V¨ªctimas perfectas
Lo que se dirime es la presunci¨®n de culpabilidad de la denunciante
Durante el juicio a La Manada, el grupo de cinco j¨®venes acusados por una chica de 18 a?os de violarla en San Ferm¨ªn, se ha producido una confusi¨®n interesada: quien criticase la estrategia de los abogados de La Manada estaba condenando a los acusados. Es evidente que la obligaci¨®n de la defensa es desacreditar a la denunciante: al fin y al cabo la chica, seg¨²n su versi¨®n, se ha inventado una violaci¨®n para enviar a cinco inocentes a la c¨¢rcel. El problema, sin embargo, no es que la intentasen desacreditar, sino c¨®mo, a qu¨¦ se debe y a qui¨¦n afecta esa estrategia.
Para convencer al tribunal de que la violaci¨®n nunca se produjo, y que las relaciones sexuales de la denunciante con los acusados fueron deseadas por ambas partes, la defensa ha usado el comportamiento de la chica como prueba: no tanto su comportamiento durante los 96 segundos grabados del supuesto delito como el de antes y el de despu¨¦s, incluida su declaraci¨®n en el Palacio de Justicia. Esto ha producido el siguiente resultado. Sentarse con un pie debajo del trasero ante el juez y mostrarse jovial reduce las posibilidades de haber sido violada, como colgar en Instagram la foto de una camiseta que dice "Hagas lo que hagas, qu¨ªtate las bragas". Si la chica est¨¢ sola a las tres de la ma?ana en una noche de fiesta, es menos probable que alguien se crea que ha sido violada. Si ve un reality de j¨®venes de su edad que beben y tienen sexo su credibilidad es menor, menos a¨²n si su personaje favorito es "muy fogoso" y no una chica m¨¢s recatada, en cuyo caso s¨ª tiene m¨¢s probabilidades de haber sido v¨ªctima de una violaci¨®n.
Esta estrategia de defensa no afecta s¨®lo a la v¨ªctima de La Manada. Esa estrategia y la consideraci¨®n que de ella tome el tribunal es que una v¨ªctima de violaci¨®n s¨®lo lo ser¨¢ en tanto haya creado las condiciones necesarias para tener credibilidad en caso de haber sido violada. Es decir, adecuar su vida privada a una eventual violaci¨®n para que, si ¨¦sta se produce, sea una violada perfecta: una persona de la que nadie dude.
Este es el resultado en crudo del alegato de la defensa de La Manada: si la chica no fuese fan del programa de televisi¨®n Super Shore (MTV), si estuviese acompa?ada la noche del suceso, si no se enrollase con nadie, si se sentase como una joven normal, si llorase en su declaraci¨®n y si colgase en redes sociales frases depresivas dar¨ªa mejor imagen como violada. "No le cuentes a nadie que veo porno por si un d¨ªa me violan" como resultado final.
Hay m¨¢s conclusiones de una estrategia as¨ª: si una chica practica sexo en grupo, si sale sola o si supera r¨¢pidamente sus traumas, es una v¨ªctima id¨®nea para un violador. Y una conclusi¨®n escandalosa m¨¢s: con cuanta menos libertad viva una mujer, m¨¢s posibilidades tiene de ser cre¨ªda si la violan. Es sabido que las mujeres son menos libres que los hombres por muchas razones, una de ellas para que los hombres no las violen; una defensa as¨ª trata de reducir a¨²n m¨¢s esas libertades para que, en el caso de que los hombres las violen, la justicia las crea.
Esto no tiene nada que ver con la presunci¨®n de inocencia de los acusados, sino con la presunci¨®n de culpabilidad de la denunciante. Tampoco tiene tanto que ver con la defensa de La Manada como parece: para demostrar que el sexo fue consentido busca presentar a la denunciante con las caracter¨ªsticas que la sociedad supone que debe de tener una chica que participa en org¨ªas espont¨¢neas; sin embargo, esa defensa ha conseguido que en el juicio no apareciesen, probadas, las caracter¨ªsticas que la sociedad percibe que puede tener un violador. En realidad tanto unas como otras pueden ser falsas; de hecho, qu¨¦ ser¨ªa de los juicios sin las apariencias.
Las certezas se reducen a que los acusados de violar a una chica en Pamplona tienen derecho a un juicio justo y la chica que los ha denunciado tiene derecho a no ser juzgada bajo unos criterios machistas seg¨²n los cuales existe una conducta en la vida de una mujer que la hace m¨¢s o menos propicia a ser cre¨ªda si es v¨ªctima de una agresi¨®n sexual.
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