata y pasando del modelo vertical de toma de decisiones a otro mucho m¨¢s horizontal. Es decir, buscar¨¢n a quienes se vayan descolgando de un PNV al que critican de ¡°sumiso¡± a Madrid; a quienes bordean el soberanismo de izquierdas de los c¨ªrculos de Podemos, y a quienes desde asociaciones y grupos sociales independientes quieran sumarse al proyecto con el objetivo de construir un Estado propio, la Rep¨²blica Vasca.
El documento a debate se abre a una nueva organizaci¨®n para conseguir sus objetivos pol¨ªticos pero no propone una revisi¨®n cr¨ªtica sobre la pasada relaci¨®n con la violencia de ETA ni replantea el discurso con una oferta a la sociedad vasca en la que se comience por reconocer que los asesinatos de ETA estuvieron mal. Los cr¨ªticos de EA, un sector importante del partido que fundara Carlos Gaarikoetxea en 1986 tras la escisi¨®n del PNV, sospechan que aunque aparentemente los partidos pierden peso en beneficio de los nuevos simpatizantes -lo ser¨¢n solo con registrarse-, el modelo acarrea su desaparici¨®n.
Una Eusko Alkartasuna que como recuerdan, ha vehiculizado el tr¨¢nsito de la izquierda abertzale desde la orilla en la que compart¨ªa la estrategia pol¨ªtico militar de ETA, hasta las v¨ªas exclusivamente pol¨ªticas. En junio del pasado a?o EA descart¨® en la ponencia pol¨ªtica Eusko Alkartasuna en el siglo XXI. Adecuaci¨®n de la l¨ªnea pol¨ªtica a los retos de futuro, la posibilidad de transformar la coalici¨®n en un partido ¨²nico. En los ¨²ltimos meses el discurso p¨²blico de Sortu y el de EA apenas si se ha separado en la pr¨¢ctica pol¨ªtica, salvo cuando en febrero Urizar critic¨® a Sortu por denunciar presuntos casos de tortura por parte de la Ertzaintza en concentraciones ante las comisar¨ªas, y cuando, ante el desarme de ETA, en el acto de Bayona, pidi¨® su disoluci¨®n.
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