Los escenarios del secuestro y asesinato de Miguel ?ngel Blanco, 20 a?os despu¨¦s
Recorrido por ocho lugares clave durante las 48 horas que acabaron con la muerte del edil del PP y la enorme reacci¨®n social
La estaci¨®n de tren de Eibar
El drama comenz¨® aqu¨ª, a la salida de esta parada de tren. Miguel ?ngel Blanco acud¨ªa a trabajar a una consultor¨ªa en la localidad guipuzcoana de Eibar, a pocos kil¨®metros de Ermua. Los terroristas, del comando Donosti Xabier Garc¨ªa Gaztelu, Txapote; Irantzu Gallastegi, Amaia y Jos¨¦ Luis Geresta, Oker, le aguardaban. Hab¨ªan contado con la ayuda del chivato Ibon Mu?oa, que fue concejal de HB en Eibar. Cuando Blanco sali¨® del apeadero, Gallastegui le abord¨® y le oblig¨® a subir a un coche. Esta parada no luce como cuando sucedi¨® el secuestro el 10 de julio de 1997, ya que fue reformada y hoy es uno de los principales nudos de transporte en este municipio, en la frontera entre Gipuzkoa y Bizkaia.
Un hogar roto
ETA comunic¨® a la emisora Egin Irratia el secuestro del concejal y la amenaza de matarle si en 48 horas (plazo que expiraba a las cuatro de la tarde del 12 de julio) el Ministerio del Interior no acercaba a c¨¢rceles del Pa¨ªs Vasco a los presos etarras. Cuando la noticia se difundi¨®, los medios de comunicaci¨®n se apostaron frente a la casa de Blanco y su familia, en la calle Iparraguirre 11 de Ermua. Su padre volv¨ªa a casa de trabajar cuando se enter¨® por los periodistas de la situaci¨®n de su hijo. La familia ya no vive all¨ª; tras el asesinato, se march¨® del pueblo.
B¨²squeda a contrarreloj
Un gran despliegue policial se puso en marcha para tratar de encontrar a Miguel ?ngel Blanco antes de que se cumpliera el funesto plazo dado por ETA. La Guardia Civil, la Polic¨ªa Nacional y la Ertzaintza se coordinaron para establecer controles, obtener informaci¨®n de confidentes y peinar zonas sospechosas. Uno de los lugares en los que se centr¨® la fren¨¦tica investigaci¨®n, entre otros, fue A?orga, un peque?o barrio a las afueras de San Sebasti¨¢n rodeado de montes en el que se mezclan industria y numerosos caser¨ªos.
Vigilia
Ermua, el pueblo de Miguel ?ngel Blanco, conten¨ªa la respiraci¨®n. En la segunda noche desde el secuestro, cuando faltaban menos de 24 horas para que se cumpliera el ultim¨¢tum terrorista, centenares de personas encendieron velas y mantuvieron una vigilia para solidarizarse con la familia de Blanco y pedir su libertad. Gestos y movilizaciones similares se sucedieron en diversos puntos de Euskadi y de Espa?a. 20 a?os despu¨¦s, el ambiente en Ermua ha sido de calma: la gente tomaba algo en las terrazas y en el front¨®n en el que tuvo lugar la multitudinaria vigilia, una pareja de j¨®venes apuraba los ¨²ltimos rayos de luz jugando a pala.
Clamor ciudadano
Bilbao vivi¨® la manifestaci¨®n m¨¢s grande de su historia al mediod¨ªa del 12 de julio de 1997. Una marea humana recorri¨® en clamoroso silencio las principales calles de la capital vizca¨ªna. Representantes de todas las fuerzas pol¨ªticas, salvo HB, encabezaban la marcha. En otras ciudades de Espa?a tambi¨¦n se organizaron movilizaciones. Una de las m¨¢s concurridas fue la celebrada en la madrile?a Puerta del Sol, en la que se escucharon gritos como "?Vascos s¨ª, ETA no!" o "?ETA, escucha, aqu¨ª tienes mi nuca!". Atronaban. Dos d¨¦cadas despu¨¦s, esta c¨¦ntrica plaza madrile?a ha vuelto a ser sede de un homenaje en memoria de Miguel ?ngel Blanco.
Una curva invisible
Los terroristas escogieron una curva a las afueras de Lasarte, cuyo recodo es apenas visible debido a los ¨¢rboles y a que se encuentra en una empinada vaguada. Es un camino que apenas nadie transita. Hasta all¨ª condujeron a Miguel ?ngel Blanco maniatado con un cable y le dispararon dos veces en la cabeza. A las 16.40 horas del 12 de julio de 1997, dos hombres que paseaban con sus perros por la zona hallaron un cuerpo, a¨²n con un h¨¢lito de vida, que fue trasladado al hospital de San Sebasti¨¢n. Los m¨¦dicos no pudieron hacer nada y el joven edil del PP falleci¨® a las 05.00 de la madrugada.
Doblan las campanas
En Ermua recuerdan c¨®mo sobre las 16.00 horas las campanas de la iglesia comenzaron a redoblar. Sigui¨® un silencio que se apoder¨® del pueblo en vilo. Centenares de personas comenzaron a salir a la calle de forma espont¨¢nea. Cuando se lleg¨® la noticia que confirmaba que a Blanco le hab¨ªan hallado con dos tiros en la nuca, la multitud indignada manifest¨® su repulsa y un grupo trat¨® de quemar la herriko taberna del pueblo. En otros lugares tambi¨¦n la ciudadan¨ªa rode¨® sedes de HB, como en San Sebasti¨¢n, donde un grupo de ertzainas tuvo que custodiarla ante la rabia ciudadana. Los agentes se quitaron los pasamonta?as, mostraron sus rostros y fueron abrazados por la multitud, que gritaba a los miembros de la izquierda abertzale "?Ahora os protegen a los que asesin¨¢is!".
En la memoria 20 a?os despu¨¦s
Dos d¨¦cadas despu¨¦s de su asesinato, numerosos actos han sido celebrados en el Pa¨ªs Vasco y en diversas ciudades de Espa?a en memoria de Miguel ?ngel Blanco. En el acto celebrado en Ermua han estado presentes de todos los partidos pol¨ªticos, incluyendo a Bildu, coalici¨®n heredera de la izquierda abertzale. La figura de Miguel ?ngel Blanco se convirti¨® en un s¨ªmbolo y las movilizaciones ciudadanas vividas durante estos d¨ªas hace 20 a?os para plantar cara al terror de ETA, in¨¦ditas hasta entonces, dieron lugar al llamado "esp¨ªritu de Ermua".?
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