El legado oculto de Col¨®n en Espa?a
California reconoci¨® un pueblo gallego como cuna del almirante
En 1968, John Harmon McElroy, un joven profesor de literatura licenciado en Princeton, lleg¨® a la Universidad de Salamanca con su familia y una beca Fulbright para impartir clases y preparar una nueva edici¨®n comentada de A History of the Life and Voyages of Christopher Columbus, de Washington Irving. McElroy visit¨® entonces Galicia y recal¨® en Poio (Pontevedra), fascinado por conocer una de las posibles cunas del almirante y dar con el astillero donde se cree que fue construida la carabela Santa Mar¨ªa, La Gallega, que particip¨® en la expedici¨®n a las Indias en 1492.
Dando credibilidad a la tesis gallega, el profesor comprob¨® que el clima de Poio era similar al del Norte de California y comenz¨® a perge?ar la conmemoraci¨®n de la gesta de Col¨®n quinientos a?os antes. A finales de 1990, y ya como profesor titular en la Universidad de Arizona, McElroy particip¨® en los preparativos del V Centenario con una iniciativa ins¨®lita: Plantar 500 secuoyas en el sur de Galicia, el lugar que recibi¨® las primeras noticas del descubrimiento y donde varias fuentes que hab¨ªa consultado durante su periplo espa?ol situaban el origen del insigne navegante.
Despu¨¦s de recabar el apoyo del Departamento de Agricultura del Estado de California, constituy¨® la asociaci¨®n Columbus Grove Gift Corporation para promover una iniciativa legislativa, introducida por Ed Pastor, representante del uno de los distritos de Arizona, para que EE UU obsequiara al pueblo de Espa?a con los ejemplares de Secuoya roja californiana que se plantar¨ªan en Poio coincidiendo con el aniversario.
El profesor logr¨® que su iniciativa se plasmase en la Resoluci¨®n Conjunta del Senado y la C¨¢mara de Representantes de Estados Unidos 529, del 102? Congreso, aprobada por ambas C¨¢maras, y ratificada por el presidente George H. W. Bush el 23 de octubre de 1992.
Despu¨¦s de un pre¨¢mbulo sobre la primera circunnavegaci¨®n del globo que propici¨® la mayor migraci¨®n de humanos en la historia del mundo, el punto dos de la resoluci¨®n acord¨® que los ¨¢rboles eran ¡°un regalo a la gente de Espa?a hecho en nombre del pueblo de los Estados Unidos¡±.
El Bosque de Col¨®n
Adem¨¢s, la Columbus Grove Gift Corporation, en colaboraci¨®n con la Organizaci¨®n juvenil 4-H, organiz¨® una expedici¨®n de 24 escolares de 6 estados americanos de entre 15 y 18 a?os que plantar¨ªan las sequoias junto a otros tantos j¨®venes de Poio designados por el Ayuntamiento y la Comunidad de Montes de San Xo¨¢n que cedi¨® las dos hect¨¢reas terrenos que conformar¨ªan el Bosque de Col¨®n, una de las mayores reservas de esta especie en Europa.
La expedici¨®n con McElroy al frente vino a Espa?a acompa?ada del jefe del Departamento de Ingenier¨ªa Forestal del Estado de California, Jonathan Rea, que hab¨ªa hecho las primeras prospecciones del terreno y entreg¨® los embriones de secuoyas para su conservaci¨®n al Centro de Investigaci¨®n Forestal de Louriz¨¢n, en Pontevedra, que dirigi¨® la plantaci¨®n de los ¨¢rboles.
McElroy y una comitiva de la Xunta de Galicia fue recibid en la Zarzuela por el Rey Juan Carlos. Al siguiente, al llegar a Poio, los estudiantes americanos fueron alojados en casas del vecindario y el 4 de diciembre, a las 12 del mediod¨ªa, plantaron los ejemplares con los estudiantes gallegos.
Naufragio del Mar Egeo
Pero la evocaci¨®n de la gesta del navegante qued¨® eclipsada y sin el boato pol¨ªtico que estaba previsto. La noche anterior se hab¨ªa producido el naufragio del petrolero griego Mar Egeo frente a la Torre de H¨¦rcules, en A Coru?a. El desastre medioambiental por el vertido de pr¨¢cticamente toda su carga oblig¨® a ausentarse al entonces presidente de la Xunta Manuel Fraga y varios altos cargos de la Administraci¨®n. Adem¨¢s, el fuerte temporal que azot¨® aquellos d¨ªas la costa gallega impidi¨® el aterrizaje del vuelo que tra¨ªa a Galicia a representantes del Gobierno central y al embajador de EE UU.
Transcurridos 25 a?os desde aquel evento, el Bosque de Col¨®n es todav¨ªa un legado oculto. Hoy ya no son quinientas secuoyas, sino algunas menos y la placa colocada durante la inauguraci¨®n ha desaparecido, mientras el paraje se salv¨® de la oleada de incendios en 2006, gracias a la intervenci¨®n de vecinos y voluntarios de la comunidad de montes.
El concejal y diputado del PP de Pontevedra, ?ngel Moldes, decidi¨® emprender una campa?a para recuperar el legado de Col¨®n, coincidiendo con el 25 aniversario de la expedici¨®n americana. Como portavoz en el Ayuntamiento de Poio, present¨® una moci¨®n para organizar un acto conmemorativo y desempolvar la historia del bosque contactando con los supervivientes, si es que hab¨ªa alguno. ¡°Ya es hora de es fomentar su difusi¨®n como atractivo tur¨ªstico, ambiental y cultural para que no se pierda con el paso del tiempo¡±, explica Moldes.
En enero pasado, el diputado logr¨® localizar al profesor McElroy y este, con casi noventa a?os, le confirm¨® que volver¨¢ a Poio para participar en los actos que se est¨¢n organizando para la pr¨®xima primavera. ¡°Vendr¨¢ con su familia y algunos de sus colaboradores en el proyecto, anunci¨® ?ngel Moldes, adem¨¢s de varios de los escolares, hoy en la cuarentena, que plantaron los ¨¢rboles, muchos de los cuales siguen manteniendo contacto y se conocen entre ellos como los Columbus Kids¡±.
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