Un hombre de partido, reacio al sectarismo
L¨®pez ten¨ªa 16 a?os cuando el Congreso de Suresnes elev¨® a los amigos de su padre a la direcci¨®n del PSOE y sigui¨® ese camino
En la primavera de 2009, a los d¨ªas de ser nombrado lehendakari, Patxi L¨®pez (Portugalete, 1958) acudi¨® al Hospital de Cruces de Bilbao a visitar a un familiar enfermo. Al manifestar su deseo de fumar, directivos del hospital le ofrecieron la sala vip, pero L¨®pez se neg¨® y sali¨® a la calle. A las horas una enfermera, amiga de su esposa, la llam¨® para despotricar contra la direcci¨®n del hospital por discriminaci¨®n pues pensaba que a L¨®pez se le hab¨ªa negado lo que conced¨ªa a otros lehendakaris: la sala vip.
Esta an¨¦cdota define bien a Patxi L¨®pez como persona pr¨®xima, orgullosa de sus or¨ªgenes, la margen izquierda del Nervi¨®n, y reacia al envaramiento que emana del poder. Tambi¨¦n por huir de la solemnidad del cargo de lehendakari tom¨® una decisi¨®n pol¨¦mica que muchos no entendieron: su ausencia del Pa¨ªs Vasco el 20 de octubre de 2011, d¨ªa que ETA anunci¨® el cese definitivo del terrorismo. L¨®pez hizo su declaraci¨®n desde un tren que le transportaba a Washington. Sab¨ªa que ETA iba a anunciar su cese, pero no quiso anular el viaje que ten¨ªa comprometido con los empresarios vascos hac¨ªa meses. Quiso enviar el mensaje de que ETA no alteraba su agenda. Pero otros creyeron que, como lehendakari, deb¨ªa haber vestido el cargo dot¨¢ndole de la solemnidad propia de un hecho hist¨®rico como el fin del terrorismo con una declaraci¨®n desde Ajuria Enea. Esa informalidad la volvi¨® a exhibir en su breve etapa como presidente del Congreso.
Su naturalidad y tambi¨¦n su sentido partidista le vienen de cuna. Su padre, Lalo L¨®pez Albizu, fue un trabajador de la Naval de Sestao, ¨ªntimo de Ram¨®n Rubial y Nic¨®l¨¢s Redondo. Patxi L¨®pez los ve¨ªa en su casa y a Felipe Gonz¨¢lez cuando viajaba a Bilbao. Ten¨ªa 16 a?os cuando el Congreso de Suresnes elev¨® a los amigos de su padre a la direcci¨®n del PSOE y sigui¨® ese camino. Su profesi¨®n es el PSOE y su escuela, el socialismo de Suresnes.
Sin embargo, aunque es un hombre de partido, no es sectario. Lo demostr¨® en 2002 cuando fue elegido secretario general del PSE tras ganar el Congreso contra el alcalde de Ermua, Carlos Totorica, pr¨®ximo a Redondo Terreros, y Gemma Zabaleta, en la izquierda. L¨®pez gan¨® con el 57% de los votos. Pero tres a?os despu¨¦s super¨® con creces su primera victoria y alcanz¨® el 96,7%. En 2009 subi¨® al 97,4%. Lo que dice todo de su capacidad integradora.
Pero es terco cuando ve afectadas sus convicciones m¨¢s ¨ªntimas. En 2009 fue elegido primer lehendakari no nacionalista con apoyo del PP para desalojar al soberanista Juan Jos¨¦ Ibarretxe con la oposici¨®n del presidente Zapatero porque le complicaba el pacto con el PNV para tener mayor¨ªa en el Congreso. No se pleg¨® a Zapatero y siguen distanciados.
Su sentido integrador y nada sectario lo volvi¨® a exhibir al formar gobierno en Euskadi. Cont¨® con fuerte presencia de independientes para primar la profesionalidad y afrontar la recesi¨®n, evitando recortes sociales. "No podemos tener servicios escandinavos con impuestos norteafricanos", fue el lema de su reforma fiscal. Pese a la crisis, potenci¨® la I+D, el trilinguismo en la escuela y la sanidad con Rafael Bengoa, despu¨¦s asesor de la reforma sanitaria de Obama.
Contribuy¨® al final de ETA con la pol¨ªtica de "tolerancia cero" contra la kale borroka y la propaganda etarra. Se acerc¨® a las v¨ªctimas del terrorismo y acab¨® con la tensi¨®n de la etapa Ibarretxe. En 2012 volvi¨® el PNV, con I?igo Urkullu, al Gobierno. Prueba del buen legado de L¨®pez fue la continuidad de sus pol¨ªticas de convivencia y progresiva proximidad en materia socio-econ¨®mica, de modo que hoy PNV y PSE gobiernan juntos.
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