Juana Rivas, la madre que tiene que entregar a sus hijos, deja el pueblo

Juana Rivas, la madre de Maracena (Granada) que ha sido obligada por una resoluci¨®n judicial a entregar sus dos hijos de 3 y 11 a?os a su padre, ha abandonado su casa y puesto rumbo desconocido junto a los dos menores para evitar que el padre, que ha cumplido condena por maltrato, se los lleve a Italia. Fuentes cercanas a la familia han confirmado a este diario que, desde ayer martes por la noche, los tres se encuentran en paradero desconocido. Este mi¨¦rcoles, a las 16.30 y en cumplimiento de una resoluci¨®n judicial, Juana Rivas deb¨ªa haber entregado sus dos ni?os a su padre, Francesco Arcuri, para que los tres vuelvan a Italia. Arcuri ha esperado media hora en el punto de encuentro y se ha marchado tras constatar la ausencia de la mujer y los ni?os.

En Italia estaba el ¨²ltimo domicilio familiar donde convivieron padre, madre y los dos hijos y es el lugar de donde, seg¨²n Mar¨ªa del Carmen Siles Ortega, juez titular del Juzgado de 1? Instancia n¨²mero 3 de Familia de Granada, la madre sac¨® il¨ªcitamente a los hijos sin el consentimiento del padre.? Para el jueves, el equipo que asesora a Rivas tiene previsto presentar un recurso de amparo ante el tribunal.

M¨¢s informaci¨®n

Una mujer se niega a entregar a sus hijos al padre por orden judicial

Tres meses de prisi¨®n por no acatar la custodia del padre

La abogada de Rivas y Paqui Granados, directora del ?rea de Igualdad del Ayuntamiento de Maracena y asesora de Rivas, han mantenido este mi¨¦rcoles una reuni¨®n de algo m¨¢s de dos horas y media con la fiscal de familia que lleva el caso en un ¨²ltimo intento de evitar la entrega. La reuni¨®n, no obstante, no ha tenido ¨¦xito. A la salida de ella, Granados se ha referido a la ¡°falta de humanidad¡± de la fiscal y a la inutilidad de la reuni¨®n, seg¨²n ella, ¡°desde el primer minuto, porque no hab¨ªa inter¨¦s en hacer nada por los menores¡±.

Condena por violencia machista

El caso de Juana Rivas se remonta a hace aproximadamente 12 a?os. Entonces, en Londres, Juana Rivas y Francesco Arturi comenzaron una relaci¨®n de la que naci¨®, ya con la pareja en Maracena, el primer hijo, que hoy tiene 11 a?os. Casi desde el principio, cuenta Granados, la relaci¨®n comenz¨® a deteriorarse. En 2009, Juana denunci¨® a su marido por violencia de g¨¦nero y este fue condenado a tres meses de c¨¢rcel (que no tuvo que cumplir) y a un a?o de alejamiento de Rivas. A?os despu¨¦s, cuenta Granados, las circunstancias unieron de nuevo a la pareja y a los hijos en la residencia del padre, en la isla de Carloforte, al sur de Cerde?a. All¨ª, seg¨²n la versi¨®n de la asesora de Rivas, la vida para ella era ¡°una vida de esclava, alejada de todo contacto social y trabajando todo el d¨ªa en un hotel rural que regentaban a ocho kil¨®metros de la localidad m¨¢s cercana y a tres horas en ferry del juzgado m¨¢s pr¨®ximo¡±. El resultado de esa experiencia es que, a final del curso escolar 2016, la pareja acuerda ¡ª¡±no sin dificultades¡±, asegura Granados-¡ª permitir que la madre y los dos menores regresen a Espa?a durante el verano. Desde entonces, los menores no han regresado a su residencia italiana, lo que realmente es el n¨²cleo de todo el conflicto judicial actual.

Al llegar a Maracena, Rivas pidi¨® consejo sobre su situaci¨®n y denunci¨® a su pareja por violencia de g¨¦nero. El juzgado desoy¨® la denuncia alegando que es algo que debe remitirse a la justicia italiana. La asesora apel¨® y consigui¨® que la Fiscal¨ªa ordenase que sea el juzgado el que haga valer la denuncia espa?ola ante un juzgado italiano.

De eso, cuenta Granados, hace ya casi seis meses y a¨²n no se ha dado traslado a Italia. Mientras, el padre reclam¨® judicialmente a sus hijos. Esas son, precisamente, las dos v¨ªas que en la actualidad se enfrentan en los tribunales: por una parte, la denuncia de la madre por violencia de g¨¦nero, totalmente parada seg¨²n Granados, y por otra, la reclamaci¨®n del padre para que los ni?os le sean reintegrados y puedan volver al hogar paterno, que esta s¨ª, explica sorprendida la asesora de Rivas, ¡°va a toda velocidad y siempre a favor del padre y, en nuestra opini¨®n, en contra de los intereses de los dos menores¡±.

Versi¨®n del padre

Por su parte, el abogado del padre, Adolfo Alonso, en conversaci¨®n telef¨®nica desde Menorca con EL PA?S, considera que ¡°hay dos sentencias con todas las garant¨ªas legales y constitucionales, en primera y segunda instancia, en la que por aplicaci¨®n de un convenio internacional sobre traslado il¨ªcito de menores, se considera que existi¨® ese traslado il¨ªcito por parte de la madre y se considera que no hay excepci¨®n alguna por la cual los ni?os no puedan volver a Italia¡±. ¡°Esto tiene un problema de base¡±, contin¨²a, ¡°la madre hizo cosas que no deb¨ªa haber hecho: secuestrar a sus hijos para traerlos a Espa?a¡±. Seg¨²n el abogado, los ni?os tendr¨¢n que volver a Italia y all¨ª, ¡°la madre podr¨¢ pedir la custodia de los ni?os y, en su caso, solicitar una autorizaci¨®n judicial en Italia para traerlos a Espa?a¡±. Para Alonso, la sentencia por violencia de g¨¦nero de 2009 es irrelevante al caso porque ¡°lo importante en este momento no es si ha ocurrido algo entre el padre y la madre, sino si ha ocurrido algo entre el padre y los ni?os y no lo ha habido¡±.

Ese es, precisamente, uno de los argumentos en los que la defensa de Rivas se basa. Para ellas, existe causa para que los ni?os no sean entregados a su padre porque explican que, seg¨²n el Convenio de Estambul, ¡°el ni?o se considera v¨ªctima de violencia de g¨¦nero solo por haber sido testigo de esa misma violencia, sin necesidad de padecerla en primera persona¡±. Este y algunos otros argumentos judiciales y humanos son los que se incorporar¨¢n ma?ana al recurso de amparo y que a¨²n mantienen viva la esperanza en Juana Rivas y su equipo de asesoras legales de que los dos ni?os puedan continuar en Espa?a junto a su madre.